Tuesday, November 01, 2011

TODOS LOS SANTOS Y DIA DE DIFUNTO / Pepe Gálvez


Pepe Gálvez

TODOS LOS SANTOS Y DIA DE DIFUNTOS

"Ceras de a veinte, ceras de a real o serás de a medio..."
N.R. Gratos recuerdos que guardamos los sanmiguelinos en lo más profundo del ser y que el tiempo, la modernidad y globalización, no podrán arrancar jamás de nuestra memoria, hecho que transmitimos a las nuevas generaciones. Un pueblo se ennoblece cuando conserva sus costumbres y tradiciones, es decir, haciendo revivir cada día su Cultura y grandeza.


En aquellos años, los niños no diferenciábamos el Día de Todos los Santos, del Día de Difuntos y realmente lo poco que recuerdo de estas celebraciones es....

Unos días antes mi abuela nos convocaba para que le ayudemos en el amasijo y nos reunía en un cuarto grande que había cerca del horno. Allí habían unas mesas grandes, unos estantes recubiertos, una batea  muy grande que la llamaba la artesa, sifones de hojalata con mangos de madera, bolsas de harina  y otros instrumentos así como productos que se usarían para la elaboración del pan, las rosquitas, el bizcochuelo y lo más importante, los TORITOS (de masa dulce) para los niños y los BOLLOS (muñecas de pan blanco) para las niñas. Claro está que nosotros, los niños, seriamos los ayudantes y tendríamos como recompensa nuestro TORITO y un BOLLO para nuestra hermanita.

Al siguiente día veíamos en las vitrinas de las tiendas algunos TORITOS a cual más de adornados y de la misma manera muchos BOLLOS que en algunos casos  hasta estaban vestidos  con telas  muy finas y blondas muy llamativas. 

El día de Difuntos después de reunirnos  en la casa de un amiguito y mostrar nuestros TORITOS que en algunos casos tenían "moña", nos dirigíamos hacia la "pampa " del Panteón, allí había  mucha gente tanto del pueblo como del campo y todos  muy contritos escuchábamos los pregones  que estaban relacionados a la oferta de Ceras, Velas o Espelmas, que servirían para poner junto a las "Ofrendas" en el Nicho o en la Tumba de uno de los seres queridos a los cuales se iba  a visitar.

El día de TODOS LOS SANTOS y el DIA DE DIFUNTOS los pregoneros eran  muy sugerentes y del que más me acuerdo es del que decía:

"Ceras de a veinte, ceras de a real o serás de a medio..."

En la pampa del Panteón se vendía, refrescos, emparedados y otras viandas, pero lo que más se vendía eran las flores y las velas.

Se llevaban flores, coronas y canastas con frutas y panes que se le dejaba junto a las velas encendidas en oración por el descanso eterno de los difuntos.

El papá de uno de nuestros amigos al que llamábamos "Venadito", hacía velas y con el Nolo "Coshón", fuimos a "espiar" como las hacía. Era una gran rueda de madera, cuyo centro pendía del techo y en su perímetro tenía unos clavos equidistantes, de donde colgaban unos pabilos de unos 20 ó 25 cm. cada uno. En el suelo había unas bateas y un cilindro que contenía un líquido aceitoso el mismo que con un mate pequeño el fabricante echaba prolijamente  sobre estos pabilos y hacia girar la rueda para echar ese líquido al siguiente pabilo; lo hacía varias y repetidas veces y así poco a poco el pabilo engordaba y se formaba la vela.

El señor Cura después de la misa llegaba hasta el Cementerio y andaba muy ocupado con los responsos que los deudos solicitaban para su "muertito".

Así como actualmente se come panetones Motta o Donofrio para Navidad y Año Nuevo, así en esos años para el Día de Todos los Santos y Día de Difuntos, en San Miguel, se tenía que comer unos PASTELITOS que hacía  la señora Jesús, "Doña Shisha" estos han querido ser imitados por panaderos  reconocidos tanto foráneos como locales, pero jamás han sido igualados ni en calidad ni en textura.

Por eso si alguna vez me ven parado en la calle 28 de Julio donde quedaba el horno de "DOÑA SHISHA" sabrán que todavía espero que salgan los PASTELITOS para llevar a la casa de Mama...

Chicago, Octubre 30 del 2011

PPgalvez

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