Cultural Pis@diablo se precia en publicar: UNA HISTORIA
OLVIDADA:
EL VIEJO PUEBLO ‘SAN MIGUEL DE CATAMUCHE’
EN CAJAMARCA, esperado y valioso
trabajo científico que valora y enaltece la historia de nuestro pueblo y cuyo
autor el amigo Antropólogo José H. Rodríguez Villa, Docente Principal de la
Universidad Nacional de Cajamarca y esposo de una gran sanmiguelina. Dicho trabajo fue expuesto el día viernes 17 de julio
en III Encuentro de Escritores y Artistas de San Miguel “Octavio Lingán Celis –
César Armando Romero Tejada”.
La publicación la haremos de manera progresiva y en partes a fin de
facilitar su lectura, no sin antes expresar nuestra gratitud, reconocimiento y felicitación al autor. Además,
esperamos vea la luz en letras de molde o libro muy pronto, por su importancia
y necesidad al estudio e investigación de nuestro rico legado y pasado
ancestral.
UNA HISTORIA OLVIDADA:
EL VIEJO PUEBLO ‘SAN MIGUEL DE CATAMUCHE’ EN CAJAMARCA
José H. Rodríguez Villa
Artículo presentado en el XI Congreso Nacional de
Geografía, “Geografía, Desarrollo y Sostenibilidad Territorial: enfoques, políticas
y estrategias”, Cajamarca, del 5 al 7 de
Octubre de 201
UNA HISTORIA OLVIDADA: El VIEJO PUEBLO “SAN MIGUEL
DE CATAMUCHE” EN CAJAMARCA
José H. Rodríguez
Villa1
I.
INTRODUCIÓN
Indagando entre los
papeles del Archivo Regional de Cajamarca para colectar información
acerca de un personaje histórico de Chachapoyas del siglo XVI me topé de casualidad con un manuscrito contenido en el legajo correspondiente a los Protocolos
Notariales
y que está fechado
a inicios del siglo XVII. Se trata de una escritura
de
venta de unas tierras comunales
que los caciques del pueblo de San Miguel otorgan a favor de un encomendero de Cajamarca. Me sentí motivado por su lectura
en tanto
alude al pasado del lugar
donde
he compartido mi vida
durante los
últimos treinta años, disfrutando de la belleza de su paisaje y la amistad de numerosas personas; pero más aún me interesó
porque en este
antiguo documento los caciques del
pueblo tienen bastante cuidado
en precisar la ubicación de las tierras
que
ceden al propietario español, y no lo hacen describiendo los linderos o mojones, ni la extensión de las mismas, sino solamente
indicando, hasta en tres oportunidades,
que
tales tierras se llaman Catamux y que se encuentran ubicadas junto al viejo
pueblo de San Miguel.
Pensé
entonces que la
alusión a un antiguo pueblo de
San Miguel no era de ninguna
manera casual ni que se podría tratar de una
equivocación del escribano, teniendo
en cuenta
que los vendedores de las tierras no eran personas cualesquiera sino caciques
e indios principales que debían tener un conocimiento bastante cercano de su realidad
socio-histórica así como del nombre y ubicación de los espacios de su entorno. Además,
dado que la escritura indicada constituye un documento formal que acreditaba el traspaso de la propiedad de las tierras “por siempre jamás”, su contenido no debía posibilitar ningún resquicio de duda sobre la veracidad de su contenido.
En ese sentido asumí
que en verdad existió un “pueblo viejo de
San Miguel” y que, por lo tanto, nuestro actual
pueblo de San Miguel de Pallaques debió pasar en su devenir histórico temprano por
una etapa desconocida durante la cual se
ubicó en un lugar
diferente al de su actual emplazamiento.
La revisión de otras fuentes escritas confirmó mi apreciación; en particular el documento
sobre la visita colonial al
entonces corregimiento de
Cajamarca realizada
durante el último tercio del siglo XVI. Esta visita se efectuó por disposición del gobierno colonial en los años 1572 – 1575 y llegó al área que hoy
ocupa el territorio de la actual provincia de San Miguel en diciembre
de 1571, registrando y censando la población de numerosos pueblos indígenas, entre ellos el de San Miguel de Catamuche, que sería el antecedente primero de la actual ciudad
de
San Miguel de Pallaques.
Está establecido que San Miguel fue fundado por Francisco Pizarro durante su recorrido a la ciudad de inca de Cajamarca en noviembre de
1532, aunque la información con que se cuenta
al respecto no precisa
el lugar exacto
donde ocurrió la
fundación,
presumiéndose
hasta ahora que sería el que ocupa la actual ciudad de San Miguel. Sin
embargo, a la luz de
los nuevos documentos, se podría deducir que el primer pueblo hispano formado en
tierras cajamarquinas no
fue el que sirvió
de base para el surgimiento de
la actual
ciudad de
San Miguel de Pallaques,
sino el de San Miguel
de Catamuche, formado en los
predios
contiguos al sitio prehispánico de Catamux, hoy caserío del Centro Poblado de Chuad, en
la vertiente del Nitisuyo. El
nombre
asignado derivó probablemente de
la costumbre
española de adscribir la nueva
población al
nombre de un santo cristiano y luego
completarlo con el topónimo prehispánico correspondiente
al lugar o la llacta sobre
cuya
base
se realizaba la fundación.
