TRADICIONES SANMIGUELINAS(*)
En: DIOS CAJACHO. Biblioteca campesina. Compilación: Monseñor José Dammert Bellido, Bibliotecarios Rurales de Cajamarca, Alfredo Mires Ortiz. Cajamarca, Impresiones y publicaciones “Obispo Martínez Compañón”, 1987.
La Virgen del Arco
Corría los últimos años del Siglo XVII en San Miguel de Pallaques. Era un 29 de Diciembre. A la hora del Angelus, las campanas de convento fueron echadas a vuelo. El toque de arrebato siempre indicaba algo extraordinario y concentraba a los pobladores. Habían salido los Mercedarios y arrodillados cantaban y orando dando gracias al cielo.
Cuando la gente preguntó qué había pasado, el Prior dijo que mientras había estado orando, habían visto aparecer sobre el arco del portón del convento, la imagen de la Inmaculada Concepción de María.
Por haber aparecido así fue llamada “Virgen del Arco”.
Durante nueve noches se cantó y rezó el rosario.
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Recogido por Arístides Ortega, de San Miguel. (Pág. 45).
TRADICIONES Y LEYENDAS SANMIGUELINAS
Cuando la gente preguntó qué había pasado, el Prior dijo que mientras había estado orando, habían visto aparecer sobre el arco del portón del convento, la imagen de la Inmaculada Concepción de María.
Por haber aparecido así fue llamada “Virgen del Arco”.
Durante nueve noches se cantó y rezó el rosario.
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Recogido por Arístides Ortega, de San Miguel. (Pág. 45).
TRADICIONES Y LEYENDAS SANMIGUELINAS
VIRGEN DEL ARCO
Víctor Hugo Alvítez Moncada
Por aquel entonces, San Miguel era un paraje lleno de bosques en lo que actualmente es la plaza de armas en especial; había muchos árboles de sauce, aliso y cedro, contaba la tía Carmen Huerta. Se dice que un día un pastor estaba buscando su rebaño de ovejas y al detenerse a tomar agua en una acequia cerca de un puquio, apareció a sus pies una tremenda culebra. El hombrecito muy sorprendido y asustado lanzó un inmenso grito: ¡Virgencita del Arco!
Fue cuando entre los árboles y matorrales se presentó la imagen de la Inmaculada Concepción sobre un arco quien la salvó del peligro; llamándose desde ese instante Virgen del Arco a la imagen que en un bello mural pintado sobre la pared de adobe enlucida de barro de la nave izquerda de nuestra iglesia matriz ha quedado perennizada y se erigió como patrona de San Miguel un tiempo no muy lejano, celebrando su fiesta central cada 28 de Diciembre.
Hasta la actualidad es muy venerada en San Miguel, imponiéndose por su belleza y admiración, hasta donde llegan sus devotos a pedirle siga protegiéndolos.
Antiguamente el alto y gran mural mural contaba con escaleras en ambos lados de la efigie, pero por razones de conservación del mismo, se las retiró, considerando que los fieles al adorar y persignarse sobre el óleo iban deteriorando tan preciada obra de arte, la misma que cuenta con una amplia feligresía y devoción que incluso pellizcaban para llevarse pequeños trozos del mural o prendían recuerdos de plata en forma de corazones sobre el mismo, en señal de gratitud por algún milagro concedido.
Agregan otros antiguos pobladores que los dos ángeles que posee en la parte superior fueron inspirados en los hermanos Enrique y Artidoro Quiroz Quiroz, ya fallecidos, notándose en ellos la similitud en sus rostros y cabellos.
Quienes bordeamos la base cinco –como suele decirse ahora- tenemos el recuerdo fresco de las celebraciones por la fiesta de la Virgen del Arco, con alguna banda de músicos llegada de la Costa, vendedores a los que los conocimos como "mercachifles" y en especial los "confiteros" de Zaña quienes hasta hoy son sus devotos y retornan todos los años con sus pequeñas carpas, dulces y matepesos a ofrecer sus tradicionales y muy aceptables productos como cajetas, higos rellenos, dátiles y otros.
