SAN MIGUEL DE PALLAQUES "Puerta del Cielo" / Cajamarca: GLOSAS A JOSÉ ALEJANDRO CUBAS URBINA: “NEGRO PEPE” y su descanso eterno / Víctor Hugo Alvítez Moncada

Crónicas de “Pis@diablo” Víctor Hugo Alvítez Moncada

GLOSAS A JOSÉ ALEJANDRO CUBAS URBINA:

“NEGRO PEPE” y su descanso eterno.

“No te resientas San Miguel

si aquí perduro y existo”…

(Negro Pepe).

Hoy, 23 de enero, iniciando el año 2018, nos llegó intempestivamente una muy triste e infausta noticia, al apagarse la alegría, sonrisa y luz de los ojos vivaces de nuestro querido y común amigo José Alejandro Cubas Urbina, conocido como “Negro Cubas” o “Negro Pepe” en la sociedad sanmiguelina y amical, luego de un tiempo de estar en tratamiento médico. así, apesadumbrado anunció el campanario de nuestro pueblo San Miguel desprendiendo su llanto por reseca Pampa Larga hasta llegar a Chepén, lugar de su nacimiento y deceso (1951 – 2018), y llorar junto a él o su féretro.

Si bien es cierto, el “Negro Pepe” había nacido, crecido y estudiado en Chepén, vivió largos años en San Miguel plenamente identificado con su gente y costumbres, fue descendiente por lado paterno de sanmiguelino, prestó largos años de su vida a la educación en caserío Vista Alegre del hoy Centro Poblado Tayapampa - Canchán y otras instituciones educativas, y antes del final de sus servicios en la Municipalidad Provincial de San Miguel.

Hace muchos años y con uso de razón pleno, conocí a José Alejandro Cubas, el “Negro Pepe”, enamorador como nadie, precisamente cortejando una bella dama sanmiguelina cuando ésta lavaba sus prendas de vestir en el río San Miguel a donde muchas familias acudían en plan de pasear, asearse o lavar la ropa. Ella sentada sobre redondeadas piedras de la orilla, él metido en un pocillo, maliciosamente se acercaba juguetón con mirada y ojos inquietantes so pretexto arrancarle su sandalia, una sonrisa o un beso; se alejaba, se zambullía en el pozo grande tratando convencerla, volvía acercarse tirándole chunguitos en señal de coqueteo y buenas intenciones de enamoramiento, al puro estilo popular campesino. Ella luego de un largo trance y persistencia del joven pretendiente, respondió de la misma manera devolviendo los chunguitos en señal de aceptación amorosa, pronto el “Negro Pepe” entre sus brazos lucía besando a tierna y bella enamorada, llevándose sus acertados piropos cantarinas aguas cómplices, testigas.

Otra vez, nos encontramos en el Club Provincial San Miguel, en Lima, cerca de la fiesta de carnaval, lucía máscara de jebe con apariencia de viejo arrugado y mal humorado, irreconocible, en contraste a su alegre personalidad, envuelto su cuello en cinta de colores, recibiendo a la paisanada que congregaba el recinto con mucha cordialidad, estrechándoles las mano, sorprendiéndolos un tanto, o asustando a las muchachas y damas sanmiguelinas que felices se reunían en dicha festividad y acostumbrada fraternidad. Luego al reconocerlo, lo abrazaban y celebraban las bromas del travieso y juguetón “Negro Pepe”, invitándole unas cervezas.

No hemos brindado por la amistad tan solo una vez, lo hemos hecho siempre que nos reencontrábamos, inquietándonos con su clásica costumbre de tomar: Una botella grande de ron, una coca cola familiar, un paquete de galletas Creancraker y una buena porción de aceitunas y si éstas fuesen verdes mejor todavía, más una cajetilla de olorosos cigarrillos, brindando hasta las últimas consecuencias entre dos o tres amigos en larga, amena e interminable conversación y risotadas por sus mil ingeniosidades. Una de aquellas veces, me pedía lo lleve a su cuarto, salimos abrazados y ambos no sabíamos a dónde nos dirigíamos, estuvimos ambulando largo rato por la plaza de armas, hasta que un muchacho amigo suyo, abrazado lo dirigió al cuarto de alquiler que tenía y que yo no conocía y él no recordaba donde quedaba. Se inspiraba o era inspirado por este su licor favorito y creaba poesías recitándolos apasionadamente, como ésta:

MI RICO RON

Rico ron

fiel testigo de mis penas

alegrías y amarguras,

juntos pasamos penurias

agasajando al amigo

luego vuelto enemigo.

Eres buen añejo

tres años aguardando

etiqueta negra,

sorbo a sorbo

te toman el tierno y el viejo.

Cartavio rico ron

fiel amigo y consuelo

cuando te paladean

nada cae al suelo.

Casi nunca nos trató como amigos, su trato preferencial familiar y fraterno siempre fue “primo” o “primito”. Por eso nos duele su partida. Todo un personaje, hombre muy alegre, amigable cien por ciento, generoso, sensible; palomilla, cortés y respetuoso a la vez, bohemio y romántico empedernido, bailarín y buen cocinero, reconocido de la vida.