San Miguel de Catamuche permaneció en su lugar originario por alrededor de 40 años antes de ser trasladado
a un nuevo y cercano
emplazamiento. El
propósito de este traslado se enmarcó dentro de la política colonial de las reducciones dispuesta por el
gobierno del virrey Francisco Toledo a inicios de
1570, por la cual numerosos pueblos y
aldeas de indios fueron “reducidos”
y
reubicados
en
una
nueva
población de trazo
hispano. Para el caso de San Miguel de Pallaques la historia registra el año de 1572 como
aquel en que se habría
constituido la reducción indígena de ese nombre,
junto
con
muchos otros
pueblos dentro del corregimiento de Cajamarca. De esta manera, el antiguo pueblo
de San Miguel habrá sido movido a un nuevo emplazamiento hacia el este, más
cerca del río San Miguel, en el mismo lugar que hoy ocupa la ciudad del mismo nombre. De tal modo que, al momento que en que se otorga la escritura de venta de tierras en 1605, hacía
como treinta años
ya
que
el
“viejo pueblo
de San Miguel”
había sido
abandonado.
Es de entender que estas apreciaciones se presentan a manera
de hipótesis, quedando a
cargo de posteriores investigaciones la confirmación o negación de la misma. Por hoy nos
basamos en la información que nos proporciona la escritura de venta de 1605 y
el
informe de la visita colonial de 1572.
El referido
documento
de la
escritura de venta va inserto como anexo al final de
este
artículo. Ha sido trascrito por el autor en mayo de 2015. En su transcripción no se han seguido las
pautas establecidas al respecto,
limitándonos a copiarlo literalmente y sin aplicar las normas actuales de puntuación, acentuación y
uso
de mayúsculas; sólo se han
desarrollado las abreviaturas. En la numeración
del
documento se ha seguido el criterio de
folio r/v. Las partes ilegibles están indicadas en la trascripción por tres puntos suspensivos entre corchetes.
Finalmente quiero expresar mi agradecimiento a las personas de Haydeé Quiroz Malca, Antonio
Goicochea
Cruzado
y
Rosalino Quiroz
Huerta quiénes
me
han estimulado a presentar estas ideas y han compartido conmigo su valioso
conocimiento sobre su pueblo
y su historia. A los trabajadores del Archivo Regional de Cajamarca en
la persona de su director Evelio Gaytán Pajares por todas las facilidades y el apoyo brindado para el acceso
a los
documentos. Por último, reconocer el
trabajo solícito y la disposición a servir de las
personas que atienden en la biblioteca “Fernando Silva Santisteban” del Instituto Regional de Cultura Cajamarca.
II.
LA PROVINCIA SAN MIGUEL DE
CAJAMARCA
San Miguel es
una de las trece provincias de la Región
Cajamarca y está ubicada
hacia el sud oeste de la región, entre Santa Cruz y Hualgayoc por el norte; San Pablo al este y Contumazá al sur. Al oeste limita con parte de los territorios
de
las regiones costeñas de
Lambayeque y La libertad.
El territorio provincial comprende parte de las cuencas de los ríos Jequetepeque, Chancay
y Zaña. Su relieve es accidentado debido a que su territorio se ubica íntegramente en el
flanco oeste
de la cordillera occidental de los Andes; esto
trae
como consecuencia una variada diversidad
climática debido a los cambios de altitud, comprendiendo parte de las
regiones naturales de yunga marítima hacia el sur oeste, la sierra al centro y partes se
jalca en el norte, variando entre 400
y 3,900 metros de altitud. Sin embargo, a
pesar de
encontrarse en pleno flanco occidental de la sierra, su territorio mayormente no es árido y más bien se observa en
él la presencia de numerosas
quebradas y ríos que descienden hacia la cuenca
del Pacífico, irrigando
amplios ecosistemas
con suficiente humedad como
para
sostener importantes áreas de vegetación natural, incluyendo
zonas de
bosque nuboso (Tongod, Taulis
y Santa Rosa, por ejemplo) y abundantes canales
de
regadío que hacen
productivas sus inclinadas laderas y
sus
estrechos valles.
Junto con Chota y Cutervo, San Miguel es la provincia con mayor número de distritos en
la región Cajamarca.
Conforman su territorio trece distritos
con
una población total, según el censo de 2007, de 56,3492 personas de las cuales el 84%
reside en comunidades rurales.
