Saturday, March 08, 2014

DINA BARRANTES Y LOS TEJIDOS DE SAN MIGUEL / César Vásquez Barrantes

DINA BARRANTES Y LOS TEJIDOS DE SAN MIGUEL

César Vásquez Barrantes
Señora Dina Barrantes Quiroz

El 25 de febrero del presente año se celebró el cuarto aniversario del fallecimiento de mi madre Dina Barrantes Quiroz.


Quiero en esta remembranza hacer un homenaje a mi Madre y a las mujeres Sanmiguelinas que han trabajado y trabajan en el anonimato, contribuyendo de manera directa  al desarrollo del País.



Mi Madre desde muy temprano tuvo inquietud emprendedora y trabajó  arduamente en el proceso productivo de los tejidos de San Miguel, patrimonio cultural de nuestro pueblo, único en el departamento de Cajamarca; esta costumbre la aprendió y practicó a lado de su madre, mi querida abuelita Mercedes Quiroz Arvildo.



Recuerdo en mi niñez que en San Miguel había una febril actividad en la confección de los tejidos de hilo, donde participaban con mucho entusiasmo las mujeres Sanmiguelinas, era todo un proceso de producción que comenzaba con la llegada de los hilos o la fabricación de los mismos como en el caso de las prendas de lana de ovino. En todo este proceso  teníamos involucradas en su mayoría a las mujeres de San Miguel quienes con esta actividad solventaban o ayudaban al sostenimiento de sus hogares.



El esfuerzo de mi madre se centró  en la comercialización con su participación año tras año en las  ferias regionales y nacionales llevando el producto bandera de San Miguel, las obras (término con el que se refería en nuestro pueblo a esta actividad).



Los tejidos Sanmiguelinos eran  de hilo  hechos a mano con el sistema de callua que es una alternativa a los telares que se conocían en otros pueblos. Una de las ferias más importantes sin lugar a dudas era de Corpus Christi en Cajamarca, para la cual mi madre se preparaba cuidadosamente poniendo mucho  énfasis  en la calidad de tejido que iba a exponer. Ella era exigente y supervisaba el proceso desde la selección de los hilos hasta tener el producto  terminado.

    
Individual de mesa  tejido con hilo de algodón mercerizado

El viaje a la feria de Corpus Christi se programaba con mucho entusiasmo y la reserva del asiento en el camión de don Vitalicio Yeckle se hacía con un año de anticipación, el viaje comenzaba muy temprano por la mañana y en el camión Ford íbamos recorriendo Jangalá, Llapa, Mutuy, El Empalme, siempre flanqueados por el este con  el hermoso  Castillo de Cochán, y así seguíamos ascendiendo hasta llegar a  la parte alta de San Miguel denominada  la Jalca. El viaje se hacía muy ameno con los cuentos y los dichos de don Vita, la mayoría de  pasajeros eran expositores de tejidos de San Miguel, muchos de ellos llevaban el fiambre que consistía en deliciosos potajes como gallina, cuy, tamales en hoja de tuyo o un sabroso asado de cerdo, el ambiente era de camaradería  y de optimismo,  Al medio día llegábamos  al restaurant La Aurora, hacíamos un descanso para almorzar. Don Vita revisaba acuciosamente su camión. Después de almorzar reiniciábamos el viaje de una tres o cuatro horas pasábamos por una alturas arriba de los 3,000 msnm el   frio aumentaba cuando pasábamos por la lagunas, mejoraba cuando pasábamos  por unas inmensas plantaciones de Pinos (hoy Granja Porcón), así continuaba nuestro camino muy cerca de lo que son los yacimientos auríferos de Yanacocha para luego descender y llegar a Cajamaraca en donde permaneceríamos por espacio de una semana.



Al llegar lo primero que hacíamos era guardar las cosas en el hotel e ir a los Baños del Inca y tener un baño placentero, el que repetíamos todos los días muy temprano.



En Cajamarca vivía un distinguido sanmiguelino el Sr. Juan Quispe, empresario en Hotelería y Turismo, quien de voluntad propia actuaba como un promotor ad honoren de los tejidos de San Miguel, daba estadía gratuita a los participantes de la feria en su Hotel que se encontraba en la plaza de armas de Cajamarca. El Sr. Juan Quispe proporcionaba un ambiente para la exposición y venta de los tejidos en la Feria y para cerrar con broche de oro organizaba una cena de gala en su hotel para las expositoras de los tejidos de San Miguel que eran sus paisanas.

 Las obras que se exponían era productos de aplicación para el hogar tales como:  servilletas de té, café, vino, coctel, manteles de mesa, cubrecamas, ponchos tipo chalan, otros utilitarios como alforjas, chalinas, toallas, etc.



Grande fue la satisfacción de Mamá Dina cuando por varios años yo y mi esposa Mary, para no perder la costumbre participamos en la Feria Internacional de Artesanía en Florencia - Italia, llevando los famosos tejidos de San Miguel los que fueron suministrados por mi Madre.



Así pasó su vida en San Miguel mamá Dina junto a su esposo, Eusebio Vásquez, trabajando palmo a palmo por el progreso de su familia.



Quiero reiterar mi homenaje a mi madre por su voluntad emprendedora y también  a las damas Sanmiguelinas que hicieron de esta actividad su modo de vida y a quienes  siguen con esta tradición de producir los tejidos de San Miguel, mi saludo cariñoso para Barbarita Mendoza y Martina Hernández.



 

 
Tejidos de San Miguel: Ponchos tipo chalan, cubrecama, mantel de meza, pisos de mesa servilletas y alforjas

Miami, USA

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