Saturday, September 04, 2010

HISTORIA DE VIDAS EJEMPLARES / Huber Lozano Ramírez

Una calle de Quindén Bajo. Foto@rte Pisadiablo

Con el presente testimonio, iniciamos esta importante y delicada columna: "Historia de vida ejemplares", escrita por personas que a pesar de diferentes dificultades han podido sobresalir en la vida, con la finalidad de alentar a otras que se encuentran en tiesgo, abandono y peligro.
Esta columna también debe servir a autoridades en general, candidatos políticos, instituciones públicas y privadas, estudiar los índices de desarrollo humano en que nos encontramos: abandono de la educación y salud de nuestros pueblos; falta de empleo y oportunidades, etc. pilares fundamentales los cuales deberán tenerse en considetación en primer lugar para poder propoponer nuevas ideas y así gobernar eficientemente pensando en el desarrollo sostenible de un nuevo país, desterrando la extrema pobreza, la ignorancia, la tuberculosis, la postración.
Huber Lozano Ramírez, Ingeniero de Minas, nuestro distinguido paisano, muestra aquí su ejemplar historia de vida:

Mi estimado, quisiera que analices esta historia de mi vida quizás a muchas personas les pueda ayudar e identificar y así busquen salir adelante a pesar de todo.

Un 26 de noviembre de 1984, nací en la ciudad de Chepén (La Libertad), crecí al lado de mis padres: Elvia Ramírez y Francisco Lozano, a mis hermanos: Feraldo, Tadeo y Esther. Hasta los 6 años en el caserío de Marampampa, un hogar muy humilde pero se respiraba mucho amor. Inicié mis estudios en la Escuela de Marampampa donde existía un sólo profesor para todos los alumnos desde el primer grado hasta el sexto. Recuerdo que nuestros asientos era una tabla sobre 3 adobes en cada lado, y nuestra mesa era otra tabla sobre 6 adobes. Luego mis padres decidieron que en Quindén Bajo (San Miguel) la educación era mucho mejor, así que migramos a ese lugar donde empecé de nuevo; conocer nuevos amigos, muchas personas, un pueblo más organizado; en la escuela existía un profesor por cada aula, una carpeta por cada alumno algo muy nuevo para mí que me inspiró mucho para estudiar, allí inicie mi segundo año de estudio, hasta terminar la escuela el año 1995.

Durante este tiempo la vida era dura, ya mi madre sufría una enfermedad al corazón y como entenderán de la agricultura las cosechas en el mango es anual y toda esa plata se destinaba a los medicamentos y exámenes que requería mi madrecita, así que no me era indiferente asistir a la escuela tomando una taza de té y unos panes con soledad como se dice, fue ahí que se me venía en la mente de ser diferente, soñaba con tener mucho dinero para curar a mi madre. Luego ingresé al Colegio Javier Heraud Pérez, de mi querido Quindén Bajo. Y a pesar de todo lo que sufríamos en el hogar con mamá delicada de salud, con pocos recursos para pasar el día; con falta de buenos lapiceros, cuadernos y ropa para el colegio, y quizás miradas indiferentes de los que si tenían todas estas cosas y encima la propina en los bolsillos para comprar golosinas en la hora del recreo, empecé a ser el primer puesto de mi aula. y ser muy querido por mis maestros.

En 1998, un año muy duro para todos pero sobre todo en mi familia, mi adorada madrecita partió a donde está ahora convertida en un ángel que siempre nos ilumina. Donde me preguntaba a mis 13 años porqué yo tenía que pasar por estas circunstancias de la vida. Pero también servía para darme cuenta que tenia y tengo unos hermanos muy grandes de corazón y un padre con su apoyo incondicional, yo era el último, así que ellos me apoyaban moralmente y decirme que la vida continúa y era una prueba del Todo Poderoso para saber afrontar las cosas de la vida.


A pesar de las circunstancias de mi vida seguía muy firme en los estudios ocupando el primer puesto de mi aula, fue en mi querido colegio donde escuchaba mencionar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la “Decana de América” en las Biografías de Mario Vargas LLosa, Hípólito Unanue, etc. Al culminé el colegio nadie imaginaba que un joven delgado, muy humilde en su forma de vestir, llegaría con el apoyo incondicional de mis hermanos, mi padre y claro mi madrecita desde el cielo, ingresaría a la Decana, no quería ser médico porque el motivo partió al cielo, pero decidí estudiar ingeniería de Minas; entonces mi vida empezó a transformarse después de tantos años de luchar por sobrevivir, venían años de felicidad conocí el amor la que ahora es mi esposa Haydeé Vásquez, creo Dios llevó a una gran mujer de mi vida, mi mamita pero me envió al amor de mi vida quien me ha brindado la dicha de tener 2 hijos muy lindos: Iker y Diego, a quienes trato de darles siempre lo mejor como sueño de todo padre, lo que yo no lo tuve de niño. Ahora, todo un Ingeniero de Minas y trabajando, deseo que esta historia de mi vida sea un ejemplo a seguir de muchos jóvenes que quizás piensen que se acabó su vida, con circunstancias similares a la mía, ¿porqué él lo logró? si el pasó lo mismo que yo estoy pasando, pues si se puede superar y lograr el éxito con perseverancia, sencillez y humildad. Mi querido Amigo analízalo y ve tu si lo publicas en tu Página web. Siempre es bueno las historias de personas que han tenido que pasar cosas muy difíciles pero si las superas se convierten en un ejemplo para muchas personas que necesitan apoyo moral.

Nuevamente muchas gracias,
Tu amigo.

Huber Lozano.

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