Su capital es la
ciudad de San Miguel
de Pallaques (3,800 hab.), localizada en la margen derecha del río San Miguel, en la cuenca media del río Puclush y a 2,650 metros
sobre el nivel del mar. Como se puede apreciar en el siguiente mapa, la mayor
densidad
demográfica se concentra en la parte media y alta del territorio provincial, probablemente
por
corresponder con áreas de mejor disponibilidad de recursos productivos, especialmente tierra de uso agropecuario y fuentes de agua.
Mapa Nº 1. Límites
y distritos
de la provincia de
San Miguel, según total
de población y área de
residencia, 2007.
Fuente: Pontificia Universidad Católica del Perú. Atlas de Cajamarca, San Miguel.
Lima, 2009. El color fucsia indica el porcentaje de
población
rural.
Hasta el año 1963 el territorio de San Miguel constituyó parte de las provincias de Chota y
Hualgayoc sucesivamente. En 1870 los espacios de los que fueron los curatos de San Miguel y Niepos, eran distritos de la provincia de Chota. En ese año, al crearse la provincia de Hualgayoc
y desmembrarse del territorio de Chota, los
distritos señalados pasan a la nueva
provincia; de
tal manera
que
el
gobierno
y
la
administración de
San Miguel
dependían de una sede administrativa distante. La gente de San Miguel debía trasladarse
largas distancias por difíciles caminos
de herradura para poder ser atendida en sus necesidades civiles y políticas. Esta circunstancia produjo un fuerte
asilamiento y un marcado atraso en
el desarrollo de sus pueblos.
Finalmente, en 1963,
se formó una comisión cuyos integrantes
se constituyeron a Lima y realizaron con
todo entusiasmo
las gestiones para la creación de la provincia, lográndose
que
se promulgue el respectivo proyecto de ley en la Cámara de Senadores en diciembre
de
ese mismo año. En forma inmediata, en
un
cabildo abierto en San Miguel, se conformaron otras dos comisiones, una local y otra en la ciudad
de Lima. Sus integrantes trabajaron arduamente
hasta lograr que el
29 de septiembre de
1964 se promulgue la Ley N° 15152 de
Creación de la Provincia de San Miguel, durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry.
La fiesta patronal de San Miguel se celebra cada año el 29 de setiembre en honor al
Arcángel San Miguel.
La producción
de la
provincia es variada en armonía con sus diversos
climas y pisos ecológicos. Destaca la producción de arroz y frutales en las partes
bajas de la cuenca del Puclush, mientras que en la quechua
media
y alta se produce abundante maíz, papas, frejoles, arvejas y otros cereales.
Los distritos de la quechua alta, en cambio, se orientan fundamentalmente a
la producción de
leche fresca a partir del
aprovechamiento
de praderas húmedas con
pastos mejorados y cruces de ganado vacuno con ejemplares de razas Brown swiss y Holstein.
Para el año 20063 operaban en la provincia dos empresas acopiadoras
de leche
fresca: NESTLE y Gloria S.A. La primera
con
14,600
TM/año
y segunda con 6, 000/año.
Otro volumen importante de leche, 6,400 TM, se destinaba a la
producción artesanal de
derivados lácteos, principalmente
queso. Esta importante
producción lechera se sustenta en la conducción de aproximadamente 8,000 hectáreas de
pastos
cultivados y la
crianza de 30,000 cabezas de vacunos.
En la capital provincial y sus alrededores destaca la producción artesanal de textiles en
base a hilo de algodón
mercerizado. Chales,
ponchos, manteles
y
servilletas
son
las
prendas que hacendosas y creadoras mujeres fabrican
utilizando el tradicional telar de
cintura
y en
base a diseños originales que son
muy
solicitados en el mercado regional
y nacional.
Finalmente, aunque no hay
actividad minera
de
gran escala presente en San Miguel, en
los últimos diez años, la provincia ha sido impactada indirectamente por la presencia del Proyecto
La Zanja, ubicado en el
caserío del mismo
nombre, distrito
de Pulán,
provincia
de Santa Cruz donde se están explotando yacimientos de oro y plata. El proyecto es operado
por un consorcio formado entre Minas Buenaventura
y la Newmont de EE.UU. Su área
de influencia comprende las zonas altas de este distrito y la zona limítrofe con los distritos de Catache (Santa Cruz) y Calquis y Tongod (San Miguel). Resultado de esta
actividad minera
son el relativo dinamismo en la economía de
la ciudad de San Miguel, el incremento
poblacional y el aumento de los precios de la tierra; así como la
presencia de ocasionales conflictos
en torno a los reclamos por la probable contaminación de fuentes de agua y
la falta de extensión del empleo a más trabajadores.
---
1 Antropólogo. Docente Principal de la Universidad Nacional de Cajamarca.
2 INEI. Estado de la Población
Peruana, 2014. http://www.youblisher.com
3 Santa Cruz Fernández, Víctor, et.al., 2006. Pág. 55.
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