Wednesday, June 26, 2013

Libros para San Miguel. NUESTRA IDENTIDAD: Mitos, historias y leyendas / Víctor Hugo Alvítez


Libros para San Miguel

NUESTRA IDENTIDAD: Mitos, historias y leyendas

Víctor Hugo Alvítez / “Pisadiablo”


El pasado jueves 23 de mayo fue presentado con gran expectativa en Salón Consistorial de Municipalidad Provincial de San Miguel, el libro NUESTRA IDENTIDAD Mitos, historias y leyendas contados por los niños o compilación de alumnos de primaria y secundaria de La Zanja (Pulán - Santa Cruz); Pisit (Tongod – San Miguel) San Lorenzo Centro Poblado, San Lorenzo Alto y Gordillos del distrito de Calquis de nuestra provincia de San Miguel, región Cajamarca, respectivamente.

El libro finamente editado por Minera La Zanja SRL, en 156 páginas debidamente ilustradas por propios protagonistas en papel couché a full color, anexa bellas fotografías y tapas gruesas; bajo responsabilidad y cuidado de Jorge Aliaga Escobedo, coordinador de educación local de Minera La Zanja y Esteban Quiroz Cisneros, conocido y consagrado librero de Lluvia Editores, en abril del presente año con una tirada de mil quinientos ejemplares que imaginamos serán distribuidos gratuitamente a nuestros niños, jóvenes estudiantes, pobladores e instituciones educativas de estos acariciados lugares pertenecientes al entorno de operaciones de la referida minera para acrecentamiento de su identidad, amor por la lectura y despertar de creatividad infantil. Hermoso libro que en parte guarda la memoria de estos distantes y paisajistas parajes plenos de misterio, cuentos y usanzas ancestrales recogidos por niños escolares contados por sus padres, es decir la literatura oral de generación en generación; en plena frontera de acogedoras y admirables provincias cajamarquinas hermanadas por siempre del cordón umbilical de su sangre y cultura: Santa Cruz y San Miguel, respectivamente, cuyas capitales Santa Cruz de Succhabamba y San Miguel de Pallaques, más sus distritos, mantuvieron perenemente fraternal amistad, intercambio cultural y social inquebrantables.

Por eso decimos que la identidad no sólo está basada en la herencia cultural o pertenencia que posee todo pueblo o nación con su valioso pasado; es también el conjunto de valores que las personas logran construir colectivamente, teniendo en cuenta el pasado, igualmente el presente y porvenir, a decir de Giovani E. Reyes. O, la “identidad de un grupo social está basada en elementos culturales donde interactúan factores objetivos y subjetivos. Es el principio por el cual el ser humano fundamenta su entendimiento básico con el universo; es un conjunto de valores esenciales mediante los cuales la realidad se percibe en términos de prioridades, niveles secuenciales de acción y propósitos en la vida”, señala Habermans.

“¿Qué hace que un pueblo o una localidad se muestre orgulloso y feliz ante los demás? ¿No son acaso su cultura, sus costumbres e historias, aquellos símbolos que reflejan los sentimientos, la mentalidad y actitudes únicas y propias de cualquier grupo humano establecido en un espacio común en cualquier momento de la historia?... En Cajamarca, entre las provincias de San Miguel y Santa Cruz, existe una gran cantidad de caseríos y centros poblados muy poco conocidos (incluso, por los propios habitantes de la ciudad capital). De todos ellos, son cinco los que conforman la zona de influencia de minera La Zanja: localidades con grandes y hermosos paisajes, habitadas por personas cálidas y amables, a saber: La Zanja y Pisit (en la zona de influencia directa). San Lorenzo Centro Poblado, San Lorenzo Alto y Gordillos (en la zona de influencia indirecta). Los caseríos y centros poblados en mención guardan, entre sus moradores, una gran cantidad de historias dignas de contar, de ser expuestas y conocidas por todos nosotros: mitos, historias y leyendas que colorean y reflejan la cultura misma y el sentido de pertenencia que un poblador debe tener para con su pueblo”, dice Jorge Aliaga Escobedo en la introducción. Raúl Benavides Ganoza, anota en prólogo: “Minera La Zanja pretende, mediante la educación, hacer crecer nuestro entorno para que sea una isla de progreso y desarrollo en Cajamarca y que sea modelo para nuestro Perú de cómo la actividad minera puede generar desarrollo sostenible mediante la educación focalizada en los niños…”. De acuerdo plenamente siempre y cuando la educación, salud, trabajo, cuidado del medio ambiente, respeto a nuestra pertenencia: sitios históricos, arqueológicos, naturales,  culturales, tradicionales, etc., sean queridos, conservados, promovidos, desarrollados y sostenibles en el tiempo.

