EL ÚLTIMO DE LOS MORROCOS
Mi tributo a los
sanmiguelinos que,
lejos de nuestra provincia,
también hacen San Miguel
PPgalvez
Las sombras de la tarde limeña con su pequeñísima garua caía en aquellos días de un invierno de los años setentas u ochentas del siglo pasado. Comenzaba a caer la noche y en un taller de una de las cuadras del jirón Huancabamba, en Breña, los ayudantes se apresuraban a terminar la tarea.
Uno lijaba, otro charolaba y otros,
como barrer, arreglaban los "trabajos" terminados haciendo espacio
para la reunión de la “Peña Sanmiguelina”.
El maestro Arbando Huerta, ayudado por
Clotaldo, bajaban los instrumentos y organizaban el lugar donde se ubicarían
los músicos. La Batería, dijo tendría un lugar especial y los demás estarian en
los "bancos de trabajo".
Llegó Alfonso Malca (músico talentoso y
cuidadoso de los arreglos musicales) conversaba con Arbando, en tanto llegaban,
en mancha, Lucho Elera, Rafael Malca "Chimbalcao”, Walter Polar, Lucho
Quiroz y Homero Reyes; aparecieron Ramiro con César "Tres patines"
(el mayor de los Huerta), ahí nomás llego el "Ashé" y entre saludos y
abrazos comenzó la "batidera".
Las canciones no se hicieron esperar,
ya mandaban por su tanda y las chelas animaron la reunión. No sé cómo y a qué
hora “el Gato" apareció y ya estaba marcando la percusión detrás de la
batería; pero ahí estaba con su cara de "enojao".
Se tocó "La carcelera",
"Flor de café"; los infalibles "Jarro Verde", "Mi
linda Sanmiguelina” y "Morenita", y en ese ambiente se vivía San
Miguel y Lucho gritaba: "Purito San Miguel..., purito San Miguel”.
Yo, era uno más del grupo, la alegría y
las emociones eran con sabor a terruño, todos cantaban, todos gritaban y no había
uno que no sintiera alegría por la reunión y nostalgia por nuestro pueblo.
Habrían pasado dos o tres horas y más
de tres cajas de cerveza y algunas dos botellitas de Pisco y otras de Coca cola,
cuando se tocaba y coreaba “Mi Burrito Tabanero" cuando al grito de
“La Burra, La Burra", Lucho Elera bailaba y giraba de contento y en eso, apareció
Clotaldo y le plantó un beso en la mejilla, las risas llenaron el taller
y el "Coty " botella en mano alargaba "el hocico" buscando
otra víctima para su despropósito, mismo que era celebrado con risas y burlas
para el que era besado.
Así fue esa noche y así eran las noches
de amigos y paisanos, de recuerdos y nostalgias en Lima y eso me hizo imaginar
los días de mi San Miguel en que llegaron los instrumentos de música
donados por don Salomón Quiroz (Diputado por Cajamarca) y como me contaba mi
compadre Oscar Adrianzén (porque él sí estuvo allí), aquellos se veían
"linchitos" y se veían como una esperanza para poder afiatar una
buena banda de músicos propia de San Miguel.
Hago esta remembranza, porque parecería
que allí empezó a reforzarse el amor por la música y con ello los ambientes con
"Sabor a San Miguel".
Preguntando a Oscar y a Arbando, me
dieron los nombres de los primeros personajes que integraron aquella Banda de Músicos
de San Miguel:
1. REYNALDO
QUISPE DIRECTOR
2. PAUCAR
HERMOGENES BOMBO
3. QUIROZ
MALCA VITELLO PLATILLOS
4. HUERTA
MALCA SEGUNDO ISAIAS TAMBOR
5. QUISPE
FELICIANO SAXO
ALTO
6. MONTENEGRO
JUAN PISTÓN
7. QUISPE
HECTOR SOPRANO
8. ALCANTARA
ADRIANO PISTON
REQUINTO
9. PAUCAR
AUGUSTO CLARINETE
10. CAPELLAN
ALEJANDRO BAJO
MARCANTE
11. SANTACRUZ
CAMILO CLAVICOR
12. COTRINA
NATIVIDAD CLAVICOR
13. PINILLO
VILLANUEVA PORFIRIO BAJO SOLO
14. QUISPE
HUMBERTO CLARINETE
15. MALCA
JOSE (PARPA) BAJO
SOLO
16. MONTENEGRO
JUAN (HIJO) PISTÓN
17. COTRINA
ROJAS ROSAS PISTÓN
Y aunque no están todos , aquí podemos
ver a los principales que son ancestros y/o relacionados con los que hoy nos
entregan los arpegios que dan vida a nuestra "alma Sanmiguelina".
Allí figuran los "Morrocos",
apodo con el que se les conocía a alguno de ellos y que en mi entender
infantil, todos los músicos eran "Morrocos".
Estos hechos y estas imaginaciones, además
del conocimiento musical y su desempeño como su gran amistad, el amor por su
pueblo y su gran cordialidad, hace que se los muestre como los últimos de los
Morrocos (por ahora).
Alfonso Malca Malca a quien le debemos
la escritura de las partituras de "Jarro verde", “Morenita” y
otros para los diferentes instrumentos de una banda de músicos, su dedicación
a la música popular y religiosa de nuestro pueblo y su dedicación desinteresada
en las noches de “Peña Sanmiguelina” y Arbando Huerta Cotrina, músico -
carpintero, organizador, promotor, dueño del taller y animador de las reuniones
en las que con Alfonso Malca y otros amigos con su arte y su genuino amor por
San Miguel, mantenían viva la llama de la nostalgia y amor por nuestro pueblo.
Estoy seguro que serán invitados al próximo
encuentro de escritores y artistas y también estoy seguro que ellos ya han
pasado a formar parte de esa pléyade de músicos que están en las mentes y en la
historia de nuestro querido San Miguel.
PPgalvez
Chicago, 3 de Marzo 2014
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