A BENJAMÍN MALCA.
A un mes de tu partida de este mundo a la presencia de Dios en nuestra
última conversación mencioné que algunos te conocieron como el Del Sagrado
Corazón De Jesús, otros simplemente Don Benja y muchos como nuestro querido
Bobachón.
Un 22 de diciembre del 2018 partiste sin retorno y el 23 estuve junto
a ti en tu despedida donde además manifesté que dejas desafinada a tu esposa,
la Señora Guitarra, que te acompañó toda una vida con quien en muchas serenatas
sanmiguelinas a muchas parejas hiciste que se enamoren y formaran su hogar,
animaste muchas ceremonias, reuniones sociales, actuaciones y en la bohemia.
Fuiste mi amigo desde muy pequeño en el taller de carpintería de mi señor padre Miguel Cubas Ríos donde me hacías renegar y luego en la medida que crecía te convertías en mi gran amigo. Al pasar los años, siendo adolescente, estudiante de secundaria me sorprendiste cuando dejaste las maderas para convertirte en el Ricardo Palma sanmiguelino donde la Municipalidad te dio la oportunidad de formar la Biblioteca “Octavio Lingán Celis”, función de bibliotecario cuya misión la supiste ejercer con mucha cultura, pedagogía y entrega en beneficio de la niñez y la juventud estudiosa.
En tu última morada donde también estuvo presente Rodrigo, tu hijo, me
despedí de ti diciendo que te quedabas en una ciudad serena, apacible y
calurosa de Chulucanas junto a tu querida hija Aurelia, tus nietos y tu yerno a
quien aprendiste a quererlo.
Estoy seguro que vivirás por siempre en los corazones de los sanmiguelinos y de quienes aún sin serlo aman nuestra tierra.
¡Benjamín, musicalmente vivirás en nosotros eternamente!
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