ENTREVISTA
AL DIABLO DEL CARNAVAL DE SAN MIGUEL:
MARTÍN ROJAS
DÍAZ
Cultural Pis@diablo, entrevistó a Martín Rojas Díaz, quien por varios
años consecutivos encarnó al DIABLO DEL CARNAVAL SANMIGUELINO, Martín radica en
Lima y por fiestas patronales de nuestro pueblo San Miguel, regularmente acude
a disfrutar de sus tradiciones y reencontrarse con muchas amistades, aunque
seguramente las actuales generaciones no lo reconozcan o sepan quién es él,
anticipamos que cultivó el deporte y la pintura. He aquí su palabra y
compromiso para tenerlo en cuenta y contribución a la cultura de nuestra
tierra, más su disponibilidad a seguir vistiéndose de aquel temido diablo del
carnaval de antaño.
Estamos plenamente de acuerdo con él, hay que impulsar el carnaval de San
Miguel hasta conseguir fortalecer nuestra identidad y enrumbe caminos hacia el
turismo y la prosperidad, gozamos de muchos recursos, atractivos, fortalezas y
creatividad.
La presente entrevista fue hecha para una tesis de doctorado a petición
de una compatriota nuestra en una universidad de Francia. Víctor Hugo Alvítez.
Cultural Pis@diablo (CP). ¿Cuál es tu nombre completo?
Martín Rojas Díaz (MRD). Mi nombre es Martín Rojas Díaz, más conocido como 'Chueco' Martín.
CP. ¿Cuántos años tienes?
MRD. 59 años.
CP. ¿Has participado anualmente como diablo del carnaval sanmiguelino,
desde cuándo?
MRD. Sí, todos los años, desde que tenía 14 años
hasta que me fui a vivir a Lima en los años ‘70s.
CP. ¿Sientes que la máscara o el disfraz te daban poder para lo que hacías?
MRD. Sí, la gente tiene miedo al diablo, a la
máscara, a los chicotazos que le puede caer, no al 'Chueco' Martín, todos somos
amigos y paisanos. Yo fui el diablo que abría campo -como se dice- con su
baticola o trenzado, el día sábado de Carnaval cuando ingresábamos con toda la
comparsa de Ño Carnavalón desde la casa de doña Mavila Goicochea donde nos
alistábamos o cambiábamos.
CP. ¿Hay fotografías de aquellos años?
MRD. Sí debe haber, pero yo no tengo. Esos tiempos
eran muy escasos los fotógrafos en nuestra tierra.
CP. ¿Quisieras ser parte del carnaval sanmiguelino, con el mismo personaje de diablo?
MRD. Me encanta la idea, avísenme nomás, vivo en
Lima; yo mismo puedo mandarme hacer el disfraz, sé cómo es, recuerdo
perfectamente aquel mameluco rojo candela.
CP. ¿Recuerdas la primera vez que saliste de diablo, quién te propuso?
MRD. Como te dije fue cuando tenía 14 años la
primera vez que salí de diablo, fue bacán. Como tú sabes, a mí me gusta el arte
y eso genera valores: respecto, rectitud, humildad, sencillez, honradez; uno se
siente muy bien con su tierra y con la gente, me llena de orgullo de haber hecho
este personaje de diablo. Para entonces el Soco ya había dejado de ser el
diablo en el carnaval.
CP. ¿Comentas tu experiencia con otras personas?
MRD. Bastante, la gente tiene mucho recuerdo y
ellos son los que me traen a la memoria aquellos tiempos tan bonitos que hemos
vivido en San Miguel. Les da mucha risa, varios de ellos también recibieron su
chicotazo en su oportunidad. Se acuerdan todavía.
CP. ¿Te llaman con el sobre nombre de diablo, tus amigos?
MRD. No, solamente como el 'Chueco'.
CP. ¿Cuál era la reacción de tu familia sobre el personaje?
MRD. Felices, ya sabían que yo iba a ser el diablo,
nuevamente.
CP. ¿Cuál podría ser la mejor experiencia como diablo y la peor?
MRD. La mayor satisfacción y recuerdo de haber
encarnado ese personaje en el carnaval sanmiguelino me ha generado muchas
amistades y respeto. La peor es cuando algunos muchachos iban por mi tras y me
jalaban del rabo, una vez me hicieron caer a una acequia; otras veces recibía
varios globazos de agua, algunos llenos de anilina de diferentes colores. De
alguna manera se vengaban de mí.
