Buenas tardes:
Cuando construyeron un inmueble sin permiso ni planos y sin las normas de construcción requeridas, a menos de cuatro metros de nuestra municipalidad, presentí que a la conservación de nuestro patrimonio arquitectónico le esperaba un futuro incierto y no me estoy equivocando.
En Europa y muchas ciudades de América, los gobiernos locales tienen un especial cuidado en el trato que se le debe dar a su centro cívico, no por tenerlo de adorno, sino porque allí se encierra el comienzo de la historia de las ciudades, allí nace el origen de su identidad y muchas entidades como fundaciones, bancos, organismos del estado se encargan incluso de restaurar inmuebles por cuenta propia porque a la postre también constituirá un ingreso por la atracción turística que ofrezcan dichas ciudades.
Los ingresos por el turismo en las ciudades donde lo único que ofrecen es su riqueza arquitectónica es considerable y vemos en el mundo que ciudades como Madrid, París, Roma, Buenos Aires, Santiago, Quito, etc. mueven económicamente ingentes recursos provenientes del turismo dando dinámica comercial y empresarial al transporte, hotelería, restaurantes, artesanía y otras actividades más.
Hace dos o tres días me visitó una señora que admiraba la estructura urbanística de nuestra ciudad, y se admiró de la belleza que ostentaba el centro cívico (centro histórico) de San Miguel, incluso felicitaba a las autoridades -sin saber la verdad- por conservar nuestro centro histórico y me decía por ejemplo que si a una persona le vendaran los ojos al ingresar a Cutervo, Bambamarca o Chota y en pleno centro cívico le quitaran la venda, tranquilamente pensaría ésta, que está en la periferia de una joven ciudad costeña con edificios parecidos a los de la costa y totalmente despersonalizada por que han destruido lo más importante de su arquitectura.
Abordando este tema, algunos sanmiguelinos residentes en otras ciudades culpaban del problema que se le viene a San Miguel si continuamos destruyendo nuestro centro cívico (histórico) a que el municipio se ha poblado de gente de otras provincias no sienten ningún aprecio por ella y al alcalde que tiene un precario conocimiento cultural, porque a quién se le ocurre dejar hacer lo que se está haciendo con nuestra ciudad sino a personas que tienen poquísimo conocimiento de lo grandioso que tenemos y la obligación de conservarlo, personalmente no creo que se deba a que personas foráneas que han tomado el gobierno local sea la causa de atentar contra nuestro patrimonio arquitectónico, porque lo que es ajeno se cuida mucho más que lo propio; sino más bien creo que se debe al poco conocimiento sobre este tema, de allí que siempre el alcalde de una ciudad debe ser un pequeño estadista, es decir gente que comprenda o esté enterado de muchas ramas del saber humano para discutir y llamar la atención a algunos técnicos que metan la pata y hagan desaciertos en su trabajo como en este caso el área técnica y el mismísimo alcalde.
Ahora se están permitiendo construir edificios de hasta cinco pisos y eso es disqué ingresar a la modernidad, cuando lo que estamos ganando es que nuestro centro cívico (histórico) vaya tugurizándose y vayamos en áreas pequeñas concentrando a una mayor cantidad de gente y si esa gente que va a habitar esos edificios manejan cuatro o cinco carros, vamos a tener que los domingos por ejemplo no podamos transitar por algunos lugares céntricos de nuestra ciudad.
Es necesario aplaudir a aquellas personas que están buscando en nuevas urbanizaciones el sosiego y la tranquilidad que un ser humano y su familia lo requieren al trasladarse por ejemplo a la parte del estadio, al Capulí o a otros centros que no traigan una vida con ambientes estrechos. Es necesario comprender también que al centro de una ciudad hay que vivirlo, disfrutarlo, pasearse cómodamente y se debe promover lugares de esparcimiento, de lectura, de diversión sana, pues vivir a una ciudad, es sentirse cómodo y satisfecho cuando se pasea por sus calles, paseos, parques y avenidas.
Es lamentable como en este momento, los vendedores de comidas como cebicheros, anticucheros y vendedores de comida chatarra y mercachifles han tomado el centro de nuestra ciudad especialmente nuestras veredas y precisamente cuando llueve los transeúntes tenemos que desplazarnos por la pista donde es territorio de los carros y las acémilas, porque precisamente las veredas ya están ocupadas por estos informales.
Es correcto señor alcalde seguir con estos atropellos, despreciando el aporte que los turistas hacen a nuestro ciudad? Cree usted señor alcalde que a nuestra hermosa ciudad debe permitir vapulearla y darle un trato de desprecio, teniendo en ella un atractivo turístico que a nuestra municipalidad misma puede reportarle ingresos por los tributos que deban cobrarse al incrementarse los centros de comercio decente? Concibe usted señor alcalde que el municipio debe permitir que nuestra ciudad se ruralice y se le trate como un potrero en vez de inculcarle a los nuevos inquilinos el orden y que aprendan a querer y a obedecer las ordenanzas de la ciudad que los alberga? No es acaso el concejo el llamado a diseñar y hacer cumplir políticas de conservación y cuidado de nuestro patrimonio arquitectónico, embelleciéndolo y dándole la prestancia que una ciudad antigua como la nuestra se merece?... Esperamos que el nuevo concejo aprenda a cuidar lo nuestro asesorándose y coordinando con el hoy Ministerio de Cultura lo que en esta materia pueden hacer con San Miguel, de lo contrario, el caos, el desorden y la destrucción de nuestra hermosísima ciudad nos mandarán a la m… (es hora de almuerzo por eso no puedo pronunciar lo que enfáticamente debía pronunciarlo).
Gracias amigos y será hasta la próxima.
Fotos@rte Pisadiablo
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