NUESTRA IDENTIDAD Mitos, historias y leyendas contados por los niños, ofrece referencias históricas de La Zanja, Pilsit, San Lorenzo Centro Poblado, San Lorenzo Alto y Gordillos; ubicándonos en cada uno de ellos siendo objetivo conocer parte de su cultura: creación del caserío, la escuela, la salud, religión, fiestas, platos y bebidas, costumbres, economía, desarrollo, etc., es decir, toda la riqueza cultural y natural de estos pueblitos escondidos en el vientre y corazón del Ande de nuestra región, dispuestos a ser admirados por todos nosotros, gracias a la creatividad infantil.

I.             LA ZANJA

Luego de estas consideraciones previas, reúne Mitos, historias y leyendas de La Zanja contados por los niños, haciéndonos conocer el mundo fabuloso, su cosmovisión: cerros, diablos, piedras y personas los que recobran vigencia y vida en su imaginación infantil: ‘Las dueñas del cerro’, ‘El cerro campana’ y ‘El cerro Cajamarquino y José’, de: Dámaris Cerna Morales, Irvin Gil Medina y Dagner Villoslada Rodas, de 11 y 12 años de edad y, del quinto y sexto grado de primaria, respectivamente. Aquí las dueñas del cerro son las diablas que no dejan trabajar, algunos llevan azúcar y licor; el cerro campana es bien bonito –refiere- lo que pasa es que no quiere que le saquen el oro; Yo no soy el diablo, soy tu amigo le dijo el cerro, el señor quedó sin habla y el cerro se lo comió…

El cerro campana

“El cerro Campana es un cerro que no deja trabajar a los mineros. Así lo han bautizado pero al cerro no le ha gustado, por eso ellos no pueden trabajar. Cuando el cerro les ataca, sólo algunos lo ven y los otros no. Lo que pasa es que el cerro no quiere que le saquen el oro. Sólo los dejará trabajar mientras le den al cerro lo que quiere. Este cerro es bien bonito.

Dicen que existe un hombre y una mujer trabajando y que en algún lado hay un niño que los hace parar. Y si no le dan al cerro lo que quiere, el cerro se los comerá”.
Irvin Yack Gil Medina
6° Grado
11 años

II.           PISIT

Pisit, comprensión del distrito Tongod, provincia San Miguel, cuentan sobre su nombre que el General Pezet famoso militar y presidente de la república, en 1863 a su paso de Lima a Cajamarca al mando de su ejército, descansó en un cerro quedando maravillado de belleza del valle. Los pobladores testigos del hecho al mencionar el lugar recordaban nombrándolo como Pisit, nombre con el cual es conocido en honor a dicho general. No siendo casual aparte el uso de la vocal “i” en vez de la “e”, en el habla popular de nuestros pueblos andinos.

Mitos, historias y leyendas de Pisit contados por los niños, sección plena de fantasía y magia transmitidos en relatos e historias circundantes a su heredad: ‘El diablo rojo’, ‘El cerro encantado’, ‘Historia del cerro Garay’, ‘El pozo verde’, ‘El duende maldito’, ‘La peña de Inagmío’, ‘El pozo verde y el toro bramador’, ‘La laguna encantodara de Pisit’, ‘El oso de Pisit’, ‘La famosa peña de Inagmío-Pisit’, ‘Catarata encantadora’, ‘El cerro Pisit’ y ‘Serpiente de oro’; cuyos autores: Deiner Suárez, Carlos Célis, Luz Célis, Gladys Becerra, César Mendoza, Nilver Sánchez, Elar Suárez y César Célis, Denis Sánchez, Lastenia Solano, Yeni Sánchez, Teonila Suárez, y Yoner Suárez, todos estudiantes del sexto grado de primaria y primer año de secundaria, de 11 y 14 años de edad.