CP. Al final has sentido euforia, orgullo, ¿lo volverías hacer?
MRD. Se siente mucho orgullo, yo lo volvería hacer
cuantas veces sea necesario, solamente pásenme la voz.
SOBRE EL TRAJE O DISFRAZ DEL DIABLO
CP. ¿El vestuario te perteneció, quién lo confeccionó?
MRD. Yo heredé el disfraz de nuestro amigo Manuel
Díaz Villate “Soco”, él había heredado de su hermano mayor llamado Carlos,
quien falleció joven. El disfraz del diablo es como un mameluco todo de color
rojo que uno se coloca y tiene que abotonarlo en el pecho, tiene capucha con
dos cachos grandes encima. Las máscaras que se utilizan pueden ser de vampiro,
diablo, gorila, etc., es decir las más feas que puede haber existido. El rabo
era de soga envuelta o torcida con alambre.
Recuerdo que don Franco “Cuy” era uno de los
principales organizadores, él había conseguido los abrigos y polainas de don
Jacobito para que lo vistan al Carnavalón, al que lo sacaban en un caballo que alquilaban.
También alquilábamos burros para que salgan otros disfrazados.
Una vez el ‘Pecoso’ Oliverio sacó el trenzado de la
dirección de la escuela donde su viejo era el director.
Otros llevaban sostenes y fustanes de sus mamás o
de sus hermanas para que salgan disfrazados de mujeres. Era un vacilón.
CP. ¿Alguna vez has pensado en mejorar o cambiar el personaje del diablo?
MRD. Al diablo no se lo puede cambiar, es el
principal personaje en la llegada o ingreso triunfal de Ño Carnavalón el sábado
de carnaval, sin él no habría atracción, suspenso ni diversión, no sería
carnaval de San Miguel el que verdaderamente hemos gozado grandes y chicos.
SOBRE LA ACTUACIÓN DEL DIABLO
Martín Rojas Díaz, compartiendo con amigos en San Miguel
CP. ¿Durante tu participación interactual
te identificas con un personaje en especial?
MRD. El diablo, siempre fue para mí el más
importante. Cualquiera no lo hace. Antes cuando era niño también me asustaba y
si es posible me metía debajo mi cama de miedo, no salía de mi casa.
CP. ¿Preparas mentalmente lo que vas a hacer, a quién vas a corretear?
MRD. Sí, es como una travesura, incluso cuando
estamos disfrazándonos nos invitan una botella de cañazo (aguardiente) a todos
para tomar más valor. Los correteaba solamente a los muchachos y en especial a
esos más palomillas.
CP. ¿Has visto otras fiestas con diablos y has comparado con el de tu tierra?
MRD. Hay muchas fiestas con diablos, con danzas,
pero no se aparecen al diablo de San Miguel, ese era el verdadero diablo, es
único, el más original. Nosotros somos Pisadiablos porque nuestro Arcángel San
Miguel, está pisando al diablo (risas), de eso tenemos mucha influencia.
CP. Durante tu recorrido ¿cómo reaccionaba la gente: con fastidio, risa, juega contigo?
MRD. Será con fastidio y temor, algunos se
descontaban cuando estaba descuidado y me jalaban del rabo hasta hacerme caer,
o me echaban agua y tiraban globos por mi espalda. Se descontaban de alguna
manera.
CP. ¿La gente te llamaba, gritaba, provocaba?
MRD. Me provocaban, es allí donde los correteaba
hasta alcanzarlos y les caían sus buenos baticolazos, hasta hoy se acuerdan.
CP. Algunas sugerencias u otros datos que puedas aportar.
MRD. Debe quedar como recuerdo y que nunca muera
esta tradición en nuestro pueblo. Yo puedo ser humilde pero siento que tengo
'un millón de amigos' -como dice la canción- porque precisamente hemos gozado a
plenitud nuestra fiesta del carnaval con gran amistad y fraternidad
sanmiguelina
Estoy dispuesto a venir y disfrazarme de diablo
cuantas veces sea necesario, siempre estoy llano a participar.
CP. Muchas gracias Martín por tus recuerdos.
MRD. Gracias Víctor Hugo, me he llenado de emoción,
hay que revivir al carnaval sanmiguelino como aquellos tiempos.
El Diablo del Carnaval Sanmiguelino "Chueco Martín" brindando fraternalmente
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