Wednesday, January 21, 2015

Entrevista capotiana a Melacio Castro



En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la «entrevista capotiana» con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Melacio Castro.


Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
La huerta bajo cuyo algarrobo nací en un ya lejano diciembre. Se sitúa junto a un pequeño río, en el norte del Perú.

¿Prefiere los animales a la gente?
Mi preferencia por la gente es animalesca. Me basta mirarla para detectar cuándo debe ser necesario guardar cierta distancia.

¿Es usted cruel?
Con la seguridad de poder equivocarme en un diez por ciento, no.

¿Tiene muchos amigos?
Los dedos de una mano me sobran para contarlos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Las de la Tierra misma: que no reconozcan ni asuman ninguna frontera.

¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No. Mis cuatro "mosqueteros", son muy humildes y magníficos.

¿Es usted una persona sincera? 
Nunca lo dudé.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Si se trata de más allá de una semana libre, viajando aunque fuera sin dinero. Si se trata del tiempo libre diario, haciendo deporte o visitando algún local cultural.

¿Qué le da más miedo?
Que las guerras por el tener, acaben con el ser.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Los abusos contra los niños, empezando por los de los eclesiásticos, el dinero que se invierte en la compra de armamento y la corrupción de nuestros gobernantes "demócratas".

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Habría tratado de cultivar, junto a alguna playa,  un jardín matizado de rosas y de papas.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Corro.

¿Sabe cocinar?
Desde mi niñez, siempre me gustó darle a mis manos el placer de pelar las cebollas y desmenuzar, entre otros alimentos, los ajos. Hago mía (peruanizo) la filosofía mexicana: "Comida sin ajo, comida pal'carajo".

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
No creo que mi dignidad sea capaz de aceptar semejante encargo para semejante ejemplar, por lo general maestro en la desinformación y en la manipulación.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Suyakuy, suyapakuy. Los indígenas quechuas, mis hermanas y hermanos, lo dicen de corazón.

¿Y la más peligrosa?
La palabra relacionada con la Historia, "olvido".

¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, a un terrateniente peruano que para demostrar ser hombre, se atribuía la necesidad de violar a sus más hermosas semisiervas. Murió comiendo carne.

¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Las que se relacionan con el no robar, el no mentir y el no ser ocioso.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Cóndor.

¿Cuáles son sus vicios principales?
Consumir chirimoyas hasta que alguien me lo impida.

¿Y sus virtudes?
Ser fiel a los que quiero y a los que me quieren.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
El vuelo de un Cóndor.

* http://almaenlaspalabras.blogspot.com.es/


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