Elmer Rodas Cubas
SEQUÍA
Mis pasos a rastras
yuxtapuestos al designio polvoroso del verano;
repudió la lluvia la arcillosa piel de los bueyes,
mientras charcos enfermizos
fermentan apagados batracios.
Mis brazos de árbol, larvados de trabajo,
abren sus páginas que defolia el viento,
y lloro al mirar la brumosa lejanía
que ahoga el camino bajo colores ignotos.
Respirando a puñaladas de sol,
mientras se curten las piedras,
ígneas lagartijas, sulfuran sus aguzadas proas;
y es cuando pesa la alforja
repleta de halagüeños tubérculos,
mientras imagino la devastación de mi
fogón en orfandad.
¡Cómo quisiera beber ahora de
aquella borrascosa soledad!
de aquel río verde y frío de donde
abrevaban mis raíces tiernas;
repasar esas hojas humedecidas
al compás de distantes músicas,
ubicar un mugido emergiendo
dentro de la niebla,
imaginándome que mis pisadas
van disipando melancolías y
mi estomago va encendiéndose azul ,
por un cañazo fraterno.
Pero columbran ya los surcos cejijuntos,
el juramento del invierno,
y se extingue el erosivo fuego,
y mis manos, al recibir la lluvia,
dejan brotar al fin
semillas fermentadas,
prevalecidas entre mis arrugas.
Del poemario inédito: "PASION Y PUEBLERIAS", tiene además por publicar la novela "ISLITA SERRANA". Joven abogado sanmiguelino, talentoso artista de la música, la pintura, la fotografía y la literatura.
yuxtapuestos al designio polvoroso del verano;
repudió la lluvia la arcillosa piel de los bueyes,
mientras charcos enfermizos
fermentan apagados batracios.
Mis brazos de árbol, larvados de trabajo,
abren sus páginas que defolia el viento,
y lloro al mirar la brumosa lejanía
que ahoga el camino bajo colores ignotos.
Respirando a puñaladas de sol,
mientras se curten las piedras,
ígneas lagartijas, sulfuran sus aguzadas proas;
y es cuando pesa la alforja
repleta de halagüeños tubérculos,
mientras imagino la devastación de mi
fogón en orfandad.
¡Cómo quisiera beber ahora de
aquella borrascosa soledad!
de aquel río verde y frío de donde
abrevaban mis raíces tiernas;
repasar esas hojas humedecidas
al compás de distantes músicas,
ubicar un mugido emergiendo
dentro de la niebla,
imaginándome que mis pisadas
van disipando melancolías y
mi estomago va encendiéndose azul ,
por un cañazo fraterno.
Pero columbran ya los surcos cejijuntos,
el juramento del invierno,
y se extingue el erosivo fuego,
y mis manos, al recibir la lluvia,
dejan brotar al fin
semillas fermentadas,
prevalecidas entre mis arrugas.
Del poemario inédito: "PASION Y PUEBLERIAS", tiene además por publicar la novela "ISLITA SERRANA". Joven abogado sanmiguelino, talentoso artista de la música, la pintura, la fotografía y la literatura.
Foto@rte Pisadiablo
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