BIOLOGIA DE LAS CREENCIAS.
(LAS CREENCIAS SON CONTAGIOSAS).
(LAS CREENCIAS SON CONTAGIOSAS).
Rosa Castañeda Gamarra
Durante esta cuarentena lei este libro “biología de las creencias” del Dr. Bruce H. Lipton, ojala motive su lectura de alguien mas. Los virus y las bacterias ya eran sospechosos de causar enfermedades desde antes de Cristo, existía el concepto de Miasmas, como nubes de polvo que se transportaban llevando enfermedades. Pero fueron Robert Koch y Pasteur, entre 1860 y 1900 que acuñaron la teoría de que las bacterias y los virus, como causantes de las enfermedades. Sin embargo en ese momento tuvieron muchos críticos, algunos de ellos se tomaban vasos de agua con el vibriun cholerae y(virus del cólera) y otras bacterias y demostraron que no les pasaba nada. Sin embargo, la ciencia no les tuvo en cuenta, pasando esta teoría de los bacterias y virus a ser la base del Sistema Mundial de Salud.
Algunos de nosotros, especialmente de procedencia rural, que no nacimos en cuna de oro, sino en los pellejos de nuestras ovejas, enfrentándonos directamente a millones de virus y bacterias, somos sobrevivientes de epidemias masivas de poliomielitis, viruela, pertusis, etc. Hemos tomado agua de los caminos y compartido todo lo que se podía, porque nuestra familia no tenía el concepto de la existencia de microbios y de los contagios.
Entonces el libro “biología de las creencias”, habla un poco de estas experiencias, también en los casos de sanación por hipnosis, acupuntura, curación con imposición de manos, etc, y postula en que existe la sanación por la energía, que en realidad no es nada nuevo, fue la base de sanación de todas nuestras culturas antecesoras, recuerdo incluso a nuestros “curanderos o brujos” , sacando el ánimo, en lugares especiales, y también a los convalescientes los recuerdo diciendo que han sentido llegar a su ánimo como un aire fresco y logrando un alivio total de sus dolencias.
Todas estas experiencias de curación que están perdiendo valor en la formación oficial; lo rescata LA FÍSICA CUÁNTICA, o ciencia de lo invisible, argumentando que todo lo que no se puede ver, pero se puede sentir como energías positivas: el amor, la alegría, el optimismo, la confianza, la energía y atracción sexual, la telepatía, el sentir de las madres cuando sus hijos que viven lejos sufren accidentes, también las energías negativas como: maldiciones, rencor, ira, venganza, propagación de mensajes de temor, etc. Todas ellas son energías con mucho poder de sanar o enfermar.
Esta teoría postula que existen señales energéticas como las de microondas, ondas de radio, ondas acústicas, energía escalar, viajan a 300 Km/seg; . Comparado con 1cm/seg, con que viajan las sustancias químicas dentro de nuestro cuerpo. La razón principal, de que la investigación energética sea relegada, es porque la energía sanadora no se pude vender en forma de pastillas o inyecciones. El sistema médico está atrapado, es un peón del gigantesco sistema farmacéutico, estudios actuales demuestran que en Estados Unidos, la sobremedicación es la tercera causa de muerte.
Escribo esto, pensando en ayudar y enviando un sinnúmero de energías positivas a nuestra gente que está saliendo de la cuarentena luego de estos casi 4 meses difíciles. Cambien los ánimos, sigan con su mascarilla y su distancia si eso les da seguridad. Es indispensable contagiarnos de optimismo, risas, esperanzas y sueños. Abriguemos físicamente y afectivamente a toda nuestra gente, creo en el gran poder curativo de los abrazos, de las manos que te acarician, que te frotan en el pecho, en las miradas afectuosas y sinceras, justamente todo lo que nos ha privado estas medidas represivas y totalitarias.
Esforcémonos para dejar atras lo negativo, esforcémonos en ser felices. Nadie tenemos verdades absolutas, el coronavirus nos ha demostrado, que las pruebas rápidas y moleculares no ayudan casi nada, que han fallecido tanto los solitarios y abandonados como los más protegidos. Nuestros hermanos orates que nunca se bañan ni se lavan las manos siguen vivos, talvez nos contagien su fortaleza también. Si la nueva noramalidad es vivir con caretas o mascarillas, o desconfiando de cada persona que encuentro, no quisiera vivir.
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