Sunday, October 22, 2017

Demetrio Quiroz Malca: Un poeta de alma franca y rebelde / Maynor Freyre



 
16. Demetrio Quiroz Malca: Un poeta de alma franca y rebelde
(Revista Horizontes Universitarios, N° 75, Ene./65) 

Pis@diablo Cultural.- El año 2013, la Asociación Provncial de Escritores Sanmiguelinos (APESAM), hizo realidad el I Encuentro de Poetas, Escritores y Artistas "DEMETRIO QUIROZ-MALCA, en nuestra ciudad de San Miguel de Pallaques y cuna del Poeta mayor y Premio Nacional de Poesía Demetrio Quiroz-Malca, bajo la organización de la Municipalidad Provincial de San Miguel y APESAM. Dicho evento sirvió para reimpulsar la antología poética de nuestro Poeta, gestada por el suscrito, durante algún tiempo, resultando precisamente UNA VOZ EN EL CAMINO. Poesía completa de Demetrio Quiroz-Malca, edición financiada y auspiciada íntegramente por nuestra municipalidad; compilación que desde el artículo presente Maynor Freyre y otros estudiosos de la literatura peruana reclamaban siempre. Solamente nos queda decir: ¡Misión cumplida! con total satisfacción. Pis@diablo.



Un espejo bigote monta sobre los labios de Demetrio Quiroz Malca. Su mirada es vivaz y cuando habla su voz adquiere la tonalidad de quien relata. Este poeta cajamarquino trata de enviar al mundo un mensaje de amor mediante su intermitente producción, que se inició en 1946 con Mármoles y vuelos, obra con la que obtuvo el primer premio en un concurso promovido por la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; le siguen Tierra partida (1948); Agonía del amor (1951), ganadora de Menciones honrosas del Premio Nacional de Poesía; Poesía (1956), que contiene varios poemarios, entre ellos la obra laureada con el Premio Nacional de Poesía de 1955: La palabra sencilla; Hacia la ternura (Prosa, 1957); Ventana al cielo (1958); Poemas del ángel (1962); y por último Judas (1965). América, tierra de todos y Diario del tiempo son sus dos obras próximas a publicar.

De pequeña estatura, el poeta es un hombre sencillo que pide comprensión a la humanidad, ternura. Es que considera que siendo ésta una época clamorosa por la que atravesamos hay que hacer un constante llamado a la paz de los pueblos.

Él es también un profesor de secundaria y amante padre de varios hijos, uno de los cuales escribe versos desde los siete años.

Pronto, entre en el vaivén de nuestra conversación surgen los temas de actualidad; así llegamos al punto de que si el estudiante universitario debe participar o no de la vida nacional. Demetrio opina que sí, debido a su energía y virilidad, pues una vez que se convierte en un ciudadano lleno de deberes y obligaciones, las pasiones se aquietan. Considera que es menester que ellos, los universitarios, con su mayor pureza libres de intereses y componendas, hablen sobre el hambre del pueblo y otros problemas.

–Yo conocí a grandes políticos universitarios, auténticos –rememora disimulando un dejo de nostalgia–; pero luego al plegarse a determinados grupos políticos defendían ya no la justicia sino una falsa bandera.

Pena de muerte y autonomía universitaria

–No he tenido oportunidad de firmar un documento que determine mi absoluta disconformidad contra esa insensible «pena de muerte»– dice tajante al referirse a la nefasta ley dada últimamente por el Gobierno–. Hay que considerar la situación en que viven nuestros indígenas: piden y no les dan. Los intereses políticos malogran las buenas intenciones, como en el caso de la Reforma Agraria. Pero alguna vez alguien tendrá que dirigir la reforma y saldrá airoso. Lastimosamente algunas facciones pertenecientes a grupos renovadores se han plegado a quienes por intereses o por compromisos, defienden esa infausta ley. Personas como Mejía Baca, circunspecto y reflexivo la generalidad de las veces, han tildado enfáticamente de «una canallada» la condena de pena de muerte a las ideas.
--En lo que se refiere al atentado contra la autonomía universitaria, que valientemente rechazó el rector de la Universidad de Ingeniería, Mario Samamé Boggio, cabría añadir esta pregunta –nos dice Demetrio con acento seguro–: siendo la juventud universitaria dueña de una ideología propia de su años y de una conciencia cívica esplendorosa, ¿por qué otras entidades tienen que entrometerse? Si el estudiante se rebela no es porque lo estén engañando; la verdad es que la cosa no marcha bien.
--Lo que sí es necesario es el buscar darle un sentido exacto a las universidades, a las entidades culturales, para que el estudio y el trabajo tomen un verdadero sentido –a medida que intimamos Malca me parece más sincero–. Existen una serie de mentirillas creadas para esconder los defectos de nuestra sociedad. Pero el valor de los jóvenes jamás les será arrebatado con amenazas. La juventud espera y busca sólo la verdad.
Luego tratamos del espíritu mediocre que domina al pueblo peruano. Condenamos la mediatización en que cae el hombre que egresa de la universidad cuando tiene que buscar «una manera de vivir», cuando la realidad los desengaña y la lucha los agota. Me da la impresión de ver a un Demetrio Quiroz Malca lleno de inquietudes y de ideales y que ahora, en autoconfesión, expresa «si el ambiente fuera diferente el hombre no cambiaría al dejar los claustros».

El periodismo nacional

Habiéndose promulgado recientemente la Ley de Profesionalización del Periodista en el Perú, este tema no podía ser eludido.
Quiroz Malca considera que el periodista tiene como funciones principales las de orientar y dirigir a la opinión pública, ya que el periodismo es tal vez el medio más moderno y efectivo que orienta el espíritu de las gentes. En cuanto a la ley obtenida, la calificó de «magnífica, aunque no cabal». Y es que los culpables, según su concepto, son las empresas periodísticas, que no se ciñen a las reglas que toda entidad informativa debe respetar. Así por ejemplo, señaló la rimbombancia que se le da a ciertas noticias que rayan prcticamente en la falsedad una vez que son infladas. La moralización de la prensa nacional es otra necesidad imperante para llegar ala verdad. Concluyendo nos declara que muchas veces los intereses creados pueden más que la verdad y que «sólo la formación profesional y la superación espiritual deberían ser las bases del periodismo».´
– Imagínese que siendo estudiante en San Marcos, seguía los estudios de letras y a la vez los de medicina, abandonando estos últimos por que cierto día, cuando nos llevaron por primera vez a la Morgue, me encontré con que los estudiantes de años más avanzados, tal vez con el fin de impresionarnos, realizaban bromas de pésimo gusto con el cadáver de una hermosa joven. Había entre ellos hombres y mujeres.
En este último sencillo relato se muestra el alma franca y humana del poeta, su respeto por los valores de la vida y por la muerte. Su indignación ante la injusticia y su rebeldía frente a ella.

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