Wednesday, May 15, 2013

A la memoria de mi padre Telmo Quiroz Castañeda / Ana María Quiroz


A la memoria de mi padre Telmo Quiroz Castañeda

(Mayo 10, 1913 – Febrero 23, 2005)


Ana María Quiroz
 


Señor TELMO QUIROZ CASTAÑEDA acompañado de su digna esposa señora María Luisa Rojas Barrantes 
Empezaré por la última etapa de su vida, cuando se ubicaba mejor en el pasado que en el presente y vivía  dispuesto a emprender el retorno a San Miguel de Pallaques, su tierra natal. Fuerte, impecable, erguido y a paso ligero, subía, bajaba y estaba pendiente de las puertas, se preparaba para salir en rumbo. Hasta el final de su vida, fue como decía mi hermana Lely más inquieto que una ardilla.   

Telmo Quiroz Castañeda era el número cuatro de ocho hijos. Quiterio Quiroz Quiroz era su papá y Miguel Quiroz Tapia su abuelo paterno; no recuerdo información alguna sobre su abuela paterna. Su mamá Aurelia Castañeda Cubas era una de dos hijas que Jacinta Cubas tuvo con Juan del Carmen Castañeda. 


Mi padre heredó de su mamá una tremenda vitalidad y capacidad de trabajo, ella era recordada como incansable y mi padre lo era. Cuando viajé a su lado oí sus consejos, sus anécdotas divertidas y relatos. Me contó que a sus padres les había costado mucho trabajo conseguir lo suficiente para abastecer a tantos hijos.  Las carencias habían motivado en él un gran espíritu de lucha y un ferviente deseo de vivir mejor.  


Su perspicacia siempre fue notable, estaba al tanto de lo que ocurría a su alrededor y en el mundo.  Aprovechó al máximo sus estudios en la escuela de su pueblo. Se matriculó a distancia en Escuelas Americanas en el curso de contabilidad, compró una pequeña colección de historias de grandes hombres y quedó conmovido con la de  Abraham Lincoln.


Era todavía niño cuando adquirió experiencia ayudando como vendedor a un comerciante en Chepén. Al año regreso a San Miguel y abrió su propio negocio, de inicio tuvo mucha clientela, le fue fácil conseguir cada vez más mercadería a consignación. Aun no había cumplido su mayoría de edad cuando compró su primera vivienda, lo hizo representado por su papá.  

Soy la última de sus 12 hijos, iba con él a San Miguel cada vez que empezaban mis vacaciones escolares en Lima desde que hacia la primaria. Y viajar al borde de tan profundos abismos, por esas angostas e interminables trochas no era ningún drama si él iba al timón, ni siquiera en época de derrumbes e inundaciones.  Con la misma sensatez lo vi manejar su vida, cuando alguien intentó perjudicarlo, se defendió con esa energía, honestidad y sabiduría que lo caracterizaron. 

Señor Telmo Quiroz, tronco de una amplia familia, desde terraza de su casa con parte de sus descendientes; balcón desde donde tantas veces miró el progreso y futuro de San Miguel. 
En mis recuerdos de infancia lo veo muy temprano, ya desayunado y listo para atender sus responsabilidades, al tanto de todo, hasta del alimento de sus perros. Mi madre tenía muy fuerte trajín a su lado y lo asumía con abnegación. Abría la tienda a las 7 de la mañana por 12 horas o más. Era muy trabajador pero eso no le impedía ser sociable, le gustaba recibir amigos en casa.

No fue un hombre bohemio aunque siempre estuvo presto a celebrar y a bailar. La música le era infaltable, tangos, boleros, rancheras, sanjuanitos y cumbias como las de Lizandro Meza eran de su predilección. Era un hombre risueño y alegre, solía recordar anécdotas divertidas  como las de su amigo de infancia el Dr. Artemio Gálvez Vera, tan ocurrente e ingenioso.


Su trayectoria en negocios lo llevó a la dirección de la empresa Representaciones S.A. en Pacasmayo, que mas tarde dejó para invertir su capital en una considerable extensión de tierra. Don Rafael Castro Mendivil le vendió Tanón, cerca de tres mil hectáreas ubicadas en la parte yunga de la provincia, zona cálida los 12 meses del año. Un tercio dependiente de la lluvia y gran parte árida y rocosa. Con el fin de llevar agua a esa tierra seca invirtió lo suyo: capital, creatividad, lucidez y enorme capacidad de trabajo.  


Cuando finalizaba el gobierno del General Velasco Alvarado, llegó a Tanón la Reforma Agraria. TQC tenía ya varios logros en el fundo, una carretera, un canal de riego con el que transformó 700 hectáreas áridas en agrícolas. Las plantaciones de arroz, mango, cítricos, papaya, plátano y otros productos de gran demanda habían cambiado radicalmente el paisaje de Tanón.    


