ALFONSO BARRANTES LINGAN
EJEMPLO DE HONESTIDAD Y VOLUNTAD DEMOCRATICA
Por: ANTONIO CORREA MALCA
Un 30 de Noviembre de 1927 Nació
Alfonso Barrantes Lingan vio la luz en el pueblo de San Miguel, en la
verde Cajamarca habría cumplido 85 años.
Este abogado de pequeña estatura,
hablar pausado y muy galante con las damas llegó al sillón Municipal de Lima en
1983, considerado el primer alcalde de izquierda de la capital. Huellas
digitales rememora sus 85 años a través de fotografías históricas y algunos
pasajes de la vida del conocido “Tío Frejolito”
Antes de ser el Tío Frejolito fue
El Cuervo, se ganó ese apelativo al guardar un riguroso luto de 10 años por la
muerte de su madre. De familia muy religiosa, aprendió gracias a su abuelo los
himnos religiosos, que cantaba en la iglesia del pueblo
Alfonso
Barrantes Lingan fue uno de los peruanos
más destacados e ilustres que tuvo el Perú. Uno
de los más grandes Cajamarquinos que ha dado esta ilustre tierra a la
política peruana tan venida a menos y tan llena hoy de oportunismos y ladrones.
La vida de Alfonso Barrantes es un
buen ejemplo de que la honradez no tiene color político, es un tema de
formación de valores
Estudio derecho en la UNMSM, donde
se vinculo con el Apra con el cual discreparía para adherirse a las ideas
socialistas de José Carlos Mariátegui. Fue presidente de la Federación de
estudiantes de UNMSM. Fue un abogado
laborista y político de izquierda muy estimado por el pueblo, quien lo apodara
de TIO FREJOLITO.
Alfonso Barrantes es uno de los
pocos políticos que, doce años después de su fallecimiento, sigue mereciendo reconocimiento unánime. Todos
recuerdan que fue un demócrata a carta cabal. Fue también y esto se recuerda
menos, un marxista convicto y confeso, y en su juventud, un Aprista, como se
sabe fue resultado de un largo proceso
que se inicia entre Haya de la Torre y Mariátegui y se exacerba con el
transcurso de los años.
Accede a las primeras planas en
1958, cuando es electo presidente de la Federación Universitaria de San Marcos
y encabeza las manifestaciones callejeras de repudio al entonces vicepresidente
de los Estados Unidos, Richard Nixon, quien recibió en su visita de ese año al
Perú expresiones de rechazo que el mismo recuerda en sus memorias.
Alfonso Barrantes Lingan, fue
elegido Alcalde Metropolitano de Lima en las elecciones de 1983. Ejerciendo el
cargo entre 1984 y 1987, realizando una gestión socialista que fomento la
instalación de comedores populares en
barrios marginales y realizo obras de ayuda social, siendo muy importante su programa el VASO DE LECHE para
dar desayuno a los niños de las zonas marginales de Lima, otra gestión positiva
de su periodo fue la refacciones integral y construcción de nuevas pistas en la
ciudad y también en los barrios marginales.
En unos de sus pasajes de su
discursó cuando asume la Alcaldía dijo.
Al igual que en la noche de la Victoria, hoy, al asumir la responsabilidad del
Concejo Provincial de Lima, invoco la menoría de mi Madre para que siga guiando
mi vocación democrática de Centro y revolucionaria.
Fiel a mi origen, reivindico mi
condición de provinciano, no para oponerla al limeño, que es la forma
capitalina de ser también provinciano, sino para señalar la necesidad histórica
de buscar una identidad que sea el sustento o la expresión autentica de nuestra
diversidad fecunda.
Los discursos de Alfonso
Barrantes, tenían poesía, fue esa poesía
la que lo acerco al pueblo. El Dr. Barrantes hablo al corazón del pueblo. Por
eso su memoria ha quedado en el pueblo.
Era un comunicador genial,
didáctico, de un buen humor envidiable.
Recuerdo cuando regresaba al Perú luego de una operación en Europa, Mario Vargas Llosa lideraba el
Fredemo representando a la derecha peruana. La periodista le pregunta ¡ Doctor,
Doctor , es cierto que últimamente usted lee más a Vargas Llosa que a Mariátegui?
Barrantes respondió: Mira hijita, yo leo a los dos. Cuando quiero educarme leo
a Mariátegui y cuando quiero distraerme
a Vargas Llosa
Barrantes Lingan fue ejemplo de
Dignidad y Decencia Política, el nos
decía la política se dignifica, se ennoblece cuando se hace a favor de los
pueblos, asimismo el quehacer político como nuestro gran intelectual socialista
José Carlos Mariátegui: Ideal, Misión Histórica, siempre al servicio de las
nobles causas. Como no recordar cuando en su período de alcalde de Lima, iba a
visitar a Palacio de Gobierno a conversar con el Arquitecto Belaunde en su
volswagen, gran ejemplo para las presentes y futuras generaciones.
Cuando visitaba a los sectores
populares les solía decir yo soy como tú, tú eres como yo, no hay diferencias.
Alfonso Barrantes, nunca se ufano
de sus logros y su humildad, su honradez y transparencia nos trae a la memoria que la política aún puede
ser una causa noble de genuino servicio al pueblo, que convoque a gente honorable
y comprometida, todo esto se setentisó en la frase“podemos meter la pata con
nuestros errores, pero jamás meteremos la mano para robarle un centavo al
pueblo”.
Alfonso Barrantes Lingan, pasara a
la historia por ser ejemplo de decencia política y por sus solidas convicciones
democráticas y su intachable honestidad y humildad considerados como los
pilares característicos en su vida, su desinterés de usufructuar el cargo
político en provecho propio. Barrantes vivió para la política y no como otros
que viven de la política.
El 2 de diciembre del 2000, en la
calurosa Cuba dio su último suspiro. En el recuerdo quedará el hombre que
recorría con su vaso de leche en la mano los barrios populares de Lima,
manejando su viejo Volkswagen celeste de los años 70, leyendo a Cesar Vallejo o
cultivando rosas, sus otras pasiones.
La noticia nos dio en el costado
izquierdo del corazón. Barrantes murió, murió como mueren los árboles, es decir
de PIE, sus restos descansan en el sector los sauces del parque Cementerio
Jardines de la Paz en la Molina.
Lima, Noviembre del 2012
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