Catarata encantada

“Cuentan los antepasados, los que pasteaban sus ovejas alrededor de la catarata, que un día cuando el sol estaba calentando vieron en la catarata, por donde bajaba el agua, a una señorita muy bonita llamada Cuda, que tenía los siete colores del arcoiris. El pelo lo tenía hasta el pie y era rubio y brillaba como el oro. Se peinaba con una peinilla brillante de oro y tenía una sola pata. La pata aparentaba ser de gallina.
Dicen que esa señorita andaba desnuda, a los hombres que veía los encantaba y los escondía. Cuando la Cuda no les veía no pasaba nada.
La Cuda vive en la catarata encantadora, que está ubicada en el centro poblado Pisit, es un lugar turístico donde varias instituciones educativas vienen a visitar y a ver las riquezas de la catarata (guano que los ciudadanos utilizan para el sembrío de sus chacras, colpa para teñir la lana, también tienen aves silvestres de diferentes especies como las chinalindas, Guayanas, gavilanes, shingos, halcones, cotorreras, lechuzas, tucos, etc.)
Los que visitan esta catarata han encontrado calaveras de personas, y esas gentes habían quedado sorprendidas.
Yeni Roxana Sánchez
1° de secundaria
13 años

III.         SAN LORENZO

A San Lorenzo Centro Poblado, Aladino Núñez canta junto al ichu silbador versos de esperanza y alegría: “Entre cerros y quebradas;/ entre pampas y laderas/ donde el frío te acaricia/ con su mano de silencio/ crece un pueblo victorioso,/tantas veces ignorado,/ mi querido, tan querido/ y añorado San Lorenzo”; como introducción al deleite y gozo de la  lectura y creación infantil sanlorecina. Mitos, historias y Leyendas de  San Lorenzo contados por los niños, nos transbordan a aquel universo pleno de libertad, paz y alegría; ávidos de abrazarlos acariciando sus suaves rostros quemados por el frío, inclemencias del clima e indolencia de quienes gobiernan. Aquí sus riquezas guardadas en la memoria colectiva de sus padres y abuelos transmitidas a esta inquieta generación de nuevos hombres; he aquí la puesta en valor de su herencia oral ancestral vertidas con cantarina transparencia del cuarto grado de primaria a tercero de secundaria, de 9 y 15 años de edad. ‘Creación del cementerio’, ‘El toro dorado’, ‘El niño y el caballo’, ‘La mentira de Ramón’, ‘La niña y la neblina’, ‘San Lorenzo, tierra acogedora’, ‘La fiesta de San Juan’, El Cocán’, ‘Las tres cruces’, ‘El zorro, las ovejas y el perro mitayo’, ‘Origen de la escuela de San Lorenzo’, ‘El cerro Piruchos’ y ‘El toro malvado’; por alumnos de I.E. 10639 y Colegio “Alfonso Augusto Barrantes Lingán”: Merli Medina, Alex Gil, Dilmer Gil,  Carmendina Suárez, Deysi Gil, Nolberto Malca, Yolanda Ramírez, Esmilda Villoslada, Yovany Vásquez, Dante Ramírez, Wilder Villoslada, Rosalina Suárez y Royer Serrano.

El toro dorado

“Hace mucho pero mucho tiempo en San Lorenzo existía un señor que tenía una vaca, pero esa vaca era la única vaca que existía en todo San Lorenzo y no podían aumentar porque no había toros.
Pero un día apareció un toro dorado que era de oro pero vivía en una cueva en el cerro Mirador, quien por las noches cobraba vida. Si lo mirabas a los ojos quedabas convertido en piedra.
Un día, el toro salió de su cueva y empezó a caminar por el cerro, luego por el río y después por el centro poblado y comenzó a convertir en piedra a los pobladores. Algunos de ellos huyeron lejos y quedaron a vivir allá.
Al día siguiente el toros se quedó comiendo en una inverna, unos niños que lo estaban observando le dijeron a los pobladores que el toro estaba encantado.
Un día después el toro vio a la vaca y comenzó a correr hacia ella y desde entonces empezaron a aumentar las vacas y toros, y así se comenzó la ganadería en San Lorenzo. El toro dorado se desencantó y los pobladores que estaban convertidos en piedra volvieron a vivir y todos fueron muy felices”.
Alex Gil Hernández
6° grado
11 años