Mi padre fue alertado de la llegada de los representantes de SINAMOS anunciando que los campesinos tomarían posesión de esa parte productiva de la tierra. Prefirió ceder a sus trabajadores el producto de su esfuerzo antes de que eso sucediera. Cedió la tierra a quienes había contratado para trabajar el canal, la carretera, los cultivos, las cosechas, los rodeos, la construcción de pequeñas viviendas entre otros. Y precisamente por eso mientras vivió y visitó Tanón le expresaron reconocimiento, aprecio y gratitud.  


Su economía quedó devastada, pero eso no acabó con su buena disposición hacia los beneficiarios de sus inversiones. Él se identificaba con la gente más sencilla y eso era recíproco, pues la  simpatía era mutua. No dudaba en abreviarles el trayecto a las personas que conocía si las encontraba en la ruta. Continuó yendo a Tanón, seguía siendo propietario de  la parte del fundo donde las aguas del canal no habían llegado.  


La fortaleza moral de Telmo Quiroz Castañeda, su amor por la vida y por su lugar de origen merecen reconocimiento. Sirvió a su pueblo como alcalde y como subprefecto cuando estos cargos no recibían ningún tipo de remuneración y cuando el Estado no invertía en provincias. Hizo uso de sus herramientas o recursos cada vez que emprendió alguna obra en San Miguel.


Entre lo que hizo: el local municipal, la remodelación del local de la subprefectura, la plaza en homenaje a los héroes de la Batalla de San Pablo, la refacción de calles. La donación de la calle que prolongó la 28 de Julio hasta el Estadio y el terreno que quedó hacia la quebrada donde se construyó el Centro Cívico y debía existir un Parque Infantil. ¿Por qué no recordar la recepción que le dio al Presidente Fernando Belaunde cuando San Miguel se convirtió en provincia?


Aunque la reseña recoge solo algunos rasgos de TQC y es mucho lo que omite, se hace presente en el homenaje a su memoria.

  

Inauguración Parque "13 de Julio" monumento y placa recordatoria a sanmiguelinos Héroes Batalla del Pacífico, una de sus obras.
  
Remembranza de mi hermano Willy:

Si quisiera clasificar y encasillar la personalidad de don TQC, simplificando por supuesto, no se me ocurre nada mejor que el de ejecutivo eficaz, estereotipo de comportamiento definido por Peter Drucker en su mundialmente famoso libro que lleva ese nombre. Siempre estaba trabajando, nunca perdía el tiempo ya que es inelástico y los trabajos los sacaba en el plazo previsto tomando atinadas decisiones administrativas. Tenía un ritmo de trabajo muy rápido, era en realidad, un dinamo humano.


Las obras que sacó adelante  en el sector privado fueron: su casa de San Miguel cuyos balcones con barandas verdes adornados con maceteros hacían una conexión visual con el jardín, la huerta y los paisajes de Pabellón y la Banda. Esto hacia una vista panorámica de ensueño.


El canal de regadío de Tanón que incorporó a la agricultura 700 has. de terreno árido. Esta obra era difícil y requería un director de obra con muchísima experiencia. La persona que designó fue don Aníbal Alvarado. Decisión acertada. Yo creo que si  él no hubiese contado con su amigo Aníbal no se hubiese embarcado en tal proyecto. 


TQC salía un día de la semana en caballo a Tanón a pagar a los trabajadores, almorzaba y se pasaba para la costa a comprar  mercadería para reponer stocks y de inmediato retornaba a San  Miguel para vender y  financiar  los pagos de la próxima semana.

La otra obra fue la trocha carrozable de Tanón - Llallan de 12 Km. de distancia. Cuando estaba resolviendo el puente sobre el río Jequetepeque hubo un cambio en el contexto político que paralizó todos sus proyectos en Tanón. Esta obra va en armonía con la observación de Peter Drucker de que los ejecutivos eficaces son muy pocos y son las personas que han hecho el crecimiento económico de sus comunidades. Si lo dejaban trabajar unos años más Tanón hubiera tenido bajo riego más de 2000 hectáreas. De todos modos con esta carretera financiada por su billetera se benefició el poblado de las Paltas y  los bajos de San Luis.


En Tanón puso una escuelita para los hijos de los campesinos. Esta es la base de la que funciona actualmente.


Trabajadores y Regidores del Concejo Provincial de San Miguel de aquellos tiempos. 
Parados: Los señores: Oscar Alvítez, Lorenzo Hernández, Augusto Quiroz (AUQUISA), Carlos Sánchez, Telmo Quiroz (El Sr. Alcalde), Eugenio Monsefú, Julio Soberón y Angel Quispe. Hincados: Porfirio Cueva, Nelson Ramírez, Celso Cotrina, Carlos Cruzado, Emeldo Sánchez, Ramón Goicochea, Rigoberto Becerra y Humberto Pérez. (Foto y texto en Facebook de Milton Pérez Quiroz)

Opinión de Alberto Vidalón del Pino (padre de mi hijo):

"Siempre encontré a tu papá satisfecho con sus logros y con la vida en general.  Entre las muchas experiencias que me compartió pude notar que el Canal de Tanón era su mayor orgullo. El tenía la visión que solo los grandes arquitectos suelen tener, lo que junto a su empeño para sacar adelante sus proyectos hizo que el canal se hiciera realidad; cosa que pude comprobar cuando visite San Miguel.


