CARTA A FRANCISCO IZQUIERDO
DESDE PARÍS
Por: Ever Arrascue Arévalo
Maestro FRANCISCO "PANCHITO" IZQUIERDO LÓPEZ
El
artista plástico y poeta Francisco Izquierdo López, hijo del gran escritor
Francisco Izquierdo Ríos, nació el 19 de noviembre de 1938 en Amazonas y
falleció en Lima el 5 de diciembre del 2007, con tal motivo nuestro paisano artista
sangregoriano – sanmiguelino Ever Arrascue, a través de la presente carta y
fina prosa poética, así lo recuerda:
Panchito Izquerdo (primerode la derecha) departiendo en Encuentro de Escritores Ancashinos, en Huarmey. Foto Pis@diablo
Mi estimado Pancho, te escribo
desde Paris, hoy domingo, medio día, estoy en la tumba de César Vallejo, donde
he encontrado cartas y postales de todas partes del mundo, cómo no, de Santiago
de Chuco, donde se dice: ‘’Querido Cholo, nos ponemos detrás de tu palabra’’…
Con un temblor febril de emoción te escribo esta carta pensando en todos los
amigos como un signo de caminar hacia nuestra autenticidad.
Estoy sintiendo una violenta
carga de energía, la que quiero expresarla de esta manera:
En un taller de la ENBA, a
escondidas con un grupo de muchachos por los años 80, inquietos por aprender
arte, me acuerdo que nos diste una clase de pintura. Apareciste con tu camisa
blanca, manga larga engrasada de dibujos de personajes de la carretera central:
Ceres, Vitarte, de hombres con camisas de doble bolsillo en el pecho que salían
de las fábricas a merendar, llevabas en los manchados bolsillos diferentes
lápices y carboncillos para plasmar con el alma a las mujeres que corrían con
su bolsa a tomar el micro, tomando a sus niños de la mano. Apenas unos mechones
blancos en tu cabello, como las humanas canas de tu madre a quien querías
profundamente. Tu desesperación por enseñar era grande, sin mezquindades; esa
actividad que nos llevan muchas veces al fracaso económico, pero jamás al
fracaso espiritual.
¡No!, así no, como un panal de
abejas no, tampoco como un tablero de ajedrez, ¡así no es la pintura! La
pintura es variedad dentro de la unidad y todo esto al servicio del tema. ¿Qué
es la pintura? Es un dibujo, color, composición, distribución de elementos,
ritmo, variedad, unidad, concepción, psicología, profundidad, tema.
Después de ver los cuadros y
dibujos nos decías: Nos vemos el jueves a las 4 de la tarde; te esperábamos y
nunca llegaste, pero la lección quedó impregnada en las paredes del taller que
quedaba frente a la pérgola del tercer patio. Hablamos de los ‘’Fusilamientos
del 3 de Mayo’’ de Goya, de la ‘’Ronda Nocturna’’ de Rembrandt, de la
‘’Rendición de Breda’’ o las ‘’Lanzas’’, de Velásquez.
Ahora entiendo tu
desesperación, te quejas de tu sordera, sin embrago Goya y Beethoven fueron
sordos; ¿Acaso no te acuerdas de la Quinta del Sordo? Renoir tuvo artritis y
nunca renunció, pintó con los pinceles atados a los dedos y así continuó su
trabajo; también Víctor Humareda perdió la voz y pintó en la Parada como un
cóndor solitario hasta un día antes de su muerte. Acuérdate Pancho de la oreja
de Van Gogh, las cartas a Theo.
Mi querido Pancho, a pesar que
no llegaste ese jueves, aún te esperamos, así te queremos, porque nos dijiste:
‘’La calle es la mejor escuela’’; así también nos dijo Félix. De qué te puedes
quejar, si tienes amigos que te quieren y valoran tu trabajo.
Leningrado, Paris y el Moulin
Rouge fueron centros importantes para Europa. Para nosotros está el Jirón
Azángaro, el Parque y la Casona de San Marcos, los mimos y los tragafuegos, los
acróbatas con sus hijos, los músicos, los poetas; a veces para ti una gitana
con sus manos largas y sus trajes multicolores, pero más aún el vendedor de
golosinas en la puerta del Palermo o del Chino Chino.
Hace años me acuerdo que le
escribiste a Sonia: ‘’Que tus hijos no sean una carga para no hacer arte, al
hombro tus hijos y a pintar mucho, hay miserables que nos quieren ver sin obra.
Pero sé que lo harás bien’’ ¡De no olvidar esa lección…!
Como naciste en el campo,
Amazonas, al igual de los que te rodean, es lógico que la vida del campesino y
la del obrero se convierta en tu tema fundamental, indiferente a las
incomodidades. Por eso, me haces recordar a Gauguin quien abandonó toda la
trivialidad parisina para internarse con gran emoción en Tahití y al final de
su vida dijo: ‘’A los de la bodega, al gobernador o al alcalde quien me mandó a
encarcelar por reclamar justicia para unos nativos les debo muy poco, pero los
pintores que vienen detrás de mí me deben mucho’’. También Van Gohg se marchó
con su maleta de colores y apenas un sombrero a Arlés, Tarascón y Auvers a
pintar no con los colores de la naturaleza, sino con los colores de su paleta,
de su corazón.
