SOMBREROS DE PALMA SANMIGUELINOS.
El atuendo del hombre y mujer sanmiguelinos y otras provincias cajamarquinas, también lo conforma un fino sombrero de palma, confeccionado, en especial, por expertos maestros de Sayamud, Calquis, Santa Rosa y otros lugares. Así como las mujeres de este territorio brillan con encantadores y primorosos tejidos a qallwa, los que han merecido ser declarados Patrimonio Cultural de la Nación, igualmente, los varones junto a la agricultura, ganadería o el comercio, confeccionan hermosos y muy finos sombreros de palma y que auguramos a corto plazo igualmente se declaren patrimonio inmaterial de esta diversa nación.
El sombrero es usado de manera diaria y permanente, con ellos se protegen del sol y de la lluvia en sus diarias jornadas campestres donde usan un sombrero de junco y menor calidad.
Empero, los domingos, fiestas sociales, familiares, patronales, etc., es cuando mujeres, hombres e hijos, usarán y exhibirán los mejores sombreros de palma. En caso de los varones acompañados de un buen poncho y alforja al hombro, como las mujeres con chal o poncho, alforja y sombrero, dejando lucir larga trenza y su cabello adornado de ganchos de colores y fantasías, aretes, collares de perlas blancas grandes sobre sus vestidos característicos plisados de colores encendidos y contrastes con la naturaleza, de pecheras con blondas anchas y cuellos redondos.
El sombrero para nuestra genta tiene mucha significación y no importa el precio siempre elevado, pero hay que usarlo con orgullo y dignidad. Cuando llega a su casa, lo primero en hacer es retirarse la prenda y colgarlo en un perchero o una estaca clavada muy cerca a la puerta. Cuando llega a alguna dependencia pública o a casa de sus vecinos o amistades, muchas veces el sombrero es colocado en el suelo, jamás al interior de su casa u otras estará puesto.
Por eso que es ejemplar, por eso es necesario conservar los buenos modales y valores de respeto hacia las prendas que son tejidas y portadas con inmenso cariño y amor por artistas ancestrales y que han sabido conservarlo hasta nuestros días.
Jamás verá alguna autoridad campesina despachando con el sombrero puesto al interior de sus oficinas u otros cargos. Eso tendrá que aprender el gobernante de turno si se trata de igual condición social o procedencia.
Bastará escucharse las primeras notas del Himno Nacional para verlos inmediato colocar a un lado de sus cabezas o altura del corazón la preciada prenda que enaltece su presencia y larga tradición.
Sombreros como el de la fotografía, son los mismos que estos incansables tejedores, domingo a domingo podrá encontrarlos alrededor del mercado sanmiguelino y que es necesario la autoridad les brinde un ambiente donde concentren la exposición y venta de sus finas obras.
Los interesados ¡están advertidos, vayan ahorrando!
Pisadiablo.
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