De tan solo mirar el paisaje y encontrar la fuente de agua de la que se iba a alimentar el canal hasta culminar la obra, uno se percata que solo alguien único y muy especial podía hacerlo. 


¡Qué buena idea esta de recordar los 100 años de Don Telmo Quiroz!"    


Mi hermano Eduardo puntualiza: "esta obra tuvo y tiene un impacto económico para cientos de familias de Tanón, San Luis y San Pablo. Además está la carretera Llallán - Las Paltas con tránsito regular en el año".  


Recuerdos de mi hermana Nichi: mi padre estaba al servicio de los demás. Se adelantó a su tiempo en el sistema de precios, siempre lo más bajo que podía. Todos sus clientes salían satisfechos. El año pasado hablé con un campesino, al identificarme como hija de don Telmo Quiroz Castañeda me dijo: “ah! Ese señor era muy legal, su vara y su balanza eran muy legales, nos vendía barato y nos hacía reír”.


Su éxito como comerciante jamás se debió a la usura, sino a su honradez, a su amor por el trabajo y al gran respeto por todas las personas  “el que sale contento regresa” decía.

La primera vez que me dejó a cargo de la caja me dijo: “hijita, jamás engañes a nadie; los campesinos que no saben leer a veces van a pagar de más, nunca te aproveches de eso, explícales su error”. 


Su tienda era una feria especialmente los domingos en estos días acudían muchos campesinos y él los trataba con cariño y ellos muchas veces le pedían consejos que mi padre se los daba. Cuando el problema era muy complicado les decía vuelve el jueves que hay menos gente y trae tus papeles. Mi padre veía las cosas con tanta claridad, que sin ser abogado, les redactaba escritos para que la gente se defendiera frente a abusos de inescrupulosos que querían quitarles sus terrenos.


Nos contaba que la pobreza lo llevó a sus 13 años de edad a trabajar a Chepén en una próspera tienda de comercio, era un niño y su empleador una buena persona lo trató muy bien, enseñanza que jamás olvidó y él pudo ahorrar su salario de todo el año.


Regresó a San Miguel con su ahorro y con la ayuda de su hermano que vivía en Lima, decidió alquilar un pequeño local para empezar a vender arroz, azúcar sal etc. Trabajaba con tanto entusiasmo que desde allí empezó a llenarse de clientes. No tenía prejuicios; vendía pan que en ese entonces era trabajo de mujeres, ante la burla de su ex compañero de escuela mi padre le dijo “prefiero vender pan honradamente y no estar ocioso y con los bolsillos vacíos”. 


Señor Telmo Quiroz Castañeda (derecha) cede coronación a Reina de Carmaval Elena Villanueva al señor concejal Carlos Sánchez Sánchez, junto a sus damas Elina Alvítez e Iris Huangal, En parte posterior señores:Marco Guzmán, Oscar Alvítez y Prof. Luis Mendoza. 

Yo era niña todavía cuando se aventuró a comprar un fundo de una enorme extensión. Las mejores tierras no tenían agua y él invirtió una gran cantidad de dinero en una irrigación y en una carretera. La ampliación de la frontera agrícola es una obra que debiera merecer un premio nacional.

Cuando la Reforma Agraria amenazó con quitarle sus tierras él, irreverente como era, dijo “a mí nadie me las quita, yo las regalo”. Hace unos meses estuve en Tanón y unos campesinos me dijeron “nosotros somos herederos de su papacito”. 


Lo que mi padre amó fue el trabajo, la creatividad, el servicio a los demás. Sirvió a su pueblo como autoridad, fue alcalde y subprefecto en aquellas épocas en que no había sueldos ni presupuestos para hacer obras pero él hizo varias. 


Era incansable y creativo. Desde que tengo uso de razón recuerdo que en mi casa teníamos agua y desagüe que él mismo instaló cuando nadie en el pueblo contaba con estos servicios.


Cuando estuve en Jaén conocí a un señor que había conocido a mi padre en Pacasmayo me manifestó su gran admiración por él, y me enteré que mi papá había sido presidente de una importante sociedad comercial en Pacasmayo.

Hace algunos años quise poner al día los documentos de nuestras propiedades, buscando en los papeles de la notaría encontré que cuando mi papá compró su primera casa era menor de edad y mi abuelo Quiterio tuvo que representarlo. 


Creía en Dios, pero no era sumiso con los mandatos religiosos que a su juicio no eran importantes. Recuerdo que fue mayordomo de un Viernes Santo y ese día premió a sus trabajadores que arreglaron la iglesia con un excelente almuerzo a base de cordero. Yo sufrí al pensar que mi padre había cometido un pecado grave. Ahora me doy cuenta que era muy sabio.

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