“El nombre de San Lorenzo existe desde que yo tengo uso de razón. Antes éramos un solo San Lorenzo. Yo fui gobernador por 34 años. Hace 12 años, en el 2000, separamos San Lorenzo Alto porque había muchas casitas para este lado. Hicimos nuestra escuelita, nuestro local comunal. Y así decidimos limitarlo. El campo deportivo lo doné yo. Todo esto para que los niños no se vayan muy lejos…”, afirma don Graciano Villoslada (74):  “Yo me acuerdo que el señor Asunción Malca tenía un santo que se llamaba San Lorenzo… Fui alcalde de Calquis en la época de Velasco. Desde Calquis he venido por aquí por San Lorenzo Alto siendo muchacho, hace 45 años. Lo que vi eran campos despoblados, no había casas ni nada. El nombre de San Lorenzo recién se empieza a escuchar desde que yo tenía 20 años”, acota Bernardo Rodas (63) natural de Calquis.

IV.         SAN LORENZO ALTO

Mitos, historias y Leyendas de  San Lorenzo Alto contados por los niños, de quinto y sexto de primaria, entre 10 y 12 años, nos regalan su alegría y entorno familiar mediante las siguientes historias fantásticas: ‘Eufemia y sus hijos’, ‘Las ovejas, mi mamá y mi abuelita’, ‘El toro de oro’, ‘Los vecinos’, ‘Los compadres’ y ‘Don Momo y su yunta’ de los alumnos: Alicia Villoslada, Nelvina Malca, Elber Malca, Erlan Mendoza, Noé Guerrero y Roxana Villoslada.

            El toro de oro

“El brujo Pilco llegó un día por casa de la Ashuca, tendió su mesa de piedras y finos cristales, tiró los naipes sobre hojas de coca, encendió un cigarrillo Inca sin filtro, absorvió por la nariz el shaije (mezcal de timolina, agua florida y otras cosas) invocó unas palabras desconocidas y empezó a leer las cartas.
En un cerro no muy lejano hay un toro de oro que sale en las noches de luna verde, no se deja ver y puede desaparecer del todo (en luna nueva), brama y sólo lo pueden escuchar algunos hombres de fe y alguien a quien el padre haya bendecido en noches de luna llena. Pero si no es así, jamás un humano lo podrá encontrar”.
Elber Aldair Malca Villoslada
6° Grado
12 años

V.           GORDILLOS

“Gordillos era una comunidad campesina, un sitio despoblado, había muy poca gente, no había más de cuatro casas, era un sitio despoblado… El nombre del caserío proviene de un lugar donde se ubicaba un pequeño cerro llamado Gordillos. Luego los pobladores lo extendieron a los territorios ocupados por ellos… Para mí Gordillos significa lo máximo de mi vida, Nací y me crié aquí. A Gordillos yo lo quiero como a mi padre y a mi madre. Yo debo dejar toda mi aspiración en lo que puedo y mi conocimiento en favor de este pueblo y de los que vengan después”, finaliza José Miguel Suárez.

Historias, Mitos y Leyendas contados por los niños de Gordillos, son: ‘La piedra trompa’, ‘Historia del cerro Gordillos’, ‘El bosque y la laguna de Gordillos’, ‘Mi caserío’, ‘Los cerritos’, ‘Gordillos en el tiempo’, ‘El pozo feliz’, ‘El chorro blanco’, ‘Gordillos, tierra querida’, ‘Historias sobre la piedra trompa’ y ‘Los rateros y los pasajeros’, contados por los alumnos: Hilder Suárez, Ada Suárez, Telver Suárez, Fidel Hernández, Roer Suáez, Gladys Romero, Segundo Becerra, Lenin Quesquén, Deiner Romero Doris Elizabeth y Wilson Becerra; cerrando este libro lleno de historias guardadas en el sub consciente, en la oralidad y el tiempo para que hoy los niños de tales parajes nos regalen cuentos, historias, mitos y leyendas, nos ilustren con tanta belleza, ánimo, fortalezas y conocimiento su cosmovisión andina, enriquecidas con tanta creatividad, curiosidad, originalidad y naturalidad.

La piedra trompa

Este trabajo va dedicado a mis padres por su esfuerzo y sacrificio que han hecho para ponerme a la escuela y también a mi profesora Aída Hernández Celis quien con su ardua labor ha sabido inculcarme sabias enseñanzas para aprender muchas cosas nuevas en mi escuela.

