Por: Antonio Correa Malca
Sitio Arqueológico de Jangalá: Ventanillas, reclaman urgente conservación y puesta en valor. Foto@rte Pisadiablo
Esta es una fecha más significativa del Calendario Cívico escolar, pues se rinde un merecido homenaje al Maestro, al verdadero forjador de las juventudes que en el futuro dirigirán los destinos de un país.
Este reconocimiento otorgado a aquellas personas que realizan tan digna labor, quienes llevan el conocimiento de generación en generación instruyendo a la población e inculcando valores.
En nuestro país, el maestro vive diferentes realidades según en donde cumpla su labor, a lo largo y ancho de nuestra extensa y variada geografía.
No obstante, aún cuando deba afrontar las mas duras condiciones de tiempo, clima o región, el maestro se entrega completamente a su labor educadora, pues es consiente de que de el depende consolidar el cimiento sobre el que habrán de sostener los futuros ciudadanos de nuestra Patria.
Quisiera dar gracias a todos mis maestros en General cada uno de ellos me ha enseñado un poco de la vida, cada uno de ellos ha sabido completar su misión como maestro. Otro punto importante que he aprendido es que el alumno más valioso no es el que sabe más, sino el que aprende a compartir lo que sabe con sus compañeros, gracias por enseñarme eso, porque me doy cuenta de que un libro no es interesante hasta que alguien tiene la fortuna de leerlo.
Hoy quiero hacerle también un homenaje a las primeras maestras que me enseñaron en mi Jangalá, a la profesora Carmen Tejada, a la profesora Esperanza Lingán, a la profesora Julia Herrera, quien aún vive en la ciudad de Chiclayo, sin ellas no hubiese sido lo que hasta ahora soy, sin ellas no hubiese aprendido lo que sé.
Siempre recordaré, a los maestros amigos que me corrigieron y me hicieron ver mis errores. Siempre llevaré en mi corazón a los maestros que me levantaron el ánimo, la autoestima y las ganas de seguir luchando siempre.
Gracias a todas aquellas personas que eligieron esa noble profesión de enseñar, aquellos que nos acompañaron desde nuestra infancia, siendo nuestros segundos padres, aquellos que con gran vocación y esfuerzo cumplen la estoica tarea de formar a nuestro pueblo por un miserable sueldo, esa profesión que enaltece la calidad humana de cada ser, porque mientras los políticos se llenan sus bolsillos con dinero de nuestro pueblo, aquellas personas de una invaluable calidad humana, que eligieron ser maestros, mas de una vez sacan dinero de sus magros sueldos para pagar el material de estudio de sus alumnos, a todas aquellas personas que eligieron: La invalorable, la noble, la inmensa vocación de ser maestros, a todos ellos quiero decirles Gracias, Gracias por elegir esa increíble y sacrificada profesión.
FELIZ DÌA A TODOS LOS MAESTROS DE CAJAMARCA, ESPECIALMENTE A LOS MAESTROS DE MI PROVINCIA DE SAN MIGUEL Y A LOS MAESTROS DE TODO EL PERU.
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