HISTORIA DEL VALS JARRO VERDE
Escribe: Prof. Wílmer Alberto
Mendoza Rivasplata.
El Dr. Oscar
Armando Cubas Montenegro, amigo del autor, con quien laboraron en el Colegio
Hipólito Unanue de Lima: Don Nicolás como docente y Don Armando en el área de
la administración; intrigado al no encontrar una relación de la letra del
afamado vals con el nombre (Jarro Verde) le pidió al autor para que le dé una
explicación del porqué de este misterioso título, a lo que Don Nicolás le
respondió con la siguiente historia, que ha sido corroborada por su
contemporáneo el señor Benjamín Malca Hernández, quién ha cantado este vals
desde muy joven cuando integraba la Lira Sanmiguelina de Don Santos Malca
Ramírez, Chimbalcao.
Don Nicolás una persona muy elegante e intelectual quedó prendado de una hermosa y coqueta dama llapina, y aprovechando sus excelentes dotes de poeta no dudó en dar rienda suelta a sus más convincentes y persuasivas alocuciones seductoras de amor, logrando obtener el cariño de la joven damisela, sellando estas promesas de amor con un apasionado beso que trastornó el alma del gran maestro, iniciando ambos un tórrida relación de pasión.
Esa relación
fue de admiración para muchos, pero la fusión perfecta de la belleza de la dama
y la inteligencia del maestro, cuando aún nacían las esperanzas, despertaron la
cólera, la cólera del mundo traidor, que llenos de envidia hicieron artificios
para poder destrozar ese sólido amor en el que se había convertido esta
relación.
El progenitor de esta bella señorita fue comunicado que su hija mantenía relaciones secretas con una persona de más edad y comprometida, Este no dudó en hacerle notar que es imposible que le pueda amar. Conviniendo de que ella termine esta relación de una manera lo más armoniosa posible sin perjudicar a este renombrado docente, para ello se inventaron un supuesto amor quien sería su futuro pretendiente.
Preparada
esta treta, y cuando Don Miguel Nicolás llegó muy contento y amable como de
costumbre a visitarla, la encuentra indiferente, él confundido, la interroga el
porqué de este desprecio, de este cambio repentino, recibiendo la desagradable
noticia de que ella amaba a otro hombre, él quedó atónito y sin palabras, con
un nudo en la garganta y los labios resecos, que solo atinó en solicitarle un
vaso de agua, pedido a la que ella atendió alcanzándole este líquido en un
viejo y despostillado jarrito de zinc enlozado de color verde para reafirmar su
desprecio. Fueron los tragos más amargos
en su vida lo que le llevó a decir: “Y al ver que indiferente, desprecias mi
pasión, maldigo aquel instante, que te di mi corazón”… “Pero si hay alguno que
se adueñe de tu cariño, que muera mi esperanza y que muera yo”. Convirtiéndolo
como gran trovador, en su himno secreto e íntimo de amor, hoy considerado como
el segundo himno para todo buen Pisadiablo, Es así quizás como nace la
expresión “Jarro verde” que el maestro Nicolás Saravia puso como título a este
hermoso y a la vez nostálgico vals, tal vez como un código personal que mantuvo
oculto en su sensible corazón, para inmortalizar aquella experiencia entrañable
en su vida, como es propio de los genios.
(Esta es una
historia más, de las muchas versiones que por la popularidad del vals en San
Miguel, se han tejido, la verdadera de hecho solo el gran maestro lo sabe, pero
allí les comparto, teniendo en cuenta lo que me contaron; la escribí tratando
de relacionar los versos de la canción con la historia en cada párrafo.)
LETRA DEL VALS “JARRO VERDE” (1925)
Que triste y que penoso
se ha vuelto mi existir
Que siglos de amargura
solo pensando en ti.
se ha vuelto mi existir
Que siglos de amargura
solo pensando en ti.
Más hoy que es imposible
que me puedas amar,
Se muere mi existencia
sin poderla remediar.
que me puedas amar,
Se muere mi existencia
sin poderla remediar.
Han dado decirme,
que al nacer de mis esperanzas.
Despiértese la cólera
la cólera del mundo traidor.
que al nacer de mis esperanzas.
Despiértese la cólera
la cólera del mundo traidor.
Pero si hay alguno
que se adueñe de tu cariño
Que muera mi esperanza
y que muera yo.
que se adueñe de tu cariño
Que muera mi esperanza
y que muera yo.
Recuerdo de aquel beso
que a mi alma trastornó,
que yo creí sincera
promesa de tu amor
que a mi alma trastornó,
que yo creí sincera
promesa de tu amor
Y al ver que indiferente
Desprecias mi pasión
Maldigo aquel instante
Que te di mi corazón.
Desprecias mi pasión
Maldigo aquel instante
Que te di mi corazón.
(Letra tomada de la grabación del Grupo
"Amauta" San Miguel)
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