“El caserío de Gordillos está ubicado entre lomas, cerros, pampas y laderas, allí nacen las vertientes de agua del río de su mismo nombre; a un costado y junto a la carretera se encuentra un cerro que se parece a la trompa de un chancho y por eso le llaman Piedra Trompa, al pie de dicho cerro hay una cueva y dicen que en ella dormían los bandoleros que asaltaban a los transeúntes que pasaban por ese sitio a las seis de la tarde. Les quitaban los frenos, riendas y adornos de oro y plata que llevaba sus caballos. También les quitaban sus fiambres y otras cosas que llevan en sus alforjas.
Cuentan que al amanecer se disponían a retirarse y por olvido dejaron una porción de oro que le habían quitado a un señor; dicen que por intermedio de los espíritus que moran en este sitio, este oro se convirtió en un chancho de oro que lo podemos ver pasearse reluciendo su cuerpo en la cima del cerro todos los días al rayar la aurora”.
Hilder Suárez Salazar
4° Grado
9 años

He aquí una colección de cuentos infantiles de oro, he aquí la riqueza encarnada del intelecto, he aquí la herencia ancestral oral despierta al conocimiento, he aquí el alma despejada de obsesiones, he aquí la creatividad a flor de tierra. Abrigamos esperanzas  que esta semilla fresca fructifique nuevos surcos del afecto y la prudencia; ríos, lagos y quebradas irriguen con su savia; cerros, piedras y animales guarden por siempre sus misterios; el astro rey ilumine siempre sus encantos.

Solamente anhelamos que esta colección de cuentos pueda tener mil versiones, ampliándose por todos los cauces torrentosos de niñez escolar sanmiguelina y cruceña, que se dinamicen concursos provinciales previa capacitación y explicación por  especialistas y expertos en creatividad literaria y artes plásticas tanto a maestros como a estudiantes, debiendo incorporar además la música, el canto, el teatro, los juegos infantiles propios y otras fuentes inagotables de la vertiente artística y cultural de nuestros pueblos.

Maravillado por tan bella edición y colección de historias nos queda felicitar y agradecer a quienes hacen posible el fortalecimiento de NUESTRA IDENTIDAD.

Junio del 2013
pisadiablo100@hotmail.com

SALUDO POR EL “DIA DEL CAMPESINO” / Antonio Correa Malca



SALUDO POR EL “DIA DEL CAMPESINO”


Esta actividad fue instituida por el Presidente Augusto B. Leguia, denominándolo DIA DEL INDIO, mediante Decreto Supremo, promulgado el 23 de mayo de 1930 como un homenaje al campesino peruano y a la población indígena. Durante el Gobierno Militar del General Juan Velasco Alvarado se promulga la Ley de Reforma Agraria por Decreto Ley N° 17716 del 24 de junio de1969 denominándose a esta fecha como DIA DEL CAMPESINO.


Actualmente, el día del campesino se celebra en muchas regiones con música y danzas típicas motivo por el cual se realizan visitas turísticas al interior del país, siendo el Cusco el destino más concurrido debido a la representación del Inti Raymi.

  Cajamarca que es un departamento por esencia agrícola rendimos el 24 de junio de cada año un merecido homenaje a la mayor parte de su población, a la que siembra  la semilla, abona la tierra, la ara y la cosecha sus productos.


Hoy 24 de junio, expreso mi cordial saludo a todos los agricultores Cajamarquinos, especialmente
a los Sanmiguelinos, con ocasión de celebrarse hoy 24 de junio el DÍA DEL CAMPESINO. Asimismo, reconocer públicamente a quienes generan a diario la riqueza agrícola en nuestro país, garantizando con su actividad nuestra seguridad alimentaria.


También  hago un llamado al gobierno de turno para que no le siga dando la espalda a los hombres del campo, y muy por el contrario, establezca políticas especiales para convertir a la agricultura en una actividad sostenible.


Fraternalmente. Antonio Correa Malca

Sunday, June 16, 2013

¡QUE VIVA EL SEÑOR SAN JUAN! / Víctor Hugo Alvitez Moncada



Crónicas de Pisadiablo

¡QUE VIVA EL SEÑOR SAN JUAN!

