HOMENAJE AL AMIGO Y HERMANO: MIGUEL ARÍSTIDES PÉREZ QUIROZ / Jaime Hernández Herrera (Chocho)

HOMENAJE AL AMIGO Y HERMANO,

 MIGUEL ARÍSTIDES  PÉREZ QUIROZ

EQUIPO DE FULBITO DEL “CLUB ATLÉTICO INDEPENDIENTE”

-DE SAN MIGUEL DE CAJAMARCA

 

INTEGRANTES: (de izquierda a derecha) Jaime “Chocho” Hernández Herrera, Manuel “Landuchi” Carrascal Herrera, Juan “Negro” Yeckle Serrano ( + QEPD), Carlos “Ashé” Malca Becerra, Miguel “Carcelera” Pérez Quiroz (+ QEPD), Homero “Conejo” Reyes Quiroz. (Antes del partido con la Guardia Civil, donde le ganamos 3-2). Fecha: 18 de Setiembre de 1976. Lugar: Cancha de fulbito de la Escuela Pre vocacional N° 73.

Es imposible no llorar por la muerte de un entrañable amigo, lo único que nos queda es rogar a Dios que lo cuide y proteja a su lado y recordar todas las experiencias lindas que tuvimos al lado de esta persona.

Es un momento que a nadie le gustaría pasar, pero la vida es así, hemos perdido a alguien que siempre nos brindó su amistad  y sólo nos queda despedirnos de él por siempre.

Lo echaremos de menos sobre todo en nuestras reuniones, era alguien muy especial que siempre nos hacía sentirnos felices, adiós querido amigo, que Dios te cuide.

PARA MI HERMANO MIGUEL PÉREZ QUIROZ

Jaime Hernández Herrera (Chocho)

Quisiera comenzar, diciendo   como el gran Poeta César Vallejo:

      Hermano Miguel, nos haces una falta sin fondo… y se me vienen los recuerdos de nuestro Barrio el Panteón que nos cobijó cuando éramos niños y nuestras familias vecinas se interrelacionaban día a día y nosotros solíamos jugar en la pampa del Panteón, junto a tus hermanos, amigos y vecinos, hasta que aprendimos a volar solos y dejar nuestro suelo lindo para edificar nuestras vidas en otros lugares. Miguel me acuerdo que cuando llegué a la capital encontré a un paisano que me brindó su amistad sincera y que me hizo más llevadera mi estadía en la inmensa Lima. En ese lapso de nuestra vida compartimos muchos momentos gratos como hermanos, quedando hechos que aún están frescos en mi memoria, como cuando iba a la Biblioteca Nacional donde laborabas. Me acuerdo que al  visitarte, reflejabas ese don de gente que te caracterizó y parece que veo tu recibimiento tan amigable, tan de hermano, que ya querías salir del trabajo para comenzar el periplo que hacíamos añorando a nuestro San Miguel.  

      Hermano, hoy estoy recordando las muchas veces que llegamos a San Martín donde vivía tu  Tía Mina, hermosa dama, generosa con un don que solo los ángeles lo tienen, allí hemos disfrutado momentos de criollismo y de jolgorio que tú acostumbrabas iniciar; recuerdo las canciones que siempre entonábamos “Mi Carcelera”, “Recuerdo aquel tiempo”, “Mi linda Sanmiguelina”, ”Jarro verde”, ”A mi vecina“, ”Mal Paso”, etc. acompañado por tus tíos: Lucho (Menotti como lo llamabas), don Reynaldo, Teófilo y toda tu familia que siempre nos albergó con el mayor de los cariños. Miguel, brotan de mi alma, tantos versos que no hacen más que entristecerme. Me vienen a la mente las veces que hemos jugado fulbito, representando a nuestro San Miguel y luego venía el agasajo respectivo.

       Hermano Miguel, como no voy a recordar las facilidades que tuve en la Biblioteca Nacional, para obtener los libros que necesitaba y tu persona lo hacía muy fácil. Miguel acuérdate las veces que estuvimos en la Fiesta de nuestra tierra, en honor al Arcángel San Miguel y que hasta vestidos de músicos ingresamos a un baile y no nos cobraron la entrada y tú sonreías mucho por nuestra palomillada. Te acuerdas que un año te quedaste un mes más de vacaciones por la bella Sanmiguelina, de la  que estabas enamorado y a la que le dábamos serenatas, para ver si ella te brindaba sus halagos, pero tu terco corazón y fiel a ese amor de juventud, nunca se rindió. Acuérdate hermano, de los apodos que se escuchaba en los tendidos de nuestra Plaza a los toreros que iban para las corridas del 30 de Setiembre y 1 de octubre, Debes tener grabado en tu memoria las tardes de bohemia que hemos pasado, haciendo criollismo junto a mi hermano Juan y todos nuestros “patas”.

       La fotografía que te envío y que adorna este escrito, es cuando estamos en nuestra querida Escuela Pre vocacional N° 73, representando al Club Independiente, estamos con varios  de nuestros amigos, te darás cuenta que falta Javito y el chueco Martín, Tirzo, Vitalicio (Parchis); pero estamos con Landuchi, Ashé, el Conejo Homero y el negro Juan Yeckle, con el que ya estarás disfrutando junto a nuestro Creador. Hermano, tantos recuerdos me viene a la mente, que mis ojos derraman lágrimas al recordarte, alegre, feliz y siempre con las chapas y bromas que hacías.

      Miguel, tú te escondiste una noche del 27 de abril y ya no quieres salir para continuar con nuestra aventura, recuerda que tenemos que jugar fulbito, cantar, bailar y que la musa de tu amor te espera. No  me dejes solo en esta travesía que hemos iniciado los dos, ahora que hago con mis recuerdos donde eres el protagonista.

     Hermano, hoy estoy triste al ver que no respondes y siento que no quieres sonreír que ya  no quieres caminar conmigo, ¿qué te pasa hermano?, nuestra aventura sigue no lo acabemos abruptamente, porque el guión de la vida  seguirá  escribiéndose.

      Te cuento que tus amigos de la Promoción “Mariano Melgar” 1970 (Colegio San Miguel), Juan “Kish”, Enrique ”Matías”, tu primo Octavio “Chivo” Quiroz, desean que salgas del escondite en que te has metido, pero acompañado del “Frentón” Abraham Serrano, para que la alegría vuelva a sus corazones.

  

     Te comento Miguel, que tu hermosa Familia, con Don Humberto (tu Padre) a la cabeza, tus hermanos, Jaime, Daniel, Tito, Hugo, Elmer, Marcos, Edgar, Milton y Larry esperan tu visita,  llevando alegría que engalanará tu casa cuando llegues a la tierra del “Pisadiablo”. Pero ellos también saben que estarás eternamente feliz al lado de doña Vito, tu Señora Madre, quién tanto te amó tanto y que ahora lo tienes muy cerquita.

     Bueno hermano, te esperaré siempre, aunque me  gane el sueño, pero por favor ya no tardes en salir. ¿Bueno?  Ya te extrañamos: tu Familia, tus amigos, San Miguel y Yo, tu eterno amigo.  

Chiclayo Abril del 2015 - Rehemiaj