¿DÓNDE ESTÁN
realmente los que le robaron a mi país? Los que metieron sus uñas en los
bolsillos de mis tristes pantalones. Estos los que no tienen sangre, con sus
compinches, meneando la cola maloliente y rastrera de su existencia. En qué
momento lo permitimos. Los que empeñaron el presente y descarrilaron el futuro.
Estos los que se disfrazan de políticos, los que gobiernan y mientras tanto,
sus palabras se las lleva el viento. En qué momento fueron descubiertos. Los
que hicieron oídos sordos y ahogaron la canción de los niños. Estos miserables
cuyos nombres son despreciables. Los que talaron bosques y contaminaron las
aguas. Los que no tienen el valor de mirarse en el espejo siquiera. En qué
momento lo permitimos. Hicieron su fiesta pasada la media noche, y mientras
tanto, indignado, mi impotencia tiene un sabor amargo. Estos pocos miserables
que propagaron el hambre, incendiaron carpetas y cuadernos, inocularon el metal
en la sangre y les llegó altamente la medicina de los enfermos. Entonces, ¿cómo
enfrentar esta pandemia? Con los brazos y los pies cruzados. ¿Cómo salvar esta
cuarentena indeterminada? Si vivo con el temor de seguir subsistiendo en un
país como el mío.
21/04/2020
21/04/2020
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