Un año de aquellos, recordamos a don Vitalicio Yeckle Vásquez, como Presidente del Comité de Fiesta de la Virgen del Arco, quien con el entusiasmo característico y con el superávit obtenido por la fiesta, trasladó en su camión la esfera del reloj público de la iglesia matriz a Cajamarca, para devolverla totalmente restaurada con sus números romanos en negro sobre el fondo blanco de la misma, reparación que duró mucho tiempo, dejándose leer a lo lejos y debajo de los números grandes y claros “Comité de Fiestas Virgen del Arco” más el año que no recuerdo, debiendo ser supongo a inicios de la década ’70. Un buen ejemplo, por lo menos, pudo hacerse realidad esta pequeña obra como muestra de fe, cariño y honradez a los devotos que siempre renuevan su admiración y encomiendan su destino a la sagrada imagen, hechos que debemos emular.
Fue cuando entre los árboles y matorrales se presentó la imagen de la Inmaculada Concepción sobre un arco quien la salvó del peligro; llamándose desde ese instante Virgen del Arco a la imagen que en un bello mural pintado sobre la pared de adobe enlucida de barro de la nave izquerda de nuestra iglesia matriz ha quedado perennizada y se erigió como patrona de San Miguel un tiempo no muy lejano, celebrando su fiesta central cada 28 de Diciembre.
Hasta la actualidad es muy venerada en San Miguel, imponiéndose por su belleza y admiración, hasta donde llegan sus devotos a pedirle siga protegiéndolos.
Antiguamente el alto y gran mural mural contaba con escaleras en ambos lados de la efigie, pero por razones de conservación del mismo, se las retiró, considerando que los fieles al adorar y persignarse sobre el óleo iban deteriorando tan preciada obra de arte, la misma que cuenta con una amplia feligresía y devoción que incluso pellizcaban para llevarse pequeños trozos del mural o prendían recuerdos de plata en forma de corazones sobre el mismo, en señal de gratitud por algún milagro concedido.
Agregan otros antiguos pobladores que los dos ángeles que posee en la parte superior fueron inspirados en los hermanos Enrique y Artidoro Quiroz Quiroz, ya fallecidos, notándose en ellos la similitud en sus rostros y cabellos.
Quienes bordeamos la base cinco –como suele decirse ahora- tenemos el recuerdo fresco de las celebraciones por la fiesta de la Virgen del Arco, con alguna banda de músicos llegada de la Costa, vendedores a los que los conocimos como "mercachifles" y en especial los "confiteros" de Zaña quienes hasta hoy son sus devotos y retornan todos los años con sus pequeñas carpas, dulces y matepesos a ofrecer sus tradicionales y muy aceptables productos como cajetas, higos rellenos, dátiles y otros.
Un año de aquellos, recordamos a don Vitalicio Yeckle Vásquez, como Presidente del Comité de Fiesta de la Virgen del Arco, quien con el entusiasmo característico y con el superávit obtenido por la fiesta, trasladó en su camión la esfera del reloj público de la iglesia matriz a Cajamarca, para devolverla totalmente restaurada con sus números romanos en negro sobre el fondo blanco de la misma, reparación que duró mucho tiempo, dejándose leer a lo lejos y debajo de los números grandes y claros “Comité de Fiestas Virgen del Arco” más el año que no recuerdo, debiendo ser supongo a inicios de la década ’70. Un buen ejemplo, por lo menos, pudo hacerse realidad esta pequeña obra como muestra de fe, cariño y honradez a los devotos que siempre renuevan su admiración y encomiendan su destino a la sagrada imagen, hechos que debemos emular.
Antigua fotografía de la Virgen del Arco. Archivo: Luis Vera Cubas
LA VIRGEN DEL ARCO TIENE SU HERMANA
Víctor Hugo Alvítez Moncada
La Inmaculada Concepción o Virgen del Arco para los sanmiguelinos, es venerada como su santa patrona en el distrito de Santa Cruz de Toledo -la misma fecha- en la vecina provincia de Contumazá (Cajamarca).
Según cuentan los creyentes, estas imágenes son hermanas, con la diferencia que la de Santa Cruz de Toledo es en bulto y la nuestra en pintura mural sobre pared de adobe enlucida. Dicen que las ‘hermanas’ se visitan de vez en cuando porque sus devotos han hallado en ciertas partes del camino, retazos de blondas blancas del fustán de la virgencita andariega. Así nos ha contado el profesor y escritor Víctor Raúl Plasencia Castillo, originario de ese lugar en una de sus visitas a nuestro pueblo.
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