Víctor Hugo Alvitez Moncada

 
Señor San Juan custodiado de sus devotos, siendo los principales don Rosario García y don Felliciano Sanchez (+), a su izquierda. Foto cortesía: Graceniano Sánchez García.

A la memoria de
don Rosario y doña Quiteria.
A don Feliciano Sánchez “Patito”
y todos los devotos del Señor San Juan.

A los hermanos SÁNCHEZ GARCÍA:
Adelinda, Graceniano, Miguelina,
Antonio y Martha.
Gratamente.

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

I

La reseña de este gran día anunciaba el campanario alborozadamente junto a banda típica de músicos integrada apenas por tres personas: dos quenachos y una caja o redoblante de cueros envejecidos, desde el atrio de la iglesia, junto a puerta lateral izquierda. La banda no dejaba de entonar melodías andinas de su repertorio desde las tres de la tarde hasta que progresivamente parroquianos devotos del Señor San Juan Bautista y como todos los 24 de junios iban reuniéndose al interior del templo, en su mayoría campesinos de nuestro pueblo de nuevos atuendos entre hombres y mujeres, para iniciar procesión de su patrón.

Don Victoriano a pasos apurados portando larga gaita y rústico bombo, solitario ingresa al templo. Al interior, la imagen de San Juan Bautista, luce elegante vestimenta roja y flecos dorados por doquier, su corderito blanco sentado sobre la Biblia en una mano y en otra bastón de pastor de ovejas, bien arreglado por sus siempre devotos: don Máximo y doña Eufemia, doña Aurora, don Rigoberto, don Daniel y doña Rosa; sobre andas para la procesión en su día de celebración y a la par “Día del Indio” mal llamado así antiguamente hasta que el gobierno y reforma agraria del general Juan Velasco Alvarado abolió dicha denominación reemplazándolo por “Día del Campesino” la década ‘70.

Hasta que el Señor San Juan, apareció jubiloso por puerta principal del templo en sus andas color celeste pudiéndose leer slogans: ¡Viva el Señor San Juan!, ¡Viva la Junta del 24!, con letras artesanales en parte frontal y posterior pintadas con sapulín o esmalte rojo. Andas con columnas altas terminadas en cúpula de paño granate, adornada de guirnaldas papel cometa hechas por artísticas manos de don Patito y cirios delgados labrados encendidos al contorno confeccionados por don Cesar Cruzado.

Un buen grupo de campesinos la rodean luciendo ponchos nuevos arremangados sobre sus hombros,  portando en manos judivarillas peladas o ramas de planta de membrillo irrompibles en alto para que otros no se acerquen; los demás cargan las andas tembleques del Señor San Juan, con mucha veneración. Delante va el más antiguo devoto y ‘procurador’ de la fiesta don Rosario junto a su señora doña Quiteria, conocida pareja de benevolentes, amables y serviciales ancianos respetados por su indeclinable y contagiante fervor religioso al patrón San Juan; o don Santiago, de arriba de La Banda cuya función de procuradores era ‘nadie se arrime o haga desorden durante las celebraciones’; luego don Victoriano tocando gaita y bombo rústicos acompasados a la vez, detrás la banda típica en solo de animados conciertos. Don Feliciano Sánchez Patito, presidente de la ‘Junta del 24’ y señora esposa doña Aleja, ordenan al llegar a primera esquina de plaza de armas, hagan un alto los cargadores, descansen las andas y todos a una sola voz irrumpen jubilosos levantando brazos, ponchos, sombreros, espíritus, varillas:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

 
Reseña e inicio de la fiesta del Señor San Juan. La imagen reluce rodeada de sus principales devotos. Foto cortesía: Graceniano Sánchez García.

Vieja costumbre, la fiesta de San Juan Bautista celebraban especialmente campesinos y como todos los años acompañados por uno o dos toros con  respectivos lazos conducidos por sus dueños durante la procesión que se dirige por calles principales hasta la pampa del panteón donde los soltarán para diversión de niños y jóvenes aficionados al toreo. La muchachada entretanto va ensayando una serie de suertes a los toros durante el recorrido que de trecho en trecho los animales tratan de correr asustando ocasionales acompañantes. Desde balcones la gente del pueblo derrama sobre andas del santo bautizador pétalos de rosas, hortensias y geranios de múltiples colores, rogando bendición de “Sanjuancito”.

