Monday, September 08, 2014

LAS FIESTAS PATRONALES Una forma de mantener vivo el Amor por San Miguel / PPgalvez


LAS FIESTAS PATRONALES
Una forma de mantener vivo el Amor por San Miguel

PPgalvez
Chicago setiembre 2014


En Lima, allá por los anos 60' o 70' del siglo pasado, la celebración de las fiestas Sanmiguelinas, comenzaban mucho antes de Septiembre.

Claro que después y ya en septiembre, habían las novenas del Patrón, la Misa en honor a nuestro Santo y casi siempre terminaban en grandes convites y bailes en el salón principal del Club, que antes le llamaban "Centro Sanmiguelino".

Por esos años y cuando el retorno de los Sanmiguelinos a su tierra era bastante difícil. Las madres y los parientes del afincado en Lima y otras ciudades del país, acostumbraban a remitir productos propios del terruño en unos paquetes a los que llamaban ''Encomienda".

Los recursos de los remitentes no eran abundantes y el servicio de Correos no era tan bueno como querían; pero el gran amor y la excelente voluntad de los familiares vencía todos los obstáculos y siempre hacían llegar las "encomiendas" a sus lejanos destinos.

Enviaban diferentes productos y de toda clase, siendo los más apreciados los comestibles y de ellos los más celebrados y más frecuentes, los productos de panadería.

Recuerdo todavía con alegría, aquella vez que la señora Juana, que trabajó en la casa nuestra, nos envió una "encomienda" que contenía: un mate lleno de trigo con papas guisadas y arriba de todo, dos cuyes fritos... y en su cartita decía:

-          ".. Perdonara usted niña Aurorita; pero creo que han de extrañar estos cuyesitos que les gustaba tanto...."

Ese día fue un alborozo, ninguno de nosotros podía explicar lo delicioso que le había parecido y mi mamá celebró hasta las lágrimas, la voluntad y el cariño que mostraba el manjar que nos había enviado y lo emotivo de la cartita.

Esto les comento para que vean que importante, era pues, el recibir una "Encomienda", cuando aquella venía de San Miguel. Y también a propósito de las Fiestas Sanmiguelinas que se celebraban tanto en San Miguel como en Lima y otros lugares. por aquellos tiempos.

Los recursos de la población Sanmiguelina, en su mayoría, eran limitados y el presupuesto para la celebración de las fiestas, se conformaba por las donaciones que "voluntariamente" daban los Sanmiguelinos que se reunían en torno a unos "Comités Pro Fiestas", que se formaban tanto en San Miguel como en los lugares donde habían emigrado los Sanmiguelinos.

El Comité de Lima tenía un presidente que más o menos por el mes de Julio llamaba  a sus relacionados  y con ellos conformaba comisiones para salir los Sábados y Domingos a tocar las puertas de los paisanos en busca de contar con su "óbolo voluntario "Pro fiestas Patronales.

Estas comisiones estaban conformadas por cinco o seis voluntarios que se reunían a las ocho de la mañana en determinado lugar y en el carro de uno de ellos iniciaban su recorrido, su objetivo era visitar por lo menos seis familias por día.

Y esta actividad que en algunos momentos resultaba un sacrificio, tenía su recompensa, cuando el paisano visitado los recibía con una botellita y uno que otro bocadito que amenizaban el reencuentro. Para ambos (los miembros de la comisión y los miembros de la familia visitada) empezaba así la fiesta o las celebraciones de las "fiestas Sanmiguelinas".

Claro, como dice mi compadre Oscar Adrianzen, no todos los visitados eran generosos en sus aportaciones, también habían algunos que se ponían difíciles al momento de entregar su aportación y habían otros que al sentir que los visitantes eran miembros de la comisión pro fiestas, simplemente no abrían la puerta o se hacían los que no escuchaban...

Una vez  cuenta mi compadre, que estaban un Sábado a las ocho de la mañana, reunidos en el Centro Sanmiguelino y el presidente de la comisión que era don "Shesho", que dicho sea de paso, era uno de los más entusiastas y más devotos del Patrón, dirigiéndose al grupo dijo:

-          "Ya esta es la cuarta o quinta salida y hay muchos que no nos han abierto la puerta. Será que no han estado o es que no quieren colaborar. Que dicen... volvemos a ver esos casos o buscamos otros paisanos?"

"El Panzón Reynaldo" saltó de su asiento y le dijo: "déjeme  a mí don Sheshito, vamos nomás, a esitos que no han abierto la puerta y van a ver como yo los hago abrir..."

"Vámonos pues que el tiempo avanza, probemos por última vez..". y enrumbaron hacia la casa de un  paisano apellidado Bardales, llegaron y ya en el predio, don Reynaldo tocó la puerta dando tres golpes con la mano y de inmediato gritó: !ENCOMIENDAAA!!!!

Y como por arte de magia el paisano abrió la puerta y el "Panzón"  le dijo…:  "ENCOMIENDA tu alma a Dios y cáete con tu óbolo pro fiestas "pajarito"...  los miembros de la comisión saludaron y el paisano cordialmente los hizo pasar y con su esposa entregaron su colaboración, entre risas y abrazos, celebraron el ingenio y la agudeza de don Reynaldo, haciendo recuerdos de los amigos y de las costumbres de nuestro pueblo.

No decimos que los comités, con sus aportaciones, sufragaban los gastos que requiere algún aspecto de las Fiestas Patronales; pero si creemos que antes y ahora, este tipo de reuniones han mantenido y mantienen siempre vivo el espíritu de amor por lo nuestro.

Recordado 'Panzón' Reynado Quispe

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