Así es, Pancho. Como esas
noches azules y grises del mar, escuchando Huayno del sur del país, en esos
micros como góndolas te marchaste a Chaclacayo, al lado del río Rímac, lejos
del Sena, donde con guitarra y charango recordabas a Javier, Jorge Acuña y a
Toño, tus amigos paternos de siempre, diciéndonos: ‘’El arte obedece
exclusivamente a la libertad’’, y te acordabas de los ‘’Picapedreros’’ de
Courbet y de su frase: ‘’Pintaré un ángel cuando lo vea’’, escrito con
carboncillo en la pared de San Joaquín.
En estos momentos como no voy a
recordar tu taller con un caballete sencillo, sin pretensiones, con muchos
libros y dibujos, acuarelados algunos, alrededor de tu banqueta roja, y en todo
el taller frases de los grandes como la de Tolstoy: ‘’Pinta tu aldea y serás
universal’’. Con mucho calor, allí está el arte y el entusiasmo de ser pintor a
pesar de las vicisitudes de la vida.
También recuerdo cuando hicimos
una exposición en el Palermo, la última, antes que cierren; y con un trago
conversamos… Al diablo con las propuestas intelectualistas, de lo que tú
siempre nos hablas, nuevas formas, o no formas de arte, ‘’novedades
pictóricas’’ (Instalaciones, etc.) lo cual no nos interesó nunca.
Nuestro ambiente es el fermento
cultural, ¿cómo vamos a volver atrás, si lo bello está en la época en que
estamos viviendo? Además, los vientos soplan a favor del nuevo arte y de una
nueva humanidad.
Así es, maestro Izquierdo,
pintamos porque nos preocupa y nos interesa la verdad. Nuestro horizonte es
severo.
Al no quebrantar tu firmeza
campesina ni tu perseverancia por realzar a un nivel pictórico los temas
sencillos y cotidianos de la vida, donde también pones poesía, nos das ánimo
para seguir con la tarea que hemos emprendido, con el camino ya trazado:
dominar la corriente realista, porque la historia y la vida misma nos presiona
a dominarla con convicción y sin prejuicios. Nuestro vigor deber ser
inagotable.
Para mí, no se le puede llamar
a un artista pintor peruano solamente porque ha nacido en el Perú, menos aún si
no ha pintado al Perú. No tengo interés en los engaños ópticos que puedan jugar
el color, tampoco el misticismo ni la gloria del representar fielmente lo que
me conmueve: Las praderas verdes, las flores, los ríos, el trigo, la gente que
están germinando entre nosotros y en cada pintura, lo expreso como lo siento
así, sin derrota, con una esperanza vigorosa abierta al espectador.
Pancho, ¿Acaso no es hermosa la
vida del cuadro “’Retamita’’ de Bruno? Una niña vestida de bayeta acarminada,
con florecitas a su alrededor y un rebaño blanco entre grises y verdes cerros,
bajo su cielo ultramar: Eso es lo que llena mi corazón en estos momentos, al
colocar en nombre de todos una rosa en la tumba de nuestro gran César Vallejo.
Si alguien nos llama “pintores
aldeanos’’ o costumbristas, es mejor y estamos orgullosos de serlo porque es
mucho más significativo pintar un campesino, un pescador, un obrero o una madre
con sus hijos; porque esa es la esencia moral y social de la humanidad; además
creo que el arte es grande cuando nace de una necesidad humana.
El sol, aquí después de
mediodía, colma de luz, la tumba, haciéndome recordar la iluminación de los
maduros trigales de Santiago de Chuco, de Huancas, de San Gregorio y del todo
el Perú. También estoy pensando en Gabriel, en Tania y le digo: ‘’En una mañana
azul como esta, con pedacitos de geranio, me gustaría adornar tu vestidito
amarillo, recoger tu sueño como todos los días y regalarte una docena de
colores para que pintes frescos paisajes con sus laboriosos campesinos’’. Estoy
sintiendo la ausencia de mi padre cuando allí, donde los algarrobos al sol
lloran miel y portentosos labriegos abren caminos con sus talones, me decía:
‘’Estrecha la mano al forastero’’.
A mí me interesa pintar los
ómnibus que llevan y traen gente a la ciudad y también a un campesino que llora
a su hijo cuando lo ve partir a la capital, y al hijo que llora su música, a su
madre, a su tierra… Así pues, mi querido paisano, mis esperanzas son
inquebrantables y mi amor por la vida es imponente.
Volviendo la vista hacia el
descanso de César Vallejo, agradeciéndote por tus lecciones de arte, con el
canto de ‘’El Hombre’’ de Ranulfo, te diré: El arte es para mí como sentir la
mano de mi madre en mi mano que dibuja y escribe el latido y la fuerza de las
manos buenas, y lo hago con amor a la mano que causa este sentir.
Ojalá podamos hacer realidad
aquella muestra que tanto anhelas, el homenaje a Mario Urteaga y decir: ¡Viva
el amor a la tierra y a sus humildes trabajadores!
Cuando llegué a Paris me
dijeron: ¿A dónde quieres ir a tomarte una fotografía? ¿Al Arco del Triunfo, a
la Torre Eiffel o al Puente del Alma, donde murió Diana? Yo les dije: Quiero ir
a la tumba de César Vallejo, al Montparnasse, a dejarle una rosa. De allí nació
esta carta.
Paris, octubre de 1999
Ever.
* Las fotografías del Maestro Francisco
Izquierdo López, corresponden a inauguración pictórica de Encuentro de
Escritores de Ancash, en Huarmey – Ancash. Fotosarte Pis@diablo.
No comments:
Post a Comment