Al llegar a nueva esquina, cohetes de golpe y acostumbrado estribillo, reúnen mayor cantidad de fieles y vecinos al recorrido procesional:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

Los cohetes, pétalos de flores y vivas no han cejado hasta llegar a la pampa del panteón,  entonces descubierta y llena de tierra, empleada para competencias deportivas de antiguos sanmiguelinos. Allí descansan las andas de Sanjuancito, delante la puerta del panteón, mirando hacia la pampa polvorienta, soltándose un toro para corretear a los cholos poblanos que se ufanan de toreros cuando los astudos están amarrados. El animal, ante el gentío y retumbar de cohetes corre por todo lado tratando de escapar, los muchachos cierran el paso y con sus ponchos arrean de un lado a otro. No atina a embestir, son animales mansos que simbolizan el trabajo cotidiano de los hombres del campo o campesinos –mal llamados indios hasta entonces-; ante su patrón San Juan Bautista.

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

El segundo toro, asustadizo también de un empujón  aventó sobre cerco de pencas y espinas amarillas a grupo de palomillas, otros miran trepados en tranca de la curtiembre de don Manuel José Lingán. Corre por todos los rincones, incluso trata meterse bajo andas del Señor San Juan, no permitiendo los procuradores y devotos que a puro varillazos hacen desistir tal pretensión. Entretanto, el toro llega al otro extremo, cerca de casa del Machahuay compañero primarioso, donde varias damitas miran el espectáculo sentadas y al ver acercarse al animal, de una sola carrera, atropellándose unas a otras no han parado hasta cobijarse en terrados de casas vecinas de la Patita Adela y la Doila y no aparecer jamás hasta mirar tendidas de barriga de ventanas bajo el techo, retornar la jubilosa procesión.

II

Cuando el sol declinaba sus últimos rayos en polvorosa pampa del panteón, ordenaron enlacen los toros de San Juan y enrumben de retorno la procesión en hombros acomedidos de sus devotos Feliciano Patito, Naranjo, su hermano Achiote, el brujo, el pleitista Pancho Picho y Pedro Grande o Pedrazo –apodado así por su alta talla- y demás fieles rumbo a la iglesia matriz, sin dejar de detenerse en todas las esquinas a punto de:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

 
Procesión del Señor San Juan. Alguna vez nocturna, adelante don Feliciano Sánchez Patito (cargando lámpara Petromax), don Victoriano a golpe de caja y gaita y devotos. Foto cortesía: Mario Alvítez Moncada.

En plena pampa y después de los toros, hicieron dar un bailecito a la mayordoma con consentimiento del Patrón, ella retornaba desde la capital por antaña devoción; se ha preparado bien durante el año mandando cebar un chancho de cinco latas de manteca con su madre doña Delicia diligente devota también. Ahora, es ella quien encabeza el retorno de la procesión; al parecer a escondidas dentro de sus alforjas han llevado unas botellas de aguardiente para tomar ‘un traguito’ de rato en rato entre devotos. La alegría es contagiante y la mayordoma adelantada unos pasos de la multitud –con varilla en mano, símbolo de autoridad- va marcando el ritmo de la música. Los cargadores y demás fieles están más compenetrados y alegres con su fiesta; a pesar de estar prohibido tomar ‘una copita’ delante del patrón temiendo castigo, ha ganado la emoción escondiéndose tras andas y cubriendo con sus ponchos la botella, entonándose unos buenos tragos a nombre del Señor San Juan y por el ‘Día del Indio’, en reencuentro fraternal y fortalecida fe, mientras el resto entretenídos con los toros creen no haberse percatado. Las andas se temblequean un poco más al paso de la procesión. En primera esquina del panteón frente a casas del procurador don Rosario y presidente de la ‘Junta del 24’ don Patito Feliciano, en tradicional alto, dejan escuchar un nuevo, retumbante y melodioso:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Mayordoma!
¡Que viva el procurador!
¡Viva el Presidente de la Junta!

