HOMENAJE PARA ROSITA DEZA
GÁLVEZ
(28
de Mayo del 2015)
Por: Jaime Hernández Herrera
El corazón sanmiguelino vuelve a sufrir un
golpe duro de entender y de saber llevarlo en el trajín de la vida, me refiero
a la mala noticia del fallecimiento de la amiga Rosita Deza Gálvez, quien pertenece
a una distinguida Familia Sanmiguelina a la cual le tengo mucho cariño y aprecio.
ROSITA,
partiste para estar junto al Papá Dios, y tu querida Mamá Julia, debes estar feliz al
lado del creador y del ser que te dio la
vida, pero en realidad quiero que sepas que
te escribo porque fuiste una Madre Sanmiguelina luchadora, por que
fuiste mi amiga y porque me nace del corazón y él me empuja a hacerlo aún con la certeza
de que jamás recibiré respuesta Me agobia la congoja pensando en los sueños que
dejaste a medio camino y en todo lo que hiciste por los demás, sin pensarlo
demasiado.
Lamento no haber conversado lo suficiente para
conocerte un poco más, salvo cuando viajamos a nuestro San Miguel desde Chilete,
en un viaje de una hora y media , donde nos acordamos de muchas cosas y en donde notamos los largos silencio y tantas cosas guardadas que afloraron en ese
hermoso viaje Me quedé admirado del
cariño que le tenías a tus Hijos a tu Padre Alejandro y a tus queridas hermanas, Carmela, Olga,
Rubi, esos sueños que tenías para con tus hijos, por que eras una persona siempre inteligente y generosa. Tu sobrada
capacidad de amar te permitió perdonar muchas veces las debilidades y entender lo difícil que es la
vida, esa vida que nos hace cómodos e indiferentes cuando
vivimos, pero ahora al sentir que estas lejos
y que tu mirada está
lejana, tus hijos, tu familia y
amigos nos sentimos desamparados de tu
presencia.
Amaste la vida más que yo, tuviste siempre
la energía y el amor necesarios para luchar y vencer los obstáculos. Fuiste
para todos un árbol generoso, el cual
siempre nos brindo su cobijo; verte avanzar, siempre con la cabeza erguida, fue
un ejemplo, pero más aún lo fue verte partir con tanta dignidad y fortaleza.
Nos hiciste sentir vergüenza por nuestras debilidades.
Escribo esta líneas obedeciendo el aprecio que te tengo a ti y a
tu Familia el deseo de comunicarme, sé que pretendo enviar mi mensaje a través
de este medio, pero ¿qué puedo hacer con
el vacío que ahora dejas?, me permite guardar el anhelo de que
mi mensaje vague por el cielo transparente y silencioso y que tal vez, sólo tal
vez, en algún momento del recorrido el sentido de mi silencio, el dolor de los abrazos no
dados, puedan irradiar luz y calor. Rosita,
quizás donde tú estés puedas reconocer el amor de tus hijos, de tu familia, de
tus amigos y creo que con tu comprensión de siempre los
recojas y los guardes contigo.
Quiero
manifestarte también el vacío que dejas en tu trabajo, la Municipalidad de San
Miguel, donde tus compañeros y amigos te extrañan, sentirán tus pasos, tu
presencia, tu sonrisa a cada momento.
San
Miguel, con sus calles atrayentes y tu Barrio “La Cantora” guardarán cada
instante que caminaste por ellas, porque estoy seguro que no
te has ido de nuestra tierra que alguna
volverás para que irradies tu gran personalidad, esa figura seria pero
encantadora que siempre mostraste.
Finalmente
Rosita ¿Qué hacer ahora, cuando ya no puedo mirarte?, decirte que te dejarás
extrañar, que has sido uno de los seres más hermosos que he conocido.
Hoy solo
me queda imaginar tu sonrisa al expresarte mi pensamiento: “Gracias por haber sido mi
amiga, te quiero eternamente.
Rehemiaj
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