Son tus balcones que en
madrugadas enteras, paseaba y te contaba mis sueños. Luego los tendía
sobre tus barandas como ropa lavada buscando el sol. Eran prendas
despojadas de mi alma y desnuda ella relataba a todos los amores que la
hicieron delirar, arrancar llantos, los
primeros besos, las caricias a escondidas. Llegan ahora después de mucho
tiempo y aparecen como fantasmales doncellas en tus balcones sanmiguelinos por no poder dormir.
Daniel Cubas Romero
Textos: Daniel Cubas Romero
Fotos: Víctor Hugo Alvítez
Víctor Hugo Alvítez Moncada / “Pisadiablo”
SACUDIENDO AUSENCIAS
En pureza de paredes encalichadas
SACUDIENDO AUSENCIAS
En pureza de paredes encalichadas
duerme el tiempo ajándose de dolor
e indolencia
Tejados carmín musgosos
destilan últimas lágrimas
empozando empedrados patios cuadrantes
Sigan correteando niños
terrosos pisos regados con amor
apastelados corredores
de sin fin balaustres
Alegre aguarda la huerta
el traspatio el capulí
sogas columpios
invenciones
el terrado y los juguetes
guardados para ustedes
Tapen la luz de las goteras
desempolven muebles
siéntense a conversar
destapen baúles
saquen sus libros
y lávense manos en aporcelanados
labarotorios y jarras
De empapeladas paredes
penden rostros ancestros
avizorando reencuentros
Es don Casiano Castañeda
con burro cargado de cañas dulces
devoto del Señor del mismísimo nombre
“Señor de Cañas” “Señor de Cañas”
coge escoba esperanza
retira telarañas
sacude ausencias tapetes
tiende alfombras desordenadas
echa a reír con nosotros
echa a jugar con nosotros
¡Don Casianito! ¡Don Casianito!
e indolencia
Tejados carmín musgosos
destilan últimas lágrimas
empozando empedrados patios cuadrantes
Sigan correteando niños
terrosos pisos regados con amor
apastelados corredores
de sin fin balaustres
Alegre aguarda la huerta
el traspatio el capulí
sogas columpios
invenciones
el terrado y los juguetes
guardados para ustedes
Tapen la luz de las goteras
desempolven muebles
siéntense a conversar
destapen baúles
saquen sus libros
y lávense manos en aporcelanados
labarotorios y jarras
De empapeladas paredes
penden rostros ancestros
avizorando reencuentros
Es don Casiano Castañeda
con burro cargado de cañas dulces
devoto del Señor del mismísimo nombre
“Señor de Cañas” “Señor de Cañas”
coge escoba esperanza
retira telarañas
sacude ausencias tapetes
tiende alfombras desordenadas
echa a reír con nosotros
echa a jugar con nosotros
¡Don Casianito! ¡Don Casianito!
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