Los devotos conociendo esfuerzos de la mayordoma y sabiendo que al término de la procesión, irán a su casa a compartir de la fiesta, el chancho y frito de chicharrones a mates llenos de trigo, rellenos y cántaros de chicha, no podían ser desagradecidos. Si bien es cierto ella había colgado atuendos campesinos, hoy viste a la moda capitalina de apretados pantalones jems, zapatos de taco y cartera; bien perfumada y hermoseada; compartiendo felicidad y larga devoción. Al verla delante de todos, contorneando su abultada figura y formas, hacen un nuevo alto con voces un tanto magulladas de tanto vitorear y en gratitud y amistad, reafirman sus voces con renovada emoción:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva el Día del Indio!
¡Viva el chancho de la Mayordoma!

Ella no se amilana, desde adelante, se detiene también, levanta su varilla tratando de acompañar el estribillo de sus compañeros devotos. La procesión acelera por avanzado de la hora, casi anocheciendo ingresa al templo, se despiden con una venia de rodillas y señal de la cruz de su patrón San Juan y, con los últimos manojos de cohetes enrumban en grupo tras la mayordoma a celebrar la fiesta en su casa ubicada a la salida del pueblo, junto a la Colina Blanca de don Eladio Mendoza, desde donde se siguen escuchando atronadores cohetes y huainos que el eco dispersa a cuatro vientos; con misión cumplida el día central, merecen agasajo de entusiasmada mayordoma quien brinda a raudales comida y bebida; volviéndose escuchar a la distancia y según dicen hasta el amanecer:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

III

San Juan Bautista, o ‘Sanjuancito’ para los sanmiguelinos, inicia después del 24 de junio, día central y procesión, traslado a cada una de casas de devotos solicitantes donde se velará a antigua usanza, es decir, adornado de guirnaldas de papel, amenizada por gaita y caja, e infaltable presencia de devotos de la ‘Junta del 24’ quienes cuidarán no se tome licor y baile dándole espaldas a venerada imagen. Hasta la década ’80 somos testigos de estas procesiones y velaciones en casas de las señoras Alquima Gamarra, Cruz Cueva, Jesús Sánchez; don Juan Barrantes, don Francisco o Pancho Hernández, don Máximo Ortiz, de Chulis;  desaparecidos ya y otros vecinos quienes compartieron su fe, generosidad y bondad con todos nosotros. Habría que ver a Napoleón Becerra con su esposa doña Cruz Cueva, bailando de rodillas, en un ir y venir incansable frente al Señor San Juan. ¡Tiempos aquellos!

Señor Feliciano Sánchez ‘Patito’, artífice de la tradición
Foto: Víctor Hugo Alvítez

Hoy queda el recuerdo de aquella inolvidable época de fiesta y celebración del Señor San Juan, que poco a poco va esfumándose esta tradición; algunos años era conducido el patrón San Juan, hasta puerta principal de derruida plaza de toros de San Miguel –no pudiendo ingresar por altura de andas-, lidiando al interior sus toros con multitud de aficionados, entrada pagada a palcos llenos. Esta festividad constituyó un acontecimiento más del calendario religioso festivo de nuestra tierra.

Dicen que la humildad de Sanjuancito está comprobada plenamente. Su nicho o dosel en la iglesia nunca estuvo protegido de vidrios, cuentan sus devotos haberlos colocado varias veces y al siguiente día aparecían rotos, no aceptaba mayores lujos ni detalles, por ello hasta la actualidad luce así. Estuvo en lugar poco escondido, ingresando al templo lado izquierdo; sin embargo, nunca faltaba una vela encendida o limosnas en alcancía de base de sus pies de la que intrusos muchachos ingeniaban con palitos de fósforo o alambres retorcidos sustraer sencillo de donaciones sin lograr sus cometidos; tampoco recibiendo castigo alguno del bautizador.

Mientras el Señor San Juan era velado y festejado por familias sanmiguelinas con ferviente devoción, otra imagen más pequeña de San Juan, conocida como el ‘Interino’ custodiada en casa del procurador don Rosario, salía en largos recorridos visitando diferentes pueblos y lejanos caseríos de nuestra tierra acompañado de principales devotos; retornando después de algunos meses, a finales de octubre o para Todos los Santos, con séquito de reverente comitiva bien comida y atendida, estallando por última vez y hasta ansiado próximo año sus latentes corazones y nuestra memoria:

¡Que viva el Señor San Juan!
¡Viva la Junta del 24!
¡Que viva la Mayordoma!
¡Viva el Día del Indio!

Junio 2 012
pisadiablo100@hotamil.com