LOS LINGANES
“Más que un derecho o un deber,
ser Sanmiguelino es un privilegio”.
PPgalvez
Cultural Pisadiablo.- nos enaltecemos difundir las gozosas, entrañables y a veces nostálgicas crónicas de nuestro queridísimo amigo y paisano Pepe Gálvez, que desde Estado Unidos donde vive hace tiempo, plasma con verdadera pasión, añoranza y amor el verdadero sentimiento por las costumbres y tradiciones del lar de sus sueños y esperanzas, vividas otros tiempos en carne propia, quedando sembradas en surcos de su alma para florecer hoy y siempre iluminando el camino de los sanmiguelinos por eterno destino de amistad, fraternidad y progreso.
***
Ciertas personas en mi pueblo han formado de una manera muy particular, el plural de unos patronímicos y luego por alguna razón los hemos aceptado en el habla coloquial de un sector demográfico sanmiguelino.
El caso es que después de la primera noche de fiestas en la Plaza de Armas y los paseos que se acostumbran alrededor de la misma, al siguiente día visité otras amigas y el comentario que me hicieron fue:
─ Anoche, muy alegre, lo hemos visto paseando con las Alvaradas y a nosotras, ni caso nos ha hecho.
Se me quedó grabada la expresión y no volví a escuchar referencia parecida con ningún otro apellido.
Pasó el tiempo y en julio del año siguiente a una señora paisana nuestra, que ayudaba a mamá en el lavado de ropa en Lima, escuché le preguntaba ─señora Aurorita, ¿el domingo seguro ya vinieron los Linganes? Volvió a mi mente aquella forma como habían llamado a mis amigas de apellido Alvarado y esto me dio pie para pensar en los Linganes y como su actividad extra laboral, en Lima, ha servido para mantener viva la llama de solidaridad, civismo y fe, entre los sanmiguelinos residentes en la capital.
En mi pueblo, como en casi todos los pueblos de la sierra del Perú, se acostumbra a celebrar las fiestas patronales con novenas, vísperas, día central y corridas de toros, entre otras actividades.
El día de San Miguel Arcángel, Patrón del Pueblo, es el 29 de septiembre; pero las fiestas se desarrollan desde el 19 con las novenas, el 28 son las vísperas, el 29 Día Central, el 30 es la primera corrida y el 1ero. de octubre la segunda corrida como fin de fiesta.
Para todo esto se requiere dinero que soporte estas actividades y ha habido tiempos en que los recursos propios del pueblo, no eran suficientes. Por tanto, se acudió a la formación de comités que puedan dedicarse a la recaudación de fondos pro-fiestas patronales.
El 29 de setiembre de cada año (Día Central) el Municipio convoca a Sesión Solemne, en la que se celebra la fiesta religiosa y se conmemora la fecha de la creación política de la Provincia. Finalizada la misma, se procede a elegir, por aclamación, al presidente del Comité Central quien organizará las celebraciones del siguiente año.
Hecho esto se procede a elegir a los presidentes de subcomités de las diferentes ciudades del país donde existe población sanmiguelina.
En Lima, en varias oportunidades la presidencia del subcomité pro-fiestas patronales, ha recaído sobre uno de los señores Lingán y aunque en otras ocasiones, no formaron parte del subcomité, siempre colaboraron con esta noble causa.
El subcomité en Lima realizaba almuerzos, cenas bailables, rifas y una erogación casa por casa, que se realizaba entre los meses de marzo y julio, ya que en agosto tenían que remitir al comité central, los fondos recaudados.
No detallaré las ocurrencias que se daban en los almuerzos y/o las cenas bailables; pero sí, era interesante la manera como se planeaba, organizaba, ejecutaba y se controlaba dicha erogación.
En Lima el electo presidente, convocaba a un grupo de paisanos, sus más allegados o los ya reconocidos colaboradores, nombraba su secretario, tesorero y se procedía a determinar a los responsables por zona de la ciudad para realizar la colecta. Es decir, se zonificaba la ciudad y se asignaba responsables o “cuadrillas”, para que los sábados y domingos, visiten los domicilios de nuestros paisanos y recojan su colaboración.
Como es de entender, había paisanos que querían colaborar y otros que no eran muy devotos y no estaban muy dispuestos a hacerlo.
