Cultural Pisadiablo.- a propósito de nuestras glosas dedicadas al noble y gran amigo JOSÉ ALEJANDRO CUBAS URBINA "Negro Pepe", el Dr. José Effio Jaimes, complementa sus sentimientos valorando la vida y travesía del mencionado y entusiasta personaje desapaecido físicamente estos últimos días. Generoso gesto que agradeceos porque enriquece nuestras líneas de homenaje, esperando otros sanmiguelinos puedan contribuir a conocer más ampliamente el quehacer del inquieto y común amigo.
JOSÉ ALEJANDRO CUBAS URBINA. Fotoarte Pisadiablo
Estimado Víctor Hugo. Te
felicito por esta fina, profunda, amplia y merecida reseña de un gran amigo,
para mi simplemente "Pepe", porque una de mis continuas preguntas
cuando se presentan estos tristes acontecimientos es, si dada la confianza
inherente a la amistad y el respeto mutuo, porqué el trato coloquial y
acartonado de quien se sabe cercano a ti, cercanísimo diría yo, pero su término
siempre fue el de “doctor” y podría decir hasta que con una parsimonia y
vergonzoso respeto, que a mi modo de ver disto mucho de merecerlo. Y mira que a
modo de anécdota hace muchos años, en la casa donde vive mi madre y donde mi
familia (Effio-Hernández) recala en sus esporádicas y cortas visitas por la
ciudad de Lima, escuché desde mi llegada una voz inconfundible en una casa
aledaña, siendo tan particular su tonalidad y timbre, que no cabía otra sino la
presencia de “Pepe” en la otra vereda y esto fue motivo de un comentario a mi
esposa, quien suelta de huesos ignoró mi afirmación hasta que un día escuchando
a unos niños jugar y un vozarrón alegre y desenfadado, lo llamé por su nombre y
no me había equivocado, era el mismo, quien -no dejando de jugar con los niños-,
me respondió y se dirigió a mi como siempre lo había hecho. Como olvidar una
persona con ese carisma, con ese peculiar estilo de hacer amigos, propio diría
yo del mestizaje que originaron sus padres, madre zañera dijiste tu, raza
morena por esencia, raza alegre y como diría Celia Cruz, con sabor, saoco y
sandunga.
Pepe poeta, la verdad no
lo sabía, pero voy a rebuscar desde hoy un ejemplar de su poemario, porque me
identifico con su dedicatoria y admiración por la tierra que lo albergó durante
muchos años y respecto a esto voy a saludar la peculiar frase que has utilizado
al escribir: “EL LUGAR DE NACIMIENTO MUCHAS VECES ES UN ACCIDENTE”; y lo tomo
literalmente y lo recojo con la misma devoción y cariño que Pepe sentía por el
hermoso terruño de San Miguel, porque como una vez le escribí a mi amigo
Teófilo Alberto Lingán Quiroz (“Machete estate en tu vaina” o “Pu…ñales”),
fallecido hace escasamente 2 años: “Tú me enseñaste que la verdadera y sincera
amistad está por encima de cualquier lazo consanguíneo”.
Estoy seguro estimado Víctor Hugo que Pepe se merecía estas líneas, postreras no importa, pero si sinceras hacia quien partió diría yo parcialmente, porque así como Manuel Díaz Villate “Socoliche”, permanecerán sus ocurrencias por siempre en los “piques”, “abreapetitos”, “cumplemenos”, anocheceres, tertulias sin motivo alguno y en improvisados compases carnavalescos, de los cuales ellos fueron en algún momento entronizados protagonistas principales.
Un gran abrazo estimado amigo y gracias por permitirme recordar al popular “Negro Pepe”…
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