Como no agradecer sus nobles actos cuando un año, colocó a la promoción de su institución educativa de Vista Alegre el nombre de nuestro padre, don OSCAR ALVÍTEZ HUERTA, por la inmensa amistad y gratitud que unía a la de su padre, hecho que familiarmente respondimos con creces visitando dicha comunidad recibiéndonos con platos de cuy “churcaos” término que nos ha hecho recordar el Chueco Martín, es decir cuyes fritos cruzados uno sobre otro a manera de torre; y donde dígase el autor de esta nota se desempeñó como profesor en 1977. Por eso nos duele tu partida sin habernos despedido abrazándonos fuertemente como cada vez que retornábamos al terruño, y es que tampoco había razón de hacerlo porque tu alma se había inmortalizado en nuestros corazones.

Pocos han de saberlo que el “Negro Pepe”, es autor precisamente de un breve poemario titulado “PASOS / TRISTEZA / SOLEDAD”, que nos legara el año 2008, porque gustaba y era amante de la poesía como buen romántico, enamorador y bohemio, del que guardo el machote porque la edición impresa voló en un santiamén ante tamaña legión de amigos, en el que comenté en contratapa lo siguiente:

“El lugar de nacimiento, muchas veces es un accidente. José Alejandro Cubas Urbina, conocido como “Pepe Cubas” o mejor “Negro Pepe”, es hijo de padre sanmiguelino don Alejandro Cubas Cruzado y madre de Zaña doña Jesús Urbina, perfecta fusión de dos razas y culturas, haciendo de él una persona jovial, alegre, amical, honesta, servicial. Un hombre entregado a revivir las andanzas del padre en su ciudad natal, heredero de costumbres y tradiciones que vuelca en este libro primigenio y acercamiento a las letras, con profunda vocación a la tierra donde vivió y vive enamorado de su belleza y amistad. Aquí trasunta su existencia memorable, matizada de tristeza y soledad, más aún luego de la desaparición física de sus entrañables progenitores.

Después de vivir largamente en Chepén, San Miguel, Chiclayo, Lima, etc., retorna al lugar de sus orígenes para servir a la educación peruana, actualmente en la Institución Educativa del caserío “Vista Alegre”, escuela prendida en la fila más alta, despeñadero a Bella Vista y Canchán, comprensión de nuestra ubérrima provincia de San Miguel (Cajamarca).

Al final, un nuevo canto, una nueva voz, una avecilla silvestre ‘enjaulada’, alzándose sobre la floresta de nuestra incomparable campiña y cielo azul de su firmamento, en busca de reencuentro fraternal y atesorada identidad plena de libertad”.

He aquí una breve muestra del sentimiento poético de nuestro querido “Negro Pepe” impregnado en hojas de su oportuna entrega literaria:

SAN MIGUEL DE MI AMOR

He llegado

como llega el ave peregrina

y al verte ciudad fuerte y antigua

gente buena y laboriosa

quedé emocionado.

No te recientas San Miguel

si aquí perduro y existo.

San Miguel de mi amor

ciudad hermosa

quienes llegan aquí

se quedan por amor a ti,

cada rincón de tu alma

palpita en el recuerdo

gran cielo azul

y afecto de su gente

hizo amarte y quererte.

Perdóname San Miguel

si aquí perduro y existo.

“Negro Pepe” querido amigo, porque habremos de resentirnos de tu presencia en San Miguel o perdonarte por ella. Tu imagen se entroniza en toda la ciudad y el campo, tu vozarrona voz se explaya con el eco y el fresco viento, y tus brazos y abierto corazón, con inmensa sed corren abrazarnos quedando tu alma y la nuestra petrificadas por siempre en una sola.

"Negro Pepe", Prof. Abraham Vásquez, Rodrigo Malca (cantando), Elmer Rodas (acompañando cn guitarra) y Luis Vera Malca (de espaldas).

Gracias “Primito” por tanto cariño y profunda amistad. Gracias por el respeto y admiración a tu pueblo. El cielo está de fiesta, la jarana va empezar, desde aquí otra tanda del mismo elixir de la vida para brindar con tu más cercano hincha y admirador que siempre gozará de tus sanas y finas ocurrencias, y estará a tu lado acompañándote el Hacedor del universo, junto a tu adorado Arcángel San Miguel. Tus padres, familiares e infinidad de estrellas -tus amigos fieles y sinceros-, aguardando tu presencia. Descansa en Paz, querido amigo, ofrendándote el último adiós con tu propio poema oración:

SAN MIGUEL ARCÁNGEL

¡Oh! San Miguel Arcángel

bello y glorioso eres,

con tu carita angelical

te ubicas en un gran sitial.

…

Al pasar tu imagen venerada

de balcones derraman flores

y de tus fieles seguidores

se escuchan los clamores

pidiéndote muchos favores

para todos sus pobladores.