Saturday, January 09, 2021

LA VACA Y LA BECA / PPgalvez


LA VACA Y LA BECA

“Las raíces de la Educación son

amargas; pero sus frutos son

siempre dulces”.

Aristóteles

 


Foto del Recuerdo en Plaza de Armas de San Miguel, renombrados maestros de Escuela Pre Vocacional de Varones No 73, hoy I.E. “Manuel Sánchez Díaz”: Diego Chico Segura, Octavio Lingán Cubas, Martin Celis Sana Cruz, Luis Malca Rodas, César Torres, Arìstides Barrantes; acompañados de los señores Carlos Reyes Illescas, Luis Malca Alvarado, Vicente Hernández Sánchez, Víctor Malca, el Jefe de la policía o Guardia Civil màs tres efectivos militares.

Muy buena oportunidad para recordar y reconocer a nuestros maestros y personajes sanmiguelinos a nivel de toda la provincia, con lo que nos proponemos continuar esta tarea con otras personas, hechos o acontecimientos importantes, a propuesta de cada uno de ustedes, estimados amigos y lectores que voluntariamente puedan hacernos llegar, en la sección denominada SAN MIGUEL: ayer y hoy.

Cultural Pisadiablo, compromete su amplia difusión con el mayor respeto y gratitud a sus aportes y/o acciones en bien de nuestra bendita tierra.

Gracias Pepe Gàlvez, por esta hermosa apertura y fina pluma que te caracteriza.

 

LA VACA Y LA BECA 

Alejandro Capellán postulaba su ingreso a la Escuela de Ingenieros, pero por causas que desconocemos terminó en San Miguel. Aquí, se incorporó a la Banda de Músicos del pueblo, realizaba también trabajos de albañilería y siempre era contratado para sellar los nichos en el Panteón, donde terminaba su labor escribiendo, sobre el cemento fresco, el nombre del difunto y la fecha del fallecimiento.

Capellán, siempre que la ocasión ameritaba, sacaba a relucir sus conocimientos de matemáticas y principalmente lo hacía retando a los “colegiales” a solucionar algún problema. 

Como alguna vez les conté, colegiales se les llamaba a los jóvenes del pueblo que salían a estudiar secundaria, toda vez que en San Miguel solo había centros de Educación Primaria.

El más famoso reto fue aquel que le hizo a uno de los más destacados alumnos, que habiendo obtenido la Beca en el Centro Escolar #73, se fue a estudiar Secundaria y en el último año vino de vacaciones a San Miguel. 

Se trataba del joven Juan Pérez, quien encontrándose con unos amigos en la Plaza de Armas, les comentaba sus intenciones de ingresar a la Escuela de Ingenieros de Lima para estudiar Ingeniería Civil. Capellán que se encontraba en una banca cercana, escuchó esos comentarios, lo abordó felicitándolo por sus intenciones y le propuso el siguiente problema:

“En el vuelo un gavilán le dice a un grupo de palomas. Adiós, señoras 100 palomas y una de ellas le responde, no somos 100 señor gavilán, sino que nosotras, más nosotras, más la mitad de nosotras, más la cuarta parte de nosotras y más usted señor gavilán, recién somos 100 cabales. ¿Cuántas eran las palomas?”. 

Sorprendido el jovencito, se despidió de los amigos y se retiró a resolver el problemita en casa. El caso es que este reto causó gran inquietud y los colegiales se quedaban en casa o rehuían encontrarse con Capellán, unos repasando sus libros de matemáticas y otros no acercándose a la plaza.

Juancito, tomándose su tiempo, resolvió el problema, se lo llevó a Capellán y este al ver el resultado le dijo:

“Ahora sí jovencito, está usted listo. A prepararse para dar el examen de ingreso y ser el Ingeniero Civil que usted quiere ser”.

Esta historia nos la contó nuestro profesor, el señor Lingán al finalizar el cuarto año de primaria, diciéndonos que en el quinto año deberíamos esforzarnos más, ya que quien logre el primer puesto, obtendría la beca para estudiar la secundaria en el Colegio San Ramón de Cajamarca. 

El profesor Lingán además de darnos los conocimientos se preocupaba porque tengamos un buen comportamiento y nos alentaba para ser buenos estudiantes.

Al inicio de clases, recuerdo en uno de los primeros días después de pasar lista preguntó: 

Alguno de ustedes sabe ¿por qué estos niños no han asistido el día de hoy?

Un compañerito que venía de Sunudén, se puso de pie y dijo: “Isidro no ha podido venir, porque tuvo que ayudar a su papá con el ganado”. 

Otro que vivía por la Matanza dijo: “Sí, profesor, me olvidaba que el Nerio me pidió le dijera que lo disculpe; pero que tenía que ayudar a su mamá” y un tercer alumno, agachándose, dijo: “el Chino y el Negro se han hecho la vaca”.

El profesor, tomándose el mentón con la mano derecha exclamó: “Aja, a Isidro y Nerio le justificaremos la inasistencia; pero con los vaqueros ya veremos. 

Los vaqueros creen que son vivos, que engañan al profesor y a sus padres, ellos se toman sus vacaciones, por eso se llama vaca porque ellos han hecho sus vaca ciones; pero ellos no son vivos ni engañan a nadie, sino que se engañan a sí mismos. Se atrasarán en los estudios y después sufrirán las consecuencias”.

Estas situaciones se repitieron durante el año y nosotros ya sabíamos lo que nos pasaría, si cometíamos esa falta. 

Así pues, nuestro profesor siempre estuvo pendiente de nuestra formación académica y nuestra formación personal y a fin de año, recordando todas esas cosas nos manifestó:

“La beca es para los más responsables y mejores estudiantes y los que se hicieron la vaca lamentarán el tiempo perdido”. 

“No todos podemos ser los primeros, pero si, debemos buscar la excelencia, o sea ser buenos estudiantes y hombres útiles a la sociedad.”

“Pero ¿qué es una Beca? Preguntó y seguidamente contestó:

La Beca es una subvención que se entrega a alguien para que realice estudios o investigaciones. Por lo general se concreta como un aporte económico a estudiantes o investigadores que no cuentan con el dinero o los recursos suficientes para alcanzar sus objetivos académicos o profesionales”. 

En ese sentido, no necesariamente debemos ser los primeros, pero si debemos demostrar capacidad en la actividad que realizamos y deseos de mejorar académica y/o profesionalmente para lograr mejores resultados.

Hasta 1954, los tres últimos, becarios de la escuela fueron: Abraham Bardales, Walter Polar y Luis Mendoza. Los tres fueron premiados y realizaron sus estudios secundarios en el Colegio San Ramón de Cajamarca. 

Abraham, se graduó como Licenciado en Administración de Empresas en la UNMSM; Luis, como Profesor de Educación Secundaria en la Universidad de Trujillo y Walter, es graduado como Contador Público, Licenciado en Administración de Empresas y Economista en la UNMSM.

Actualmente existen becas de estudio y otro tipo de becas que otorgan entidades nacionales o extranjeras y se puede acceder a ellas cumpliendo los requisitos que dichas entidades exigen. 

Hoy al recordar aquellas historias, es justo aplaudir a los niños de aquella época que, con su dedicación y esfuerzo, resultaron siendo ejemplo para los alumnos que pasamos por el glorioso Centro Escolar #73 de nuestro querido San Miguel de Cajamarca.

PPgalvez

Miami, diciembre 2020

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