Friday, February 16, 2018

Dr. EMILIO ABSALÓN ARMAS MEJÍA / Descanse en Paz. Homenaje póstumo de amigos sanmiguelinos



Dr. EMILIO ABSALÓN ARMAS MEJÍA /
Descanse en Paz


Homenaje póstumo de amigos sanmiguelinos



 

Estoy con un nudo en la garganta, estoy confundido, estoy ido y lloriqueando como un niño, atendiendo a mis pacientes pero como lo hace un payaso en un circo, con la procesión por dentro. Finalmente te fuiste querido amigo, compañero de tantas lides, tertulias inacabables, peleas y luego de ellas golpea'os en la gallera de Sixto, aperitadas y piques de mediodía, carnavales con leche en polvo, esquineadas sanahorias donde don Alberto, ni que decir de la celebración de tu cumpleaños donde el único requisito era llevar una “gruesa” o en el peor de los casos una docena de cohetes y comer y tomar hasta cansarnos.

Te llevas tu chispa inacabable a pesar de lo implacable de tu enfermedad, que finalmente le ganó la batalla a un luchador por naturaleza, jesusino de nacimiento y de raza cajamarquina noble y señorial. Te veo e imagino a mi lado con tu hirsuta cabellera, diciéndome “loquito” ya voy mejorando, pero la vida es así y debemos entender que la resignación llega a incorporarse a la parte más falaz de nuestro cotidiano vocabulario en nuestros postreros años.

Otra pérdida grande en mi vida, caramba esto se está haciendo preocupantemente frecuente que ya ni la cantidad de lágrimas es la misma, pareciera que se van acabando, pareciera que ellas les están dejando lugar a las grietas que dejan en el alma estas despedidas, porque llorar es parte de la naturaleza del ser humano, pero el extrañar, el sufrir, el recordar es etéreo, no tiene forma, o es que alguien puede mensurar los sentimientos.

Partes dejando a tu familia acongojada, pero estoy seguro que alegre a la vez porque el sufrimiento físico que la enfermedad causa, lo soportan los seres queridos estoicamente, pero de una manera distinta, esperando siempre que ocurra el milagro de la sanación. Pero acaso la muerte no es una forma distinta de sanarse, de elevarse al infinito, de sublimarse por siempre. Para mi Emilio eso es lo que ha pasado contigo, porque tu paso terrenal estoy seguro no fue infructuoso, porque si hablamos de perfección quien la tiene. Dejas una estela de admiración y cariño en cientos de amigos, dejas tres hijos formidables, dejas una esposa pía, admirable e inquebrantable y respecto a nosotros tus amigos ni que decir.

Hoy hable con tu hijo Calín (supongo que se llama Carlos) y sentí en su voz el vacío propio de la fresca pérdida de su padre, pero sabiendo que tiene tu sangre, debe tener tu mismo ímpetu para levantarse y superar junto a sus hermanos y madre tu ya indubitable partida.

Mañana estaré a tu lado así como con mis grandes amigos a quienes conocí en el hermoso pueblo de San Miguel, que parece tener un embrujo enigmático, misterioso e indescifrable, porque nos sentimos tan a gusto en esa hermosa Plaza de Armas, con sol, con lluvia o con niebla, desde hoy sin tu presencia pero si con tu eterna imagen vivaz, risueña, de palomilla, de buena gente.

José Alberto Effio Jaimes…
Tu amigo…

Antonio Goicochea Cruzado

A EMILIO, NUESTRO AMIGO,
SIEMPRE LO RECORDARÉ CON SUS BROMAS Y ALEGRÍAS.

“NO DENTRAN SI NO TRAYEN SUENTRADA”

 

La primera vez que en San Miguel se comió ceviche a mediano-che fue en el cumpleaños del Dr. Emilio Armas, antes se creía que caí mal comerlo de noche. Cebiche de truchas fue plato de entrada, luego se sirvió cabrito guisado, con yucas de Chiapón, cabrito de los buenos, no de los falsificados, cuy frito con picante de papas y pavo con rosquitas de doña Catita. Con la prima Élida nos habíamos lucido en la presentación de estas exquisiteces de la culinaria sanmiguelina.