La cuadrilla de don Carlomagno era muy circunspecta, la de don Octavio no tanto y la de don Shesho era la más campechana. Juan Antonio estaba fuera del país; pero tan pronto regresó, inmediatamente se incorporó a estas actividades.
A continuación, relataré las ocurrencias más destacadas que se produjeron en estos menesteres.
1. Después de anunciarse y el saludo correspondiente el visitado saca su botella y pregunta ¿que saben de nuestro pueblo?, ¿pa cuándo tendremos los programas?, ¿irá usted este año a la fiesta?, ¿y quién ya pues se ha muerto?, etc.
¿Y cuánto pues será bueno que yo dé?
Uno de ellos responde: bueno... Los pobres dan 30, los de clase media 50 y los que les está yendo bien de 100 para arriba. Así que usted dirá.
El visitado dice:
Bueno paisitas…, yo daría 40 solcitos; pero hoy no tengo completo, vénganse la próxima semana.
Uno de los de la cuadrilla contesta:
Claro paisita, pero la próxima semana ya será con intereses y multa...
El visitado llamando a su esposa, dice: creo que tú has de tener por ahí alguito y así le evitamos la molestia y trae los 40 calientitos.
2. Tocan el timbre, sale el visitado y al ver la cuadrilla dice: ¡San Miguel en pleno!, buenos días pasen, los acomoda en la sala y pregunta. Que nos serviremos. ¿Cervecita, pisquito, ron o wiskisito?
El visitante responde: todo por su orden será paisita, aunque pa este friecito no caería mal un pisquito. Jajajaja se ríen y el visitado sirve el traguito en tanto la señora de la casa, trayendo un quesito y una panera, pregunta: ¿se tomarán un cafecito? Y así discurre la conversación hasta que se recauda los 120 soles y se despiden contentos los visitantes.
3. Y aquí el más destacado. Visitaban a un paisano difícil y don Reynaldo pide que lo dejen llamar y así lo hace, después de golpear la puerta grita:
─ Encomiendaaaa! (anunciando que trae un paquete)
Abre la puerta el paisano y Reynaldo le dice: encomienda tu alma al arcángel y cáete con tu colaboración, pues cholito.
El visitado dice: ¡Llegaron los Linganes!, ¿se servirán un pancito con queso o prefieren una cervecita para mojar la mañana?
Las bromas continuaron y la colaboración fue de 80 soles.
4. Algunos visitados esperan la visita de la cuadrilla y donan artículos como: trofeos para las competencias deportivas, artefactos eléctricos que se rifan en los eventos sociales previos y algunos tienen el sobre conteniendo su cuota, disculpándose por no poderlos atender.
Algo parecido sucede, cada año en Trujillo, Cajamarca, Chiclayo, Chepén, Pacasmayo y otros lugares; pero siempre lo recaudado debe remitirse el mes de agosto a San Miguel para que el comité central concrete los acuerdos con las bandas de músicos, la compra de cohetes y tantas otras cosas relacionadas con la fiesta del Patrón.
Son muchos los paisanos que han participado en estos eventos, tanto en Lima como en otras ciudades de nuestro país y varios amigos que, no siendo sanmiguelinos de nacimiento, se incorporaron a estos menesteres. Me referiré a amigos como el Sr. Landa y al Dr. Francisco Rengifo (esposo de Rosita Lingán), quienes en todo momento se sintieron sanmiguelinos y nos hicieron sentir que eran de los nuestros.
Muchos ya no están con nosotros y otros tomarán la posta para los próximos años.
Por ello, en esta ocasión quisiéramos que, en la persona de don Carlomagno(+), don César(+), don Octavio, doña Rosita y don Juan Antonio Lingán Malca(+); los Linganes, recordemos a todos los paisanos que, como ellos realizaron esta actividad, y con cariño les expresemos nuestro aplauso y gratitud, por su labor altruista y su empeño para que nuestras fiestas y nuestros encuentros en otras latitudes, sean siempre la expresión de nuestra Fe y amor al suelo que añoramos y tanto queremos.
PPgalvez
Miami, agosto 20
Fotos: Victor Hugo Montenegro y
Vìctor Hugo Alvìtez.
Pepe Gàlvez
No comments:
Post a Comment