Dieron las doce, la orquesta empezó a tocar la serenata criolla de cumpleaños y Cholo Feyo, con tizón en mano, ayudado por otro improvisado pirotécnico, inició la quema de los cohetes. Fue en esos precisos momentos en que los visitantes cajamarquinos, catones ellos, traían su caja de fino whisky escoses y que guiados por Soco, llegaron a la puerta del chalet donde vivía la familia Armas Asenjo. Allí el cicerone, preocupado, les dice: -Púchiga olvidé de decirles del ticket de entrada-
-No es necesario-, dijo un magistrado. -Nosotros somos invitados de honor-
Pero dos ex presidiarios, que en algún momento habrían recibido algún favor del Dr. Armas, y que hoy custodiaban, cual cancerberos la entrada, dijeron:

-Su ticke señores. NO DENTRAN SI NO TRAYEN SUENTRADA.

-Olvidé decirles que el ticket es una caja de chelas y una docena de avellanas por mitra. Doctorcitos así es la regla, el Perrito (como cariñosamente le llamaban a don Emilio), no deja entrar si no tienen su entrada. A ustedes como magistrados no les falta platita en el bolsillo. Voy con unos efectivos y compramos lo necesario- dijo solícito, Soco.

Ahora, más por curiosidad, querían, fervientes, ingresar, y no por dar los parabienes a su amigo Emilio. Pero no faltó, algún magistrado despistado que dijera, -¿Qué se ha creído este abogadito? Pero aun así decidieron ingresar y por tanto enviaron a realizar la compra de lo necesario.

Con “tickets” en mano, ingresaron. Los cohetes seguían tronando. La celebración era colosal. Crema y nata de la sociedad sanmiguelina estaba presente. Los invitados de honor, quedaron boquiabiertos, al gozarla.

Aquella noche, los magistrados, que en baño de popularidad, comieron y bebieron cual sibaritas lisonjeados por el Dr. Armas, familiares y amigos, lo único que alcanzaron a decir fue:

-PERRO´E MIERDA, NOS HAS HECHO UNA BUENA.


UN CAJAMARQUINO QUE ROBÓ EL CORAZÓN A LOS 
SANMIGUELINOS SE NOS FUE.

 

Cuando perdemos a un ser querido es inevitable no sentir pena o dolor, los días se convierten grises y no tenemos ganas de realizar nuestras actividades sobre todo cuando la persona que partió al cielo es un fiel amigo.

Es imposible olvidarnos “Loquito Armas”, como siempre te tratábamos cariñosamente. Nunca he conocido a una persona más divertida que tú, tenías las ocurrencias que todos disfrutábamos esos momentos divertidos en los bares, en las fiestas, en las reuniones familiares y tus palabras de aliento que nos lograban darnos ánimo. Querido amigo, te echaremos de menos:

Doctor Armas te mereces todos los halagos y elogios, fuiste un amigo ejemplar. Todo San Miguel te admiró porque nunca tuviste un mal comportamiento. Has partido al cielo pero seguirás presente en la memoria de tus seres queridos de tus amigos y de tu San Miguel al que tanto amaste.

La relación amical que forjamos fue sumamente pura a pesar de que ahora no estarás más con nosotros físicamente, te llevaremos en nuestros corazones. Espero que ahora te encuentres gozando del Reino del Señor, inolvidable amigo. San Miguel llora su partida de un excelente amigo, quien mostró su sencillez, su humildad, su jocosidad, su alegría, con una chispa increíble sus recuerdos permanecerán por siempre.

Descansa en Paz Dr. Emilio Armas Mejía, extraordinario Jurista y Servidor Público. La Justicia y el Derecho pierden a uno de sus más destacados profesionales. En San Miguel, se desempeñó como Juez Instructor por varios años, posteriormente pasó a Bambamarca y finalmente estuvo en Chota como Juez Superior provisional en donde se jubiló.

Debemos destacar su entrega y dedicación al frente del Ministerio Público desempeñando sus funciones con total entregas y dedicación al servicio del Estado de Derecho y en defensa de la legalidad y del interés social.

Mi sentido pésame a su esposa a la señora Soledad Asenjo, a sus hijos Ernesto, Calín y Luchín. Y demás familiares, a todos ellos mucha fortaleza y resignación.

¡Doctor EMILIO ARMAS MEJIA, DESCANSA EN PAZ!

Lima, 15 de febrero de 2018.
Tu amigo